Jaimanitas, La Habana, febrero 19 de 2009, (SDP) El día 12 de Febrero comenzó en La Habana la versión número 18 de la Feria Internacional del Libro Cuba 2009.
Como todos los años, la sede principal de este evento de la cultura cubana es el complejo histórico Morro-Cabaña, dos fortalezas construidas por el gobierno español en los primeros años del siglo XVIII para proteger la bahía habanera de los ataques de corsarios y piratas, que demoró casi dos décadas en erigirse. Por lo costosa que resultaba para España, el rey Felipe II gustaba comentar a sus súbditos, mientras miraba con un catalejo desde el balcón de su recámara, que las murallas debían verse desde allí.
El Castillo de los Tres Reyes del Morro se convierte nuevamente en punto de venta para la artesanía de los países participantes, mientras que 7000 metros del baluarte San Carlos de La Cabaña constituyen el recinto ferial. Sus muros centenarios, en otra época prisión para miles de hombres condenados por delitos políticos y comunes, más tarde se convirtieron en paredones de fusilamiento donde dejaron sus vidas cientos de procesados por los Tribunales revolucionarios en los primeros meses de 1959.
Ahora de nuevo sirven de abrigo a diez millones y medio de ejemplares, en variados géneros literarios que comprenden libros de cuentos, novelas, ensayos, historia, política, economía, literatura policíaca y otra gama de sub géneros, textos escolares, discursos oficiales, entrevistas, catálogos de medicina, recetas culinarias, historias deportivas, todos a la venta en moneda nacional o en pesos convertibles, según la editorial que los presenta, el país que los comercializa o al público al que van dirigidos.
266 editoriales de 43 países incluyendo Cuba, 183 expositores extranjeros y 165 de la isla, forman el conjunto central de actividades, marco propicio para la venta de libros, reunión obligada de escritores, editores y funcionarios del mundo del arte. Se entregan además los premios Alejo Carpentier de novela, Nicolás Guillen de poesía y Razón de ser, destinado a los cinco mejores proyectos de libros auspiciado por la Fundación Carpentier. También se efectúan el lanzamiento de los libros ganadores en los concursos literarios premiados en la pasada edición de la Feria y se organizan recitales de poesía, lecturas de cuentos, conversatorios con personalidades de la cultura cubana y extranjera.
Las editoras nacionales y de provincias, así como las de otros países que acuden a comercializar sus títulos en La Habana, muestran sus stands en los húmedos y oscuros habitáculos que tiempos atrás fueron calabozos y lugares de torturas, hacinados por el público en los días de la Feria.
En la inauguración, como ya es costumbre, la entrada fue restringida sólo para invitados, funcionarios del estado y del gobierno, personalidades de la cultura, concurrentes de otros países, la prensa y los miembros de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
La Feria del Libro se desarrollará hasta el día 22 de Febrero en Ciudad de la Habana y luego se trasladará a otras ciudades del país hasta su culminación, el 8 de Marzo. Esta vez está dedicada a homenajear a la poetisa y ensayista Fina García Marruz, al ensayista e historiador Jorge Ibarra, al aniversario 50 de Casa de las Americas y a Chile, país invitado de honor. La presidenta Michelle Bachelet estuvo presente en la inauguración.
A pesar de esta Feria anual y de la promoción permanente a varios escritores elogiados por el régimen, a los que se brinda todo el apoyo editorial y económico para sacar a la luz sus obras, en estos últimos años Cuba no ha cosechado todavía ningún escritor de fama universal.
Continúan vedados al gran público, los libros polémicos de la literatura clásica que brindan un punto de vista diferente a los estatutos que impone el régimen. Los textos que por ser precisamente escritos por autores de antiguos países socialistas, constituyen serias críticas y crudos alegatos contra los desmanes y arbitrios de los gobiernos que siguieron las ideas económicas y políticas de Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Ilich Lenin.
Faltan en la Feria también los buenos libros escritos en el exilio cubano, que son un indudable aporte la literatura nacional y que algún día serán reconocidos, sin las restricciones que hoy mutilan al arte y a la cultura.
Adolece esta Feria Internacional del Libro Cuba 2009, sobre todo, de la presencia de los escritores cubanos independientes, que sacrifican bonanzas y famas por escribir la obra auténtica del momento que viven y plasman en sus páginas las luchas diarias contra la vorágine propagandista y la miseria económica, de las que ninguna editorial se atreve a publicar una sola palabra.
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