jueves, 26 de febrero de 2009

VANGUARDIAS POR UN DÍA, Odelin Alfonso Torna.


Arroyo Naranjo, La habana, febrero 26 de 2009, (SDP). La hueste de afiliados y combatientes del Partido Único, residentes en el consejo popular Reparto Eléctrico, anunciaba desde el día 15 de febrero una inspección provincial comandada por el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Pedro Sáez Montejo.

Previo a la llegada del jefe, los servicios de salud, alimentación, educación, recogida de basura y transporte, optimizaban sus programas de control administrativo.

Pedro Sáez Montejo apareció sobre las diez de la mañana del 18 de febrero en su auto asignado con matricula del Consejo de Estado. En medio de un apagón, inició su periplo por la barriada de Parcelación Moderna, en el municipio capitalino de Arroyo Naranjo. Lo acompañaban cuadros del partido provincial, auditores, dirigentes de salud y educación en la provincia.

“Al que madruga, dios lo ayuda”, dice un refrán popular. “Guerra avisada no mata soldado”, dice otro. Por suerte no fue una inspección sorpresa. Aunque de serlo, ¿quién duda que el cubano de a pie siempre está entrenado para la guerra de todo el pueblo, para las auditorias y para la caldosa del CDR?

Los inspectores crearon un puesto de mando en la casa de la cultura y de ahí emprendieron un monitoreo de la zona. Por suerte o por soborno, todos los servicios del Estado salieron ilesos, salvo la bodega de 7ma y calzada de Managua, sujeta a investigación por un dudoso robo en la madrugada del 16 de febrero. A pesar de todo, el asunto quedó como cuando cierra un inning tranquilo en la pelota: cero carreras, nadie fuera de base y ninguno cogido robando.

Lo novedoso es que el 18 de febrero fue un día anormal en el Consejo Popular Eléctrico, lejos de lo trivial y lo profundo en sus menesteres e ilegalidades. Muchos paladares particulares no abrieron ese día. Y los que lo hicieron, no pasaron de ofertar refresco o pan con mayonesa.

No caben dudas que algún provecho siempre se saca de estos zafarranchos, destinados al control de lo incontrolable, aunque lo que se saque dure poco o nada.

Y bien lo digo porque doy el mérito a los pobladores de Parcelación Moderna y el Reparto Eléctrico por su intercambio verbal con el Primer Secretario del Partido. Aplaudo por el pan de la cuota que volvió a coger calidad y peso, al menos ese día. Bendigo a la cafetería “El Ensueño”, que vendió helados hasta horas de la tarde.

Dicen que los vecinos del Consejo Popular Eléctrico se desgalillaron a la hora del “codo con codo” con Sáez Montejo. Salió a relucir uno de los programas impuesto por la Revolución Energética en este municipio capitalino, el llamado “Pacto Social”. Este comprendía la sustitución del queroseno y el gas licuado por artículos eléctricos de cocina. Los vecinos se quejaban porque tenían que comprar en bolsa negra una bala de gas para cocinar, en muchos casos debido al deterioro de las cocinas eléctricas o al sobre consumo de electricidad.

También se cuestionó el deterioro de las calles después de terminadas las obras de acueducto y alcantarillado, la entrega de teléfonos, la mala calidad del pan y el abandono de los grupos electrógenos.

Lo cierto es que el día 18 de febrero, el Consejo Popular Eléctrico fue moldeado a la eficiencia, al control administrativo y al buen trato en los servicios. El barullo fue tal que al día siguiente se comenzaron las obras de pavimentación en la avenida Camilo Cienfuegos, la principal del Reparto Eléctrico. Una miniplanta telefónica era inaugurada el día 21 en la barriada de Parcelación Moderna, aunque aún no se han entregado las solicitudes del servicio.

Quizás Sáez Montejo esté anunciando su visita a otro barrio capitalino. El Consejo Popular Eléctrico pasó la prueba de fuego. Fuimos vanguardias por un día. Ahora vienen los días normales.
odelinalfonso@yahoo.com

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