Arroyo Naranjo, La Habana, febrero 26 de 2009 (SDP) Paco Ignacio Taibo II anuncia que con su libro “Tony Guiteras, un hombre guapo” concluye el ciclo de biografías narrativas sobre las que considera “las tres grandes figuras de la revolución latinoamericana”. Las otras dos son Pancho Villa y Che Guevara.
Dice el escritor mexicano que la trilogía lo ha dejado exhausto. Con tales protagonistas, no es para menos. Los guapos abruman. ¡Tanta sangre y tantos tiros!
Paco Ignacio Taibo II, debido a las mañas conferidas por la escritura de la novela negra, tiene la ventaja (lo dice él mismo) de “poder entrar en la cabeza del asesino”.
Pero las cosas no son así de fáciles. Che Guevara, cuando dirigía los fusilamientos en la fortaleza de La Cabaña o cuando clamaba por “crear dos, tres, muchos Vietnam” (como si no bastara con el horror de uno sólo) creía actuar movido por mesiánicas razones ideológicas. Pancho Villa y Antonio Guiteras, tan violentos y patológicamente antiamericanos como el guerrillero argentino, no tenían una ideología definida.
Seguramente, para el empeño de glorificar a los más exaltados de la violencia revolucionaria latinoamericana del siglo XX no basta simplemente con ser un intelectual de izquierda. El escritor y periodista, nacido en Asturias pero residente en México DF, afirma que es “un niño de izquierda desde los 8 años”. Para su desgracia, ha crecido”. Oh, Peter Pan.
Es proverbial la desafortunada devoción de algunos niños por ciertos sicópatas. Sólo que, generalmente, son personajes de ficción de las tiras cómicas, el cine o la TV. Los niños de izquierda buscan sus tipos duros en la historia. Luego, si no se conforman con llevarlos en la camiseta, hacen películas o escriben libros sobre ellos.
Para Paco Ignacio Taibo II debe resultar conmovedor el hecho latinoamericanamente vindicativo de que las fuerzas de Pancho Villa (con tantos generales como tenía) hayan atacado el territorio yanqui veintitantos años antes de Pearl Harbor y 84 años antes que Al Qaeda.
Guiteras, más de 20 años antes de que Fidel Castro asaltara el Moncada, atacó el cuartel de San Luís. Logró tomarlo y luego se retiró con las armas arrebatadas a los soldados. Estuvo alzado en la Sierra Maestra hasta que lo nombraron Secretario de Gobernación. Durante los 100 días que duró el gobierno de Grau, adoptó medidas nacionalistas y desafió a los destroyers y los marines norteamericanos. Después que Batista derrocó al gobierno, Guiteras creó la organización terrorista Joven Cuba. Usó a discreción la pistola y el TNT hasta que lo acribillaron a balazos en la playa de El Morrillo.
“Guiteras era de Bala”, gustaba decir con su gracejo de chino criollo el periodista Mario Kuchilán. Antonio Guiteras Holmes, hijo de cubano e irlandesa, nació en Bala Cwynd, Filadelfia, pero era un acérrimo nacionalista que aunque bizqueara a la izquierda, se proclamaba anticomunista. ¿Importa tanto la ideología de los guapos zurdos?
A Paco Ignacio Taibo II, los hombres como Guiteras le alumbran el alma. “Si eres niño y de izquierda, necesitas a alguien como Tony Guiteras”, explica. OK. Pero ¿qué hace suponer al Taibo que abundan los niños de izquierda, especialmente en Cuba? ¿Será acaso el hecho de que antes de entrar a clases los hagan jurar, con más hambre que conocimiento de causa, “seremos como el Che”?
Hace varios años, el gobierno de México se ofendió cuando Fidel Castro afirmó que los niños mexicanos sabían más del Pato Donald que de los próceres patrios. No hubo boca que habló que Dios no castigó. En Cuba, los comisarios de verde olivo, luego del aviso de Ariel Dorffman sobre los peligros de leer al Pato Donald, sustituyeron a Donald y Tío Rico McPato, a Porky y al perro Pluto por los muñequitos rusos. No obstante, hoy los niños cubanos saben más de marcas de zapatillas deportivas, personajes de Hollywood y de las andanzas de Baby Lores o Daddy Yankee que de los héroes de la historia nacional.
Contrario a lo que cree Paco Ignacio Taibo II, lo más probable es que pocos estudiantes de secundaria cubanos sepan quien fue Antonio Guiteras. En el mejor de los casos, puede que tengan una muy vaga idea. Tal vez algunos piensen que escuchó las clases de José Martí sentado en un pupitre al lado de Fidel Castro. O que los tres junto al Che, no faltara más, derrotaron a las tropas del imperio norteamericano en las estribaciones de la Sierra Maestra.
Las simplificaciones históricas y el exceso de adoctrinamiento suelen tener efectos contrarios a los deseados. Paco Ignacio Taibo II, en alguna de sus visitas a la Feria del Libro de La Habana, puede hablar al respecto con los nietos del hombre nuevo.
luicino2004@yahoo.com
Dice el escritor mexicano que la trilogía lo ha dejado exhausto. Con tales protagonistas, no es para menos. Los guapos abruman. ¡Tanta sangre y tantos tiros!
Paco Ignacio Taibo II, debido a las mañas conferidas por la escritura de la novela negra, tiene la ventaja (lo dice él mismo) de “poder entrar en la cabeza del asesino”.
Pero las cosas no son así de fáciles. Che Guevara, cuando dirigía los fusilamientos en la fortaleza de La Cabaña o cuando clamaba por “crear dos, tres, muchos Vietnam” (como si no bastara con el horror de uno sólo) creía actuar movido por mesiánicas razones ideológicas. Pancho Villa y Antonio Guiteras, tan violentos y patológicamente antiamericanos como el guerrillero argentino, no tenían una ideología definida.
Seguramente, para el empeño de glorificar a los más exaltados de la violencia revolucionaria latinoamericana del siglo XX no basta simplemente con ser un intelectual de izquierda. El escritor y periodista, nacido en Asturias pero residente en México DF, afirma que es “un niño de izquierda desde los 8 años”. Para su desgracia, ha crecido”. Oh, Peter Pan.
Es proverbial la desafortunada devoción de algunos niños por ciertos sicópatas. Sólo que, generalmente, son personajes de ficción de las tiras cómicas, el cine o la TV. Los niños de izquierda buscan sus tipos duros en la historia. Luego, si no se conforman con llevarlos en la camiseta, hacen películas o escriben libros sobre ellos.
Para Paco Ignacio Taibo II debe resultar conmovedor el hecho latinoamericanamente vindicativo de que las fuerzas de Pancho Villa (con tantos generales como tenía) hayan atacado el territorio yanqui veintitantos años antes de Pearl Harbor y 84 años antes que Al Qaeda.
Guiteras, más de 20 años antes de que Fidel Castro asaltara el Moncada, atacó el cuartel de San Luís. Logró tomarlo y luego se retiró con las armas arrebatadas a los soldados. Estuvo alzado en la Sierra Maestra hasta que lo nombraron Secretario de Gobernación. Durante los 100 días que duró el gobierno de Grau, adoptó medidas nacionalistas y desafió a los destroyers y los marines norteamericanos. Después que Batista derrocó al gobierno, Guiteras creó la organización terrorista Joven Cuba. Usó a discreción la pistola y el TNT hasta que lo acribillaron a balazos en la playa de El Morrillo.
“Guiteras era de Bala”, gustaba decir con su gracejo de chino criollo el periodista Mario Kuchilán. Antonio Guiteras Holmes, hijo de cubano e irlandesa, nació en Bala Cwynd, Filadelfia, pero era un acérrimo nacionalista que aunque bizqueara a la izquierda, se proclamaba anticomunista. ¿Importa tanto la ideología de los guapos zurdos?
A Paco Ignacio Taibo II, los hombres como Guiteras le alumbran el alma. “Si eres niño y de izquierda, necesitas a alguien como Tony Guiteras”, explica. OK. Pero ¿qué hace suponer al Taibo que abundan los niños de izquierda, especialmente en Cuba? ¿Será acaso el hecho de que antes de entrar a clases los hagan jurar, con más hambre que conocimiento de causa, “seremos como el Che”?
Hace varios años, el gobierno de México se ofendió cuando Fidel Castro afirmó que los niños mexicanos sabían más del Pato Donald que de los próceres patrios. No hubo boca que habló que Dios no castigó. En Cuba, los comisarios de verde olivo, luego del aviso de Ariel Dorffman sobre los peligros de leer al Pato Donald, sustituyeron a Donald y Tío Rico McPato, a Porky y al perro Pluto por los muñequitos rusos. No obstante, hoy los niños cubanos saben más de marcas de zapatillas deportivas, personajes de Hollywood y de las andanzas de Baby Lores o Daddy Yankee que de los héroes de la historia nacional.
Contrario a lo que cree Paco Ignacio Taibo II, lo más probable es que pocos estudiantes de secundaria cubanos sepan quien fue Antonio Guiteras. En el mejor de los casos, puede que tengan una muy vaga idea. Tal vez algunos piensen que escuchó las clases de José Martí sentado en un pupitre al lado de Fidel Castro. O que los tres junto al Che, no faltara más, derrotaron a las tropas del imperio norteamericano en las estribaciones de la Sierra Maestra.
Las simplificaciones históricas y el exceso de adoctrinamiento suelen tener efectos contrarios a los deseados. Paco Ignacio Taibo II, en alguna de sus visitas a la Feria del Libro de La Habana, puede hablar al respecto con los nietos del hombre nuevo.
luicino2004@yahoo.com
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