Managua, La Habana. Febrero 19 de 2009. (SDP) Durante los próximos días 25, 26 y 27 del actual mes, se realizará el Noveno Congreso del Sindicato de la Industria Ligera.
La sede para el evento es el recinto ferial EXPOCUBA situado en áreas del Parque Lenin de la capital cubana.
Hay delegaciones de otros países invitadas al cónclave. Entre ellas de Estados Unidos, Bélgica y Venezuela.
Un delegado al evento, en conversación amistosa, manifestó que ya les habían dicho sobre lo que se puede y no se puede hablar en esa asamblea.
Esta misma persona comentó sobre un artículo aparecido en el semanario Trabajadores el lunes 2 de febrero, en el que se informaba que había dejado de existir en el país la categoría de Vanguardia Nacional de los diferentes sindicatos y que ese reconocimiento pasaba ahora a ser nada más que Destacado a nivel de centro de empleo. Que la medida contaba con el visto bueno de los trabajadores de todo el país.
“Yo, que integro la dirección provincial del sindicato (cuadro no profesional), me enteré por el periódico”.
La disposición parece formar parte de una medida gubernamental de ahorro en los gastos internos. El general de ejército Raúl Castro hizo mención en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), el 27 de diciembre, de 60 millones de dólares, que según él, se estaban gastando anualmente en vacaciones, fiestas, y otros “estímulos” para distintas personas. Y que eso sencillamente no podía continuar.
A esa afirmación es difícil poderle negar cierta lógica. Y en el caso de los estímulos materiales de los sindicatos a sus integrantes, por ejemplo algún tipo de fiesta colectiva a nivel de lugar de empleo, se está manejando el argumento de que en ninguna parte del mundo ningún sindicato da nada.
Quizás eso tenga cierta dosis de veracidad. Pero en Cuba hay más de cuatro millones de trabajadores. La inmensa mayoría paga una cuota sindical de forma mensual. Eso suma decenas de millones de pesos anualmente, ¿qué se hace con todo ese dinero?
Los sindicatos son considerados en el mundo como organizaciones no gubernamentales. Eso es precisamente lo que desde Cuba se informa hacia el exterior.
La casa matriz de todos los sindicatos en la isla es la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Su Secretario General en la actualidad se nombra Salvador Valdés. Él forma parte del Buró Político del Partido Comunista.
El Partido Comunista, único reconocido de manera oficial, y refrendado en la Constitución de l976 como “la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado”, está en el poder hace cincuenta años.
fornarisjo@yahoo.com
La sede para el evento es el recinto ferial EXPOCUBA situado en áreas del Parque Lenin de la capital cubana.
Hay delegaciones de otros países invitadas al cónclave. Entre ellas de Estados Unidos, Bélgica y Venezuela.
Un delegado al evento, en conversación amistosa, manifestó que ya les habían dicho sobre lo que se puede y no se puede hablar en esa asamblea.
Esta misma persona comentó sobre un artículo aparecido en el semanario Trabajadores el lunes 2 de febrero, en el que se informaba que había dejado de existir en el país la categoría de Vanguardia Nacional de los diferentes sindicatos y que ese reconocimiento pasaba ahora a ser nada más que Destacado a nivel de centro de empleo. Que la medida contaba con el visto bueno de los trabajadores de todo el país.
“Yo, que integro la dirección provincial del sindicato (cuadro no profesional), me enteré por el periódico”.
La disposición parece formar parte de una medida gubernamental de ahorro en los gastos internos. El general de ejército Raúl Castro hizo mención en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), el 27 de diciembre, de 60 millones de dólares, que según él, se estaban gastando anualmente en vacaciones, fiestas, y otros “estímulos” para distintas personas. Y que eso sencillamente no podía continuar.
A esa afirmación es difícil poderle negar cierta lógica. Y en el caso de los estímulos materiales de los sindicatos a sus integrantes, por ejemplo algún tipo de fiesta colectiva a nivel de lugar de empleo, se está manejando el argumento de que en ninguna parte del mundo ningún sindicato da nada.
Quizás eso tenga cierta dosis de veracidad. Pero en Cuba hay más de cuatro millones de trabajadores. La inmensa mayoría paga una cuota sindical de forma mensual. Eso suma decenas de millones de pesos anualmente, ¿qué se hace con todo ese dinero?
Los sindicatos son considerados en el mundo como organizaciones no gubernamentales. Eso es precisamente lo que desde Cuba se informa hacia el exterior.
La casa matriz de todos los sindicatos en la isla es la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Su Secretario General en la actualidad se nombra Salvador Valdés. Él forma parte del Buró Político del Partido Comunista.
El Partido Comunista, único reconocido de manera oficial, y refrendado en la Constitución de l976 como “la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado”, está en el poder hace cincuenta años.
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