Arroyo Naranjo, La Habana, septiembre 18 de 2008, (SDP) El sábado 6 de septiembre comenzaron a esfumarse las pretensiones de la selección cubana de fútbol de mayores. El once cubano, dirigido por el técnico alemán Reinhold Fans, aspiraba a un boleto para el campeonato mundial de esa disciplina con cita en Sudáfrica 2010.
Después de 61 años, una selección norteamericana de fútbol visitó la mayor de las Antillas. El once norteamericano, dirigido por el técnico Bob Bradley, se reafirmó en el primer lugar del grupo A cuando dispuso de la selección cubana 1-0 sobre el remodelado césped del estadio Pedro Marrero.
Ante una afición que apostaba al cien por ciento por las zapatillas del patio, los norteños dominaron el balón en el medio campo después que su centro delantero, Clint Dempsey, anotara el primer y único gol del partido en el minuto 39.
Cada cuatro años, los aficionados al deporte en Cuba siguen de cerca la fiesta del fútbol mundial. Por dos semanas, nos convertimos en fanáticos de la selección de Brasil y Argentina, o en menor medida, de Alemania, Holanda e Italia, por el viejo continente.
En medio siglo de revolución, ningún conjunto cubano de Fútbol ha sudado sus camisetas en la disputa por la copa mundial. El torneo que organiza la Confederación Norte Centroamericana y del Caribe (CONCACAF)), otorga cada cuatro años dos plazas mundialistas, regularmente ocupadas por México y Estados Unidos.
La fiesta mundial deja secuelas en chicos y jóvenes, quienes improvisan en parques y placeres las habilidades de Dunga o Ronaldiño. Claro, todo queda ahí, sin más perspectivas. Como las bolas, el trompo o el papalote, la furia futbolística se apaga hasta la próxima temporada.
La práctica de Fútbol en Cuba se ve opacada en gran medida por el béisbol, considerado el deporte nacional y con una comisión vicepresidida por Antonio Castro, hijo del máximo líder de la revolución. A esto se le añade que no existen las condiciones y el avituallamiento necesario que requiere esta disciplina desde la base.
Entre las provincias que más atletas de alto rendimiento aportan al seleccionado nacional de fútbol, figuran Ciudad de la Habana, Pinar del Río, Villa Clara y Holguín.
Después de la derrota cubana ante el conjunto de Guatemala (cuatro goles por uno) y los dos reveses consecutivos en su propia cancha (Trinidad y Tobago 1-3 y Estados Unidos 0-1), Cuba está virtualmente eliminada en la fase semifinal del CONCACAF con vistas a Sudáfrica 2010.
Por esta vez, la gestión preparatoria conseguida por Reihnold Fanz en Europa no surtió efecto. Cuba aparece en el último lugar del grupo A sin puntos acumulados, liderado por EE.UU. con nueve.
La cuarta jornada de semifinales se efectuará el 11 de octubre en Washington. Cuba irá por la revancha frente a Estados Unidos en su propia casa. No contará esta vez con el delantero Roberto Linares, quien fue expulsado por el réferi después de haber anotado el único gol contra Guatemala.
Sudáfrica 2010 no puede ser, quizás para la próxima. Ha sido un mal año para el deporte revolucionario. El Fútbol no está exento de resultados adversos pero al igual que el taekwondo, cuenta con crédito y luz verde para costear las multas por indisciplinas.
Arroyo Naranjo 2008-09-12
odelinalfonso@yahoo.com
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