jueves, 25 de septiembre de 2008

El Consenso ciudadano en la solución del problema racial en Cuba

DECLARACIÓN
Movimiento de Integración Racial “Juan Gualberto Gómez”
Un movimiento civilista debe tener entre sus principios emblemáticos la pluralidad más absoluta. Cuando este movimiento es, además, dirigido a exponer y solucionar una situación que trata de ser enmascarada, diluida y hasta oportunistamente aprovechada por unos y otros, se entiende que el movimiento sea atacado, criticado y sometido a todo tipo de presiones hasta por algunos amigos.
La idea de crear un movimiento de integración racial surge el 19 de agosto de 1998, sus objetivos iniciales fueron desmantelar el discurso oficial que por cuatro décadas promovió la imagen de que en Cuba la exclusión racial había quedado abolida a partir de 1959.
Transcurridos dos años, después de un trabajo exploratorio y de acercamiento al sector poblacional más discriminado y por tanto en mayor desventaja social y económica, los líderes fundadores de este movimiento nombrado Movimiento de Integración Racial Juan Gualberto Gómez MIR lanzan su Plataforma Programática sobre la base de, lograr consensos desde la más plena integración de todos los ciudadanos cubanos sin distinción de raza, que se sensibilicen con una de las llagas más incómodas de la cubanidad, la cual continúa siendo una asignatura pendiente dentro de nuestra accidentada historia.
Transcurrida una década y a contracorrientes, el MIR ha logrado diseminar su Plataforma en un gran radio de acción a lo largo de toda la Isla, teniendo como desafío y meta fortalecer los Centros Cívicos para el Entendimiento y la Integración Racial.
Lógicamente, para lograr el cumplimiento de esta Plataforma no nos conformamos con una integración basada sólo en personas con más o menos participación en el movimiento de oposición pacífica y de derechos humanos, las cuales mucho nos honran, ni en intelectuales más o menos sólidos que integran con orgullo este movimiento, sino que esta Plataforma tiene garantizada su vigencia por su vínculo con cada ciudadano blanco, negro o mestizo, pobre o muy pobre, profesional, obrero, campesino, intelectual o iletrado, pero cubanos al fin y al cabo interesados en que Cuba sea con todos y para el bien de todos.
No somos un proyecto político, somos un proyecto social y a eso nos atenemos, estamos lejos de criticar a otros que desde distintas posiciones, puntos de vista u orden de prioridades, escogen sus propios métodos en esta labor.
Trabajemos unidos o no, pero respetemos el derecho de todos a trabajar contra la lacra que constituye la discriminación racial. En esta lucha nadie es mejor que nadie, si alguno lo cree así, está incurriendo en una forma más de discriminación.
Una sola abeja no hace panal.
José I. Vélez Hernández
Presidente
primaveradigital@gmail.com

No hay comentarios: