jueves, 18 de septiembre de 2008

Declaración del Partido Solidaridad Democrática:


La Habana, 13 de septiembre de 2008.
¡Basta Ya!
Cuba como consecuencia de los efectos devastadores de los ciclones "Gustav" y "Ike" que asolaron nuestro archipiélago con una diferencia de 10 días, dejaron una estela de destrucción en toda la infraestructura habitacional, agrícola, eléctrica, telefónica y vial, originando daños multimillonarios. La situación se torna extremadamente crítica por terribles daños provocados por los dos meteoros en todas las provincias del país incluyendo el municipio especial Isla de Pinos.
Los saldos destructivos preliminares dan muestra de la magnitud del desastre. Cerca de 350 mil viviendas se encuentran con grandes afectaciones y alrededor de 80 mil están totalmente destruidas, entre ellas escuelas, hospitales, centros deportivos, instalaciones culturales e inmuebles administrativos, pero la que más sufrió fue la agricultura, prácticamente ambos huracanes literalmente arrasaron con todas las cosechas en aquellas regiones donde se dejaron sentir sus efectos destructivos. Nada quedó en pie: plantaciones de plátanos, arroz, cultivos varios, frutales, instalaciones avícolas, cerca de tres mil casas de tabaco destruidas, muchas de ellas tenían almacenadas miles de quintales de tabaco listos para la producción y la exportación. A esa desolación hay que agregarle, que sólo en la provincia de Pinar del Río, durante el paso de "Gustav", en el sector eléctrico fueron destruidas más de 130 torres de alta tensión, ahora habrá que agregarle las afectadas por el "Ike".
Nunca antes el país había sufrido el efecto destructivo de dos huracanes devastadores en tan breve tiempo; Si hoy nuestro país es más vulnerable a estos desastres, es precisamente por los errores y la mala política que durante cinco decenios ha venido aplicando el gobierno en las principales ramas de la economía siendo la más dañada, sin dudas, la agricultura. La situación es desoladora porque justamente en estos instantes cuando los productos del agro alcanzan valores prohibitivos en los mercados internacionales, es cuando más está invirtiendo el régimen en la importación de alimentos, haciendo oídos sordos a las tantas veces alertada necesidad de crear para el pueblo sólidas bases que sustenten una seguridad alimentaría,
En estos momentos nos encontramos con el grave problema de que más de 3.5 millones de hectáreas de tierras cultivables están cubiertas de marabú o mal atendidas por desestímulo a los agricultores y la obstinada política del gobierno cubano de controlarlo todo y prohibir la más mínima iniciativa particular o privada. Ante tal desastre es imposible mirar hacia el sufrido sector campesino, porque con la masa ganadera y porcina no es posible contar por su notabilísimo descenso en los dos últimos lustros. Lo mismo sucede con la producción lechera.
El gobierno pronosticó una producción de arroz cercana a las 200 mil toneladas de las 700 mil que consumimos. Además, el déficit en las producciones de viandas, hortalizas, cítricos y
frutales se debe al desestímulo y a las no pocas tierras abandonadas. Sin embargo se han estado comprando alimentos por una factura anual que sobrepasa los 1500 millones de dólares y de ellos 450 millones adquiridos a granjeros y exportadores de alimentos de los Estados Unidos. Es decir que lo que ha prevalecido es comprar y no estimular la producción nacional de alimentos. Ante este desgarrador panorama vemos que lo poco que se sembró, sólo el 10% de las tierras cultivables, en tiempos normales no alcanzaría su distribución para asegurar la alimentación de todas las familias cubanas. Después del paso por nuestra geografía de "Gustav" y "Ike" donde prácticamente todo lo sembrado fue barrido. ¿Cómo nos las arreglaremos los cubanos para evitar una gran hambruna si el gobierno persiste en selectividad, por razones políticas, para aceptar o no la ayuda humanitaria internacional?
Las declaraciones de los principales líderes del gobierno cubano reconocen que se necesitarán elevadas cifras en recursos para tan sólo paliar las necesidades elementales que demandan los miles de damnificados dejados tras el paso de los fenómenos metereológicos, los cuales han provocado enormes problemas. Pero como es natural en el trascursos de los días y en la medida que el tiempo se normalice, si las personas no palpan que sus problemas se alivian, la moral decae y comienzan las demandas dado que son cientos de miles los que hoy se encuentran viviendo en condiciones infrahumanas. A nadie escapa que esta destrucción nacional está demandando de multimillonarios recursos de todo tipo y de mucho tiempo de trabajo para tan siquiera acercarnos a lo que existía antes de los dos huracanes.
Fueron miles los albergados. Según las autoridades sólo hubo que lamentar la muerte por imprudencia de siete compatriotas. No obstante se han producido, hasta el momento, 29 derrumbes de edificios en mal estado en la capital cubana por las constantes lluvias provocadas por Ike y aunque el gobierno en la provincia ha reconocido sólo la pérdida de una vida por esa causa, la población comenta que han sido cinco los fallecidos. Esto último no ha sido confirmado.
Las organizaciones internacionales de socorro y muchos gobiernos han felicitado a la Defensa Civil por su meritoria labor. La TV cubana y todos los medios se han hecho eco de la eficiencia de esa organización. En todo el país se ha ponderado y reconocido con creces la labor de esos hombres y mujeres que con la mayor disciplina tratan de salvar no sólo vidas, sino también, de algún modo, lo poco que queda del prestigio y la credibilidad de un régimen que en cincuenta años, no ha podido fabricar casas confortables y seguras, ni tampoco ha permitido que los cubanos las construyan por su cuenta facilitándoles la compra de materiales. Según la cifra dada por la presidenta del Consejo de Defensa del municipio de Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus, en una entrevista por TV indicó, que de 15 mil casas que existen en dicho territorio, sólo mil son de clase A, o sea, de paredes de ladrillos y cemento y techos de hormigón fundido, las 14 mil restantes fueron construidas con tablas y techos ligeros de tejas de zinc o fibrocemento. Se infiere entonces que tal cifra podría ser el promedio general para todo el país. Es ahí una de las causas de tantas viviendas afectadas o destruidas, y el motivo principal del abnegado esfuerzo realizado por la Defensa Civil.
Con la electricidad sucede lo mismo, en medio siglo de gobierno comunista, la élite no ha podido instalar en el país el sistema de cables soterrados. Dicho sistema permitiría sacar de circulación los anticuados postes y lo que es mucho mejor aseguraría la estabilidad del servicio eléctrico a la ciudadanía sobre todo durante la temporada ciclónica. Pero lamentablemente no ha sido así, las autoridades cubanas, conociendo de la magnitud de tales eventos y del impacto negativo que significan para la economía cubana, ha sido incapaz de prevenir lo ocurrido y tomar las medidas correspondientes para evitar las grandes afectaciones en la distribución de electricidad que afrontamos regularmente por los efectos de esos fenómenos naturales. Al igual que con las viviendas, casi todos los años tropezamos con la misma piedra por la falta de previsión de las autoridades.
En estos trágicos momentos millones de cubanos que se encuentran pasando hambre y todo tipo de calamidades, demandan con urgencia alimentos, avituallamientos, la construcción o reparación de sus casas dado que actualmente miles están viviendo hacinados en albergues y han perdido todas sus pertenencias personales y familiares. La gravedad de la situación nos indica que no es oportuno ni inteligente por parte de la élite que pretende vivir eternamente sobre los hombros del pueblo, caer en irresponsables retóricas políticas y absurdos
enfrentamientos. Lo que el pueblo cubano necesita es ayuda y socorro urgente, sea de quien sea y venga de donde venga. ¡Basta Ya! de enarbolar falsos pretextos, justificaciones y demandas absurdas. ¡Basta Ya! de discursos fanfarriosos y oportunistas en los que ya nadie cree.
En el transcurso de diez días hemos padecido dos feroces huracanes. El país literalmente está destruido. Por otra parte no existe la más remota evidencia de que el presidente de la República, comparezca públicamente, como es su deber, para darle una explicación al pueblo de la real magnitud del desastre y definir cual será la política que su gobierno asumirá con la ayuda procedente del exterior, y en particular con la cuantiosa ayuda ofrecida por los Estados Unidos.
¡Basta Ya! de ocultar las imperfecciones de un gobierno tiránico y unipersonal cuya mayor preocupación es que no salgan a la superficie toda su ineficiencia y errática administración. Gobierno diabólico y caprichoso al que nunca le importó aplicar los métodos más nefastos que se hayan conocido y que han llevado a la ruina total a un pueblo noble, trabajador, solidario y creativo como es el pueblo cubano. ¡Basta Ya! de abusos de poder y de injusticias. Cinco décadas de gobierno totalitario han sido más dañinas que todos los ciclones que han pasado por Cuba en toda su historia. ¡Basta Ya!
En nombre de la Dirección y Ejecutivo Nacionales del PSD5 firman la presente.
Fernando Sánchez López Antonio Torres Justo
Presidente. Vicepresidente.

Osmar Laffita Rojas Carlos Aitcheson Guzmán
Relaciones Internacionales Sec. Información.

Partido Solidaridad Democrática (PSD), calle Trocadero 414 bajos, entre Galiano y San Nicolás, La Habana, CP. 10200. Telefax: 866 8306, Pág. Web: http://www.psdcubano.org/

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