Lawton, La Habana, setiembre 25 de 2008, (SDP) Marta A. tiene más de cuarenta años y trabaja en una tienda de recaudación de divisas. Tiene una madre anciana que no puede valerse y dos hijos que mantener de su matrimonio fallido. El padre no encuentra tiempo ni ocasión para cumplir los deberes filiales para la asistencia y manutención a sus hijos.
Marta refiere: “La cosa está difícil para todo el mundo. Los productos se pierden y cuando aparecen, lo hacen con el precio aumentado. Nosotros vivimos de lo que podemos resolver… Me da lástima, no puedo hacer nada. Es la gente, o yo y los míos…”
El gobierno anunció recientemente el aumento de los precios del combustible en la prensa. El anuncio se produjo después que los precios fueron efectivamente aumentados. La gente calificó el hecho de emboscada. Algo hecho de forma conspirativa y sorpresiva. Todas las medidas impopulares tomadas desde 1959, han llevado la impronta de ese actuar conspirativo. Un estilo, por demás divorciado del compromiso parlamentario.
Ángel F. se gana la vida como botero. Esto es, que usa el auto de su propiedad para alquilar en los tramos de mayor tránsito de la capital. Gracias a él y otros como él, se alivia la formidable presión de un transporte público colapsado casi en su totalidad.
Ángel nos dice: “Voy a intentar seguir en la lucha con los nuevos precios de la gasolina. ¡Imagínate! Nos tienen sofocados, no hay dinero. No sé por qué ‘esta gente’ hizo eso. Nos pasan la cuenta por algo que les salió mal. Si la lista no da, habrá que subir la tarifa. Pero eso a ellos no les importa. ¡Nunca les hemos importado un carajo!”
No son los pocos los ciudadanos comunes que como nuestros interrogados, manifiestan sentirse manipulados, estafados y desde toda perspectiva, engañados por el gobierno raulista y su estilo incierto de gobernar desde la sombra. Para ellos, el gobierno les agrede por razones que aun no logran discernir.
En la nota que publicó el diario oficial Granma, el gobierno argumentó que los aumentos en los precios del combustible, fueron concebidos para responder a nuevas circunstancias en el mercado mundial de los crudos y el combustible fósil. Lo curioso es que la novedad mundial en este sentido fue, una disminución en los precios del crudo.
Los recientes y crecientes aumentos en los precios de diversos artículos de primera necesidad, no fueron anunciados ni comentados en la prensa. Aumentaron sus precios entre otros, la cerveza, el puré de tomate y la leche en polvo. El aceite comestible y los efectos electrodomésticos se venden con un 400% por encima de su precio de compra internacional. Los techos de zinc, fibrocem y otros obtenidos mediante ayudas exteriores o extraídas de las arcas de la reserva del estado, han sido vendidos a precios inflacionarios a los damnificados. Los colchones, para citar ejemplos son vendidos en más de 100 pesos CUC (moneda libremente convertible) en las llamadas tiendas de recaudación de divisas.
En su declaración fechada en setiembre 12 de 2008, Agenda para la Transición se refirió a la politización del tema de las ayudas. La ONG opositora señaló la responsabilidad del gobierno en la situación de crisis que confronta el país y criticó de forma acre, la decisión del gobierno cubano de rechazar la ayuda ofrecida por el gobierno de los Estados Unidos.
En otra declaración el Partido Solidaridad Democrática, que dirige Fernando Sánchez, se refirió a la inmensa responsabilidad contraída por el gobierno al no haber creado condiciones para que el pueblo de la Isla no se encontrara en la situación de abandono y miseria en que se encuentra. La declaración destaca que en cincuenta años, el gobierno permitió que se deteriorara la capacidad y el espacio habitacional de la Isla, entre otros rubros.
Diversas personalidades de tendencias diversas en el entorno político alternativo interno, coinciden en señalar insensibilidad en el actuar del gobierno cubano a la hora de enfrentar la crisis.
Carlos Jesús Menéndez Cervera, quien dirige con carácter interino el Proyecto de Bibliotecas Independientes, lo resumió así: “Esto ha sido una agresión injustificada al ciudadano. Lo cual desde un punto de vista más amplio presupone una agresión al conjunto de la sociedad civil cubana. Esta agresión ha sido perpetrada por un estado que no termina de asumir su responsabilidad en un desastre que nos afecta a todos y que constituye su única responsabilidad”.
Medidas erráticas tomadas de forma conspirativa y sin consultar a una ciudadanía indefensa, parece ser la tónica dominante del gobierno continuista de Raúl Castro.
jgonzafeb@yahoo.com
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