jueves, 11 de septiembre de 2008

La herencia de dos ciclones EDITORIAL Nro 37


No pensamos que estaríamos listos para hacer esta entrega. Cortes de electricidad y dificultades casi insalvables presagiaban que esta semana SDP faltaría a su cita, pero estamos aquí con nuestro mensaje, desde Cuba y para todos los cubanos. Esperamos que sepan disculpar la ausencia de algunos de nuestros redactores habituales. Estamos aquí, siempre a vuestra disposición.

Más allá de las pérdidas materiales, el paso con un intervalo inferior a los diez días de dos huracanes: Ike y Gustav, cierra una peligrosa parábola. Una alarmante escasez de alimentos, mas de 140 mil viviendas destruidas -según las conservadoras cifras oficiales- y la pérdida de la confianza en un importante sector de la población, parece ser la herencia dejada por el paso de los fenómenos meteorológicos.

En fecha reciente personalidades y ONG radicadas en Cuba provenientes de la oposición y la sociedad civil, han pedido a los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos que hagan una tregua y pongan sus esfuerzos en función de apoyar a los damnificados. La iniciativa no prosperó. Como para colmar la copa, el gobierno cubano se negó a aceptar la ayuda ofrecida por el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos y pudo conocerse que con posterioridad, se rechazó la ayuda ofrecida por la Unión Europea.

En el caso de los Estados Unidos, el gobierno fundamenta su negativa en que los norteamericanos exigen la presencia en la Isla de un grupo evaluador que supervise la entrega de la ayuda.

Los últimos ciclones, ponen de manifiesto la patética indefensión ciudadana que sufre el pueblo cubano. El gobierno de la Isla no se ha responsabilizado con la entrega inmediata de alimentos. La población no contó tan siquiera con velas y el gobierno se apresuró a cortar el fluido eléctrico en zonas que no se vieron afectadas directamente por el huracán o donde su efecto fue mínimo.

Los últimos ciclones han polarizado los ánimos en Cuba. Más temprano que tarde, el pueblo interioriza que el gobierno cubano, tiene objetivos estratégicos más importantes que su bienestar. Ya se sabe que cuando el gobierno habla de soberanía, no se refiere a la voluntad soberana del pueblo.
SDP

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