jueves, 25 de septiembre de 2008

Desastres y pasatiempos, Odelín Alfonso Torna


Arroyo Naranjo, La Habana, septiembre 25 (SDP) Ya se preparan los equipos para la venidera Serie Nacional de Béisbol. No todos completan oficialmente su nómina de jugadores. La preparación determinará quienes integrarán los 16 equipos que toparán entre sí, con una extensa cuota de 90 juegos en la etapa clasificatoria.

El pasatiempo nacional llegará el 30 de noviembre. Será la dosis exacta en medio de la hambruna y la destrucción dejada por los huracanes Gustav y Ike. Para los fanáticos afectados por el fenómeno, la escasez de alimento, el techo a medio conseguir y los improvisados espectáculos del Ministerio de Cultura, pasarán a un segundo plano.

También dará inicio la “tripleta”, juego ilícito que se practica en algunos parques capitalinos y con el que los fanáticos, los más afortunados, ganan algún dinero para sobrevivir. No estarán exentos sus más fieles habituales, banqueros y apuntadores, del asedio por parte de la policía. Ante la proximidad de la “fiana”, como se le llama a los carros patrulleros, no quedará ni lista ni billete.

Sin dudas estaremos en presencia de un pasatiempo sobre otro. Para ser certero en la apuesta de la tripleta, se requiere de un monitoreo constante de las estadísticas actualizadas de bateo y pitcheo en la serie, además de conocer las Sub-Series que se avecinan entre dos novenas y sus posibles pitcher abridores.

La tripleta se resume en los vaticinios y las probabilidades de cada individuo con respecto los juegos ganados y perdidos de un determinado equipo, no necesariamente su predilecto. Por ejemplo, si es anunciada la Sub-Serie de tres juegos entre Industriales y Pinar del Río, cada quien apuesta por anticipado. Como en el juego de la bolita, el listero recoge las anotaciones individuales en las que se registra el número de derrotas y victorias entre los contrincantes en el terreno.

La esquina caliente del Parque Central será otro de los pasatiempos. A pocos metros de la estatua del apóstol José Martí, se reavivará el contrapunteo beisbolero. Saldrá a relucir el héroe o el que estropeó el juego en la jornada anterior. El manager que perdió el juego por no jugar al toque de bola o el pitcher que por soberbia propinó un pelotazo con el conteo a su favor.

Faltan dos meses y siete días, desde el momento en que escribo este texto hasta el día inaugural de la XLVIII Serie Nacional de Béisbol. Miles de afectados por los fenómenos Gustav y Ike batallan por recuperar lo perdido en un juego que decidirá su suerte en extra innings. Se encuentran en conteo de tres y dos con las almohadillas llenas. Esperan el batazo, o lo que es igual, una respuesta digna del gobierno, sólo que este se encuentra en su peor temporada.

¿Que será de la convivencia entre los miles de albergados a la hora de decidir si la novela o la pelota?

A última hora, el Comisionado Nacional de Béisbol, decidió que Cuba no participará en la copa de las Américas, en Venezuela, la que otorga dos boletos para el II Clásico Mundial (WBC). De todas formas, la selección cubana tiene asegurada su plaza en el evento, previsto para el próximo año.

Mientras el Gobierno Cubano apela a jugar con su reserva en la recuperación, los adeptos a la tripleta y los gallos de la controversia beisbolera del Parque Central, afinan su ofensiva.

Otra vez el pasatiempo beisbolero en virtual encuentro con las secuelas de una activa temporada ciclónica. Que gane el mejor. Yo me voy con los ilegales de la tripleta, que saben luchar sus frijoles.
odelinalfonso@yahoo.com

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