Playa, La Habana, setiembre 25 de 2008, (SDP) La nota informativa firmada por el Secretariado Ejecutivo Nacional de los CDR apareció en el rotativo Granma tras el paso de los ciclones Gustav e Ike para luego ser divulgada por todos los medios de comunicación del país. En ella se consigna que el VII Congreso de la organización se traslada para los días 8 y 9 de noviembre próximo, debido a la devastación causada por los huracanes. La nota aclara que “la actividad programada para el día 27 esperando el 48 aniversario de los CDR, tendrá un contenido de carácter político sin la tradicional Fiesta Cederista”
De esto último se infiere que la próxima velada del 27 no tendrá como elemento celebrante a la popular “caldosa”, generalmente elaborada sobre el parterre de la acera, en una paila o caldero gigante encima de un fogón improvisado en tres piedras. Creo que la decisión es sensata y realista. De verdad que la gente no está para congresos ni nada que se le parezca.
Si antes estaba inmersa en la lucha por la subsistencia como única razón existencial, ahora esta concentrada y ensimismada en la parte específica de la sobrevivencia inherente a la alimentación. Decididamente el cubano esta resuelto, si es que la cosa fuera de morirse, a morir con la barriga llena.
Por eso desde que se tira de la cama hasta que se reencuentra con la almohada, no hace otra cosa que andar detrás del boniato y la calabaza. Erizado y sigiloso y con la vista y el cerebro puestos en los movimientos de la bodega y el agro mercado. Viendo como a cada momento los frijoles suben de precio y los plátanos, tumbados antes de tiempo por el ciclón, llegan a la venduta más revejidos y algo apolismados de tanto trasiego y tanto jelengue de aquí pa’lla.
Por eso no le da ni frío ni calor, no le va ni le viene, que el congreso se posponga o se suspenda del todo. Seguramente la actividad a nivel de cuadra se limite a la lectura del comunicado habitual y los asistentes sean menos que los del año anterior. A fin de cuentas no es posible el gasto de bebida, de ingredientes y el empleo de una cabeza de puerco para la elaboración de la caldosa, en medio de la desesperación dejada por la reciente ventolera.
Nadie tendría cara para tocar en la puerta del vecino en procura de una viandita para la fiesta del comité como se ha venido haciendo desde décadas, porque si bien el gobierno instrumenta y promueve la pachanga y el jolgorio, los gastos siempre corren por los vecinos.
De todos modos, los CDR, antes del ciclón, andaban ya a poca carga luego de casi 5 décadas de convocar, vigilar y en buena medida encabezar el invento a nivel de cuadra. Esto último lo define como un verdadero poder en su radio de acción sin cuya aprobación y consentimiento no se puede dar un paso en el espinoso camino de la sobrevivencia.
A semejanza con San Pedro, el CDR de la cuadra tiene la llave para abrirte la puerta del camino corto y anchuroso del mejoramiento y la prosperidad personal, o para lanzarte por los oscuros vericuetos donde la policía nacional y la seguridad del estado son los guardacantones o garantes de la senda prefijada.
Exigentes y meticulosos en un tiempo, hoy te ofrecen su protección e influencia con el único mandato de que vivas en el simulacro. Sin decir lo que sientes y sueñas. Sólo aparentar fidelidad al socialismo y a los dos hermanos. En un tiempo te exigían fidelidad al Comandante. Hoy no pueden pedirte aquello de lo cual ellos mismos carecen.
osmagon@yahoo.com
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