Lawton, La Habana, setiembre 4 de 2008, (SDP) Pablo Milanés declaró emocionado en La Habana, ser revolucionario y antiimperialista. Lo hizo cuando aclaró el profundo sentido que para él tiene, ofrecer un concierto en el anti estético Protestódromo, construido frente a la sede de la Sección de Intereses de Norteamérica (SINA) en el Vedado, en La Habana.
El espacio arquitectónico consagrado a la realización de actividades políticas y conciertos al aire libre, se ha convertido en espacio prestigiado para artistas que desean manifestar algún grado de identificación con la dictadura cubana. Oficialmente está bautizado como ‘Tribuna Antiimperialista’.
Cuando a raíz de los fusilamientos de 2003 y de la ola represiva que sobrevino, Pablo Milanés hizo declaraciones críticas de ambos hechos, creí sinceramente que el cantor se había puesto definitivamente los pantalones. Que reivindicaba su permanencia en las UMAP y cada una de las humillaciones sufridas a lo largo de los años. Pero todo está sujeto a mutaciones. El honor también.
Gorki Águila es el líder de la banda de rock ‘Porno para Ricardo’. Se trata de un músico rebelde, difícil y bastante incómodo para las autoridades de la Isla: No es revolucionario ni antiimperialista. Es sólo cubano o como el mismo se define, en una forma
deliciosamente irreverente: “Soy porno, soy popular”.Gorki ha tenido algunos desencuentros con las autoridades de la Isla por sus posturas y pronunciamientos públicos. Recuerden que no es revolucionario, tampoco antiimperialista y por añadidura, porno y popular.
La policía arrestó a Gorki en su casa. Por intercesión de uno de esos delegados del llamado Poder Popular, el músico sería eventualmente acusado del delito ‘peligrosidad social’. Esta figura de delito permite encarcelar a cualquier persona sin que esta haya cometido falta de ninguna índole. Sólo es necesaria la presunción policial que puede cometer una ofensa punible en cualquier momento. No es necesario delinquir. Con la mera presunción, basta.
De inmediato hubo una movilización de factores internos y externos. Los músicos de la banda de Gorki, junto a figuras destacadas de la sociedad civil e incluso de la política, más amigos y simpatizantes protestaron la injusticia. Un grupo de ellos, entre los que se encontraron La bloguera Yoani Sánchez, su esposo, músicos de Gorki y otros, acudieron a Pablo Milanes para que intercediera ante las autoridades de la Isla. El afamado músico, se negó de plano a respaldarlos.
En tanto, policías disfrazados arremetieron contra el grupo y como se dice por acá, les propinaron una tranca de campeonato. No se debe acudir al Protestódromo para reclamar solidaridad contra las decisiones y los actos de la dictadura o de cualquiera de sus turiferarios. La respuesta oficial ante pronunciamientos como este, no ha cambiado mucho. A despecho de los cambios ‘promovidos’ por la administración de Raúl Castro, informados por la prensa extranjera acreditada e importantes medios internacionales, (españoles fundamentalmente) la respuesta oficial sigue el viejo estilo de Castro el mayor.
La buena noticia es que a pesar de la tranca, Gorki fue liberado y se le impuso una multa de 600 pesos cup. Una victoria merecida para todos los demócrata
s cubanos.
En relación con los golpeados, ninguno manifiesta estar arrepentido de su proceder. Yoani Sánchez, laureada con el premio de periodismo Ortega y Gasset, fue golpeada a pesar de que no es porno y es popular. Aunque la reconocida bloguera, ha declarado no ser disidente, ni participar en ninguna organización de carácter político, a pesar de haber sido clasificada por una prestigiosa revista norteamericana entre sus cien personas más destacadas, fue golpeada con su esposo, en igualdad de condiciones junto al resto.
En Cuba, si no se va a aplaudir al gobierno como este espera ser ovacionado, siempre se corren riesgos. Aunque no se sea disidente y no se esté a favor o en contra. Basta con ser popular, que no hace falta ser porno.
jgonzafeb@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario