jueves, 5 de febrero de 2009

CON SOMBRERO Y SIN EL editorial nro. 54


Fue Chaflán, el excelente humorista cubano ya fallecido, quien nos dio el pie forzado. Con sombrero, de broma y sin sombrero, muy en serio. La situación cubana tiene también dos variantes: la exterior con sombrero y la interior sin él.

Mientras todos los santos apoyan al Diablo desde ultramar, Cuba adentro, el pueblo aprendió a rechazar a la dictadura, de forma inequívoca, alto y claro.

Lamentablemente, algunos de nuestros políticos no han estado a la altura de los más altos intereses del pueblo cubano. Se pelean entre si o se comportan como ineptos aprendices que esperan, como pichones en el nido, por alguien que les alimente y saque sus castañas del fuego.

Ojala se impongan los hombres y mujeres capaces de laborar modesta y silenciosamente para la libertad. Esa gente veterana y capaz de hacer su trabajo, de respetar la libertad y la identidad del otro, sin descalificaciones. No hay por qué preocuparse mucho. Trabajan esforzadamente y lentamente, los frutos de este accionar serán conocidos por todos.

Los problemas de la dictadura no los resolverán Zapatero y Moratinos. Tampoco los presidentes latinoamericanos a quienes se les quedó olvidada su integridad, sobre la mesa negociadora en que aceptaron planos de igualdad, con viejos tiranos entorchados.

La buena noticia es que Cuba está llena de cubanos, incapaces de vivir como chinos o como coreanos. Intoxicados terminalmente de cubanía. Gente que cede a la compulsión y llena una plaza, que sigue su vocación y horas después, llena una embajada. Mal que bien y más temprano que tarde, ya se descubren grietas en la telaraña del miedo ambiente. Es en estas grietas desde donde se enciende la pequeñísima llama precursora que desde abajo consumirá a la dictadura.

No son los políticos europeos o latinoamericanos quienes decidirán el futuro político de Cuba. Son los jóvenes a quienes la dictadura califica de holgazanes, quienes con su negativa a trabajar como esclavos por nada, dan su batalla para la libertad. Los desalojados por ilegales del techo que les negó la dictadura, los que no tienen nada más que sus pobres viditas sin ilusiones. Por ellos y para ellos, Cuba será libre. Ellos son la Cuba real.

Las dos caras de la actualidad política cubana se nos muestran con sombrero para la bachata mediática triunfalista de ultramar y sin él, para la insoluble crisis interna que lo asola todo. Definitivamente, la solución cubana viene desde abajo y clama a grito pelado… sin sombrero.
SDP

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Chaflan..., si recuerdo porque lo conoci en Varadero en mas de una ocasion..., muchos se preguntaban por que si era un excelente comino se movia entre Santa Clara Y varaderopero nunca para La Habana ni ha hacer teatro o cabaret.
Cuando murio todos entendimos, recibio los homenajes como agente del la Seguridad del estado que era..., y se formo el corre corre en Santa Clara... ! el tipo era chiva !

Anónimo dijo...

Quise decir comico no comino, bueno casi era un comino porque era muy bajito.