jueves, 30 de octubre de 2008

CARTELES Y TEATRO, Amarilis C. Rey



Managua, La Habana. 30 de octubre de 2008, (SDP) En estos días un renacer de letreros y de expresiones públicas antigubernamentales, nos llega desde muchos lugares del país.

Lo que, a diferencia de otras etapas o momentos similares vividos en todos estos años, el actual lenguaje tiene mayor vuelo. Es como si un humor sutil hubiera llegado al escenario.

Por estos días, en el portal de una bodega de la barriada marginal conocida como El Moro, en el municipio habanero Arroyo Naranjo, vecinos del lugar afirman la aparición de un letrero con la siguiente inscripción:

“Fidel es el pico, Raúl es la pala, y la revolución es el hueco”.

A su vez, en el otro extremo de la ciudad, residentes de la ultramarina Regla, comentan que varios carteles aparecieron en lugares públicos, debido entre otros motivos, al descontento provocado por varios casos de desalojos, efectuados en la zona.

Entre otros textos se encontraba: “Ya la china esta sacando las garras”.

Escrito en una pared, en áreas interiores de la fábrica de neumáticos y otros artículos de goma en el Cotorro se proclamaba:

“Abajo Fidel”, aunque todos conocemos que esta frase, de muchas ocasiones, ya es historia, pues la salud lo abandonó.

Desde Ranchuelo, en Villa Clara (centro de la isla) un colega informó recientemente que un grupo de jóvenes, a la salida de una fiesta nocturna, mientras caminaban por la principal calle de la localidad gritaban “Abajo las cenizas de Vilma”. Eso debe ser humor negro.

Pero lo que parece tener un mayor grado de originalidad de lo último conocido sobre la temática, ocurrió la semana pasada en un ómnibus de la ruta P-6.

En los ómnibus de esa ruta y en los del P-8, no es extraño ver a un señor, de mediana edad, que al parecer vive en la barriada de Mantilla, viste de manera estrafalaria y no con mucha higiene, lleva consigo una pequeña cruz de madera y lanza exhortaciones a toda voz a arrepentirse de los pecados y obedecer a Cristo.

Cuando ese señor estaba en una de sus improvisadas arengas religiosas dentro del ómnibus, y tras levantar la cruz y decir con gran énfasis, “Pídanle a Cristo por sus necesidades”, se escuchó la voz de un joven que desde un extremo del vehiculo expreso:

“Que más le vamos a pedir, si ya mandó dos ciclones. Lo demás tenemos que hacerlo nosotros mismos”. La risa recorrió el bus de un extremo a otro.

. Hoy el país se asemeja más que nunca a un gran teatro. Lo que no está muy claro, al menos para mi, es que tipo de obra estamos presenciando y cuando se terminará esta función.
amarilisrey@yahoo.com

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