jueves, 16 de octubre de 2008

UN NUEVO MODO DE CONTROL SOCIAL, Guillermo Fariñas Hernández




Villa Clara, octubre 16 de 2008, (SDP) Un viejo campesino de la provincia Pinar del Río expresó con campechana humildad que el Ike era huracán número 12 que cruzaba por su casa y que él y sus familiares ya estaban acostumbrados, a sufrir los embates de estos fenómenos atmosféricos. Con sencillez dijo: “Le pongo tejas nuevas a la casa y sigo en mi tierra”.

Tras esta frase del labriego de la más occidental de las provincias, vinieron toda una serie de consignas por parte del entrevistado, donde dijo tener esperanza de recibir ayuda. El cultivador apoyó verbalmente al proceso político encabezado por los hermanos Castro y miró a la cámara de televisión con resignación.

Para los observadores extranjeros menos avezados en las interioridades de Cuba, todo estaba bien entre aquel guajiro y la Revolución. Pero para aquellos analistas de la realidad cubana que vieron la entrevista, el damnificado pinareño, a contra pelo de sus palabras, criticó veladamente al sistema comunista en el poder.

En la recién desvastada isla, lo que dicen sus habitantes es necesario interpretarlo entre líneas. Esto se debe a que sobre las conciencias de los cubanos gravita el miedo a ser reprimidos por lo que expresan oralmente. Es por eso que las quejas no se hacen directas, sino encubiertas en un supuesto apoyo al poder.

Precisamente, aquí es donde aparece y se enraíza el concepto de Doble Moral, un mecanismo de defensa usado para no padecer represalias y que abarca a la inmensa mayoría de todo el tejido social del país.

Ninguno de los organismos encargados de vigilar a los ciudadanos puede saber verdaderamente qué piensan los espiados.

Este campesino envió un mensaje críptico en apariencia y crítico por deducción. Se puede sintetizar en esta exclamación: ¡Si la Revolución Socialista Cubana es tan bondadosa con sus seguidores, entonces por qué a este hombre no le han dado materiales constructivos para tener un techo que resista huracanes!

¿Le interesará a los que detentan el poder en Cuba resolver, de manera definitiva, un tipo de vivienda que pueda arrostrar con éxito estos fenómenos naturales? La gran parte de los especialistas en el contexto isleño creen que la respuesta más adecuada sería, ¡No!

Los perjudicados por las catástrofes de la naturaleza, en cada caso, tienen que depender de los recursos materiales que les entrega el estado totalitario. Pero si estos materiales son poco resistentes, siempre quedan a merced de los gobernantes.

Resulta sospechoso que el gobierno fidelista no se haya pronunciado ni indirectamente sobre el llamamiento de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) cuando esta entidad, en carta abierta, pidió que se hiciera una moratoria sobre las exportaciones de cemento.

Esto se llama Control Social, aunque algunos, algo más radicales en sus concepciones, le dicen Chantaje Social. Es el terror a no ser tenido en cuenta por la nomenklatura y sobre todo, a resultar perjudicado en la esfera material.

Cuba es un país tropical por el que pasan periódicamente huracanes, si uno se convierte en un opositor al gobierno, entonces cuando se es víctima de un desastre, el estado no te ayuda y te vuelves un paria.

Recuérdese que cuando se reparten bienes materiales de algún tipo, la entidad que determina si el ciudadano está apto o no para obtenerlo, son los Comités de Defensa de la Revolución, el organismo encargado de espiar cuadra por cuadra a toda la ciudadanía. Son una especie de entidad paramilitar de delación y auxilio de los cuerpos policiales o de contrainteligencia, caracterizada por la incondicionalidad a quienes ejercen el poder. Su principal tarea es vigilar a los enemigos de la Revolución.

Con la entrega o no del cemento y el acero para techar una casa cubana, se descubre otra modalidad de tragedia dentro de la nación. El traspaso masivo de tejas de fibrocemento después de pasar un ciclón, es un pequeño apósito ante una hemorragia. El ambiente imperante en la isla permite el ejercicio de este nuevo modo de control social.
cocofari62@yahoo.es

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