La Habana, octubre 23 de 2008, (SDP) Una cantidad impresionante de inspectores y policías siembra el terror entre la ciudadanía en la Isla. La imposición de un paquete de medidas dirigidas a hacer frente a la crisis estructural y económica, con el acento puesto en la represión, trae aparejadas violaciones flagrantes a los derechos de los cubanos.
Si usted lleva un artículo de más y despierta la suspicacia de la policía, será arrestado, conducido a un centro de detención, acusado de especulación o cualquier otro delito económico y allí un juez le condenará sin juicio. Será conducido de forma expedita a un campo de trabajos forzados, donde extinguirá una sanción de al menos un año.
Esta es una situación similar a la confrontada en la década de los años 60, en que muchos ciudadanos fueron enviados a los campos de trabajos forzados de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción).
La creación de aquellos campos, constituyó en opinión de juristas independientes cubanos consultados, un delito internacional tipificado de genocidio. Como es de sobra conocido, Raúl Castro el actual presidente, sería uno de los presuntos implicados por la comisión de este delito en aquella ocasión.
La falta de compromiso del mundo libre de aquel momento, propició la impunidad del régimen cubano. Esta impunidad ha dado cobertura para que se instrumente y se lleve a cabo al cierre de esta información, una nueva temporada de persecuciones y flagrantes violaciones a la Declaración Universal de los Derechos Humanos en Cuba. Nuevamente es Raúl Castro la figura protagónica en este nuevo capítulo de campamentos de trabajos forzados y violaciones al derecho de los cubanos.
SDP
Si usted lleva un artículo de más y despierta la suspicacia de la policía, será arrestado, conducido a un centro de detención, acusado de especulación o cualquier otro delito económico y allí un juez le condenará sin juicio. Será conducido de forma expedita a un campo de trabajos forzados, donde extinguirá una sanción de al menos un año.
Esta es una situación similar a la confrontada en la década de los años 60, en que muchos ciudadanos fueron enviados a los campos de trabajos forzados de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción).
La creación de aquellos campos, constituyó en opinión de juristas independientes cubanos consultados, un delito internacional tipificado de genocidio. Como es de sobra conocido, Raúl Castro el actual presidente, sería uno de los presuntos implicados por la comisión de este delito en aquella ocasión.
La falta de compromiso del mundo libre de aquel momento, propició la impunidad del régimen cubano. Esta impunidad ha dado cobertura para que se instrumente y se lleve a cabo al cierre de esta información, una nueva temporada de persecuciones y flagrantes violaciones a la Declaración Universal de los Derechos Humanos en Cuba. Nuevamente es Raúl Castro la figura protagónica en este nuevo capítulo de campamentos de trabajos forzados y violaciones al derecho de los cubanos.
SDP
1 comentario:
UNA VERGUENZA!!!
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