Managua, La Habana. Octubre 16 de 2008. (SDP). No cabe duda, ser periodista independiente en Cuba, es como estar en varias dimensiones. Cuando el viaje lo haces por propia voluntad, el asunto es de responsabilidad unilateral. Pero cuando son otros los que deciden que realices la excursión, la cosa es fastidiosa.
El régimen no sólo nos insulta y ataca de forma casi permanente, sino que además nos ha descalificado de manera tajante por no haber sido titulados como periodistas en sus universidades o no haber desempeñado la profesión en sus medios. Cuestión esta no cierta en su totalidad.
Recordemos que esa fue uno de los argumentos esgrimidos en conferencia de prensa por el ministro de relaciones exteriores, Felipe Pérez, después de la ola represiva de marzo de 2003.
Pero cuando la oficialista Unión de Periodistas de Cuba, nombró a Fidel y Raúl Castro –le hicieron hasta públicos regalos- como periodistas, el buen canciller nada dijo de la carencia de titulación y de profesionalidad periodística de esos dos ciudadanos.
Pero los periodistas independientes, algunos con mucho oficio, están presentes en innumerables medios alrededor del mundo, a la vez que en muchas partes se clama por la puesta en libertad de los 26 comunicadores que en la actualidad se encuentran tras las rejas de las prisiones del régimen de La Habana.
Y dentro de todo ese panorama, el director del periódico miamense El Nuevo Herald, Humberto Castelló, se declaró este cinco de octubre en Madrid, dentro del entorno de la reunión 64 de la Sociedad Interamericana de Prensa, vocero de la prensa independiente de la isla.
“Ya no hay voces propias, me tienen que utilizar a mi como vocero”, dijo el señor Castelló.
¡Le zumba la berenjena! Que forma tan burda de tratar de desconocer el sacrificio, la valentía y el talento de personas que día a día luchan a favor de reconquistar la libertad de prensa en Cuba, y con ello obtener para todos los cubanos libertades políticas.
Se impone que Castelló de disculpas públicas por su declaración y por asumir el rol de vocero de la prensa independiente cubana que nadie le otorgó. Creemos, quizás dentro de un viejo estilo, que es necesario tener hidalguía para ser director de un periódico. Sería apropiado que este colega lo demuestre.
No parece haber nada en contra de que en momentos determinados, exista un “vocero” de los periodistas independientes, pero la lógica más elemental y el pudor más simple, indican que ese papel tiene que contar con el visto bueno de los representados.
En estos lares reina el espíritu de tener las mejores relaciones con todos los periodistas, y en particular con los cubanos, estén en el país que estén. Pero se sabe de antaño que el respeto mutuo entre las personas sirve de base y sostén a cualquier tipo de relación. O de manera más gráfica, como indica el mandato bíblico, al prójimo como a ti mismo.
fornarisjo@yahoo.com
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