Lawton, La Habana, 21 de Octubre del 2008, (SDP) Por enésima vez se a votar en la Asamblea General de la ONU, la propuesta castrista para que los Estados Unidos levanten el bloqueo económico. Si no fuera, tan reiterativo, quizás valdría la pena discutirlo en ese foro. Pero deja de ser un asunto serio a partir de un análisis muy somero y nada profundo en el marco de 2 cuartillas. Para eso ¡cuando no!, preciso de una breve reseña histórica.
El Acta de embargo, fue firmada por el difunto presidente John F. Kennedy en 1961. Eso, sin embargo no evito que hasta finales de los 60, subsidiarias norteamericanas comerciaran con Cuba, incluso en una época que esta recibía de la URSS, subsidios por valores que oscilaban entre 1.9 y 3.5 billones de USD anuales (sin incluir la ayuda militar), estas eran firmas radicadas fundamentalmente en México, Panamá, Alemania, Japón y se encargaban no sólo de traer artículos que la decrépita e inoperante industria socialista no era capaz de producir. Dos ejemplos de ello: la habilitación en los 70 de todo el equipamiento de la Televisión Cubana en Japón, los 700 ómnibus Hino y los equipos pesados Hitachi. Otros se hicieron llegar a la URSS a quien si se le aplicaba rigurosamente, un bloqueo de proporciones estratégicas.
Los hábiles muchachotes del Dpto. Z durante casi 10 años, crearon un tinglado de seudo empresas en todo el mundo, para ROMPER EL BLOQUEO. Esto permitió por única vez, durante 5 cortos años, que el pueblo de Ciudad Habana prescindiera de la odiosa libreta de racionamiento. Y digo Ciudad de La Habana, porque en las provincias la cosa mejoró, pero no a esos niveles.
Desde 1962 hasta 1989, el asunto de marras nunca fue objetivo prioritario de la política exterior castrista. Era más un ejercicio retórico, que una necesidad imprescindible. Pero en Cuba, (siempre hay un pero) se nos acabó el cuerno de la abundancia y como habíamos tocado el violín durante 30 años, se nos cayó el cielo sobre la cabeza y nos dimos cuenta que no habíamos guardado para el invierno,
No se le puede negar capacidad de maniobra al Antiguo presidente, se revolvió duro, invocó favores pasados, sacó algunos ahorritos y estabilizó la nave hasta donde la escora permitiera seguir a flote. Era el temido (para los cubanos de a pie) PERIODO ESPECIAL.
Ahí apareció el primer abanderado de la lucha contra el criminal Bloqueo, el hoy pintor de desnudos femeninos lic. Roberto Robaina, quien fue impuesto por el Antiguo, por sus atabales, aun en contra de la opinión del Actual y otros actuales, como Ministro de Relaciones Exteriores. Esto a pesar de que el sempiterno aspirante a la cartera y que si tenía un aval considerable y una innegable preparación académica y práctica: no alcanzó dulces. El premio de consuelo para este fue, el de presidente del coro, perdón, de la Asamblea Nacional.
Resuelto el incidente palaciego, el Antiguo instruyó a su delfín, como lo llamó, para su desgracia, posterior, el Ministro de Aznar, Abel Matutes, sobre cual sería su función prioritaria.
Esta no era otra que combatir por todos lo medios el Bloqueo Imperialista, sin importar modos ni formas. De ahí, nos encontramos a Robertico y a su carnal Contino Aslan, jinetear desde gasolina hasta champú en Holanda, Francia, Italia y quien sabe si en Malasia. Después pasó a mejor vida, dicen unos que por descrédito ante los ojos del Antiguo, otros dicen que por estar envuelto en amoríos con una ministra colombiana y hasta un incidente turbio envuelto en el hálito del jineterismo (no de Champú precisamente). No sé, lo cierto es que lo destituyeron tan rápido como entró en escena.
Aquí entró el actual Felipito, que obediente como el anuncio de RCA Víctor, repite hasta el cansancio todos los años el mismo show. A mí se me parece al de George y Mildred, aquellos comediantes británicos. No por el libreto, sino por los aplausos grabados en el Minrex y editados para que parezcan de la Asamblea General de la ONU. Como no me queda mucho espacio, para evitar el bostezo, una sola pregunta:
Si tenemos bloqueo o Guerra económica como dice Felipito, como es que debemos (sin contar las deudas de la Madrecita Rusia y la Hermanita Venezuela) ,13.8 BILLONES de USD a 19 países, todos, por cierto; amiguísimos de los Estados Unidos y que votan hasta con los pies
en contra de su aliado natural y estratégico, a favor de Cuba.
No sé, pero me parece que no es bloqueo lo que se quiere levantar, sino las barreras crediticias implícitas en ese cuerpo legal, que le permitirían a los amigos de Estados Unidos cobrar, eso que en cualquier momento van a tener que llevar a fondo perdido.
Vaya Ud a saber. Mientras tanto, preparen refresco, cerveza, o agua, de acuerdo a lo que tenga y dispóngase a disfrutar de otro capitulo de la serie: Súper Felipe contra el Bloqueo (no contra los amigos de Cargill, KFC, ADM y comparsa) pase buenas noches.
primaveradigital@gmail.com
El Acta de embargo, fue firmada por el difunto presidente John F. Kennedy en 1961. Eso, sin embargo no evito que hasta finales de los 60, subsidiarias norteamericanas comerciaran con Cuba, incluso en una época que esta recibía de la URSS, subsidios por valores que oscilaban entre 1.9 y 3.5 billones de USD anuales (sin incluir la ayuda militar), estas eran firmas radicadas fundamentalmente en México, Panamá, Alemania, Japón y se encargaban no sólo de traer artículos que la decrépita e inoperante industria socialista no era capaz de producir. Dos ejemplos de ello: la habilitación en los 70 de todo el equipamiento de la Televisión Cubana en Japón, los 700 ómnibus Hino y los equipos pesados Hitachi. Otros se hicieron llegar a la URSS a quien si se le aplicaba rigurosamente, un bloqueo de proporciones estratégicas.
Los hábiles muchachotes del Dpto. Z durante casi 10 años, crearon un tinglado de seudo empresas en todo el mundo, para ROMPER EL BLOQUEO. Esto permitió por única vez, durante 5 cortos años, que el pueblo de Ciudad Habana prescindiera de la odiosa libreta de racionamiento. Y digo Ciudad de La Habana, porque en las provincias la cosa mejoró, pero no a esos niveles.
Desde 1962 hasta 1989, el asunto de marras nunca fue objetivo prioritario de la política exterior castrista. Era más un ejercicio retórico, que una necesidad imprescindible. Pero en Cuba, (siempre hay un pero) se nos acabó el cuerno de la abundancia y como habíamos tocado el violín durante 30 años, se nos cayó el cielo sobre la cabeza y nos dimos cuenta que no habíamos guardado para el invierno,
No se le puede negar capacidad de maniobra al Antiguo presidente, se revolvió duro, invocó favores pasados, sacó algunos ahorritos y estabilizó la nave hasta donde la escora permitiera seguir a flote. Era el temido (para los cubanos de a pie) PERIODO ESPECIAL.
Ahí apareció el primer abanderado de la lucha contra el criminal Bloqueo, el hoy pintor de desnudos femeninos lic. Roberto Robaina, quien fue impuesto por el Antiguo, por sus atabales, aun en contra de la opinión del Actual y otros actuales, como Ministro de Relaciones Exteriores. Esto a pesar de que el sempiterno aspirante a la cartera y que si tenía un aval considerable y una innegable preparación académica y práctica: no alcanzó dulces. El premio de consuelo para este fue, el de presidente del coro, perdón, de la Asamblea Nacional.
Resuelto el incidente palaciego, el Antiguo instruyó a su delfín, como lo llamó, para su desgracia, posterior, el Ministro de Aznar, Abel Matutes, sobre cual sería su función prioritaria.
Esta no era otra que combatir por todos lo medios el Bloqueo Imperialista, sin importar modos ni formas. De ahí, nos encontramos a Robertico y a su carnal Contino Aslan, jinetear desde gasolina hasta champú en Holanda, Francia, Italia y quien sabe si en Malasia. Después pasó a mejor vida, dicen unos que por descrédito ante los ojos del Antiguo, otros dicen que por estar envuelto en amoríos con una ministra colombiana y hasta un incidente turbio envuelto en el hálito del jineterismo (no de Champú precisamente). No sé, lo cierto es que lo destituyeron tan rápido como entró en escena.
Aquí entró el actual Felipito, que obediente como el anuncio de RCA Víctor, repite hasta el cansancio todos los años el mismo show. A mí se me parece al de George y Mildred, aquellos comediantes británicos. No por el libreto, sino por los aplausos grabados en el Minrex y editados para que parezcan de la Asamblea General de la ONU. Como no me queda mucho espacio, para evitar el bostezo, una sola pregunta:
Si tenemos bloqueo o Guerra económica como dice Felipito, como es que debemos (sin contar las deudas de la Madrecita Rusia y la Hermanita Venezuela) ,13.8 BILLONES de USD a 19 países, todos, por cierto; amiguísimos de los Estados Unidos y que votan hasta con los pies
en contra de su aliado natural y estratégico, a favor de Cuba.No sé, pero me parece que no es bloqueo lo que se quiere levantar, sino las barreras crediticias implícitas en ese cuerpo legal, que le permitirían a los amigos de Estados Unidos cobrar, eso que en cualquier momento van a tener que llevar a fondo perdido.
Vaya Ud a saber. Mientras tanto, preparen refresco, cerveza, o agua, de acuerdo a lo que tenga y dispóngase a disfrutar de otro capitulo de la serie: Súper Felipe contra el Bloqueo (no contra los amigos de Cargill, KFC, ADM y comparsa) pase buenas noches.
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