Santa Clara, Villa Clara, octubre 23 de 2008, (SDP) Los órganos de Inteligencia-Contrainteligencia de todo estado son entidades punitivas. Si vemos el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el adjetivo Punitivo dice: (Del latín punitum, supino de punire, castigar) Perteneciente o relativo al castigo. Justicia Punitiva.
Dentro del termino castigar podemos encontrar varias interpretaciones, una de ellas es el sinónimo inhabilitar. Pero alguien inhabilitado puede ser invalidado. A su vez, es anulado. Si buscamos los similares del verbo anular, arribamos a uno que nos hace temer por las vidas humanas: matar.
El Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, señor Felipe Pérez Roque ha dicho: “Nuestra Revolución Socialista sancionó severamente a los traidores, que trabajan para una potencia extrajera en contra de su pueblo, pero siempre apegados a las leyes y sin aplicarles la pena capital a ninguno de ellos”.
Poco respeto merecen las declaraciones de este vocero del régimen castrista, son varios los analistas de la realidad cubana que lo tildan de embustero. Esa afirmación de que no se asesina a los oponentes pacíficos al gobierno, es incierta, manipuladora, sesgada y sobre todo cínica.
Los observadores nacionales e internacionales ven con marcada preocupación el exterminio lento de los disidentes considerados peligrosos por los aparatos represivos cubanos. Un ejemplo de estos fue la muerte de Miguel Valdés Tamayo. Este, a pesar de padecer una enfermedad cardiaca, no le fue permitido salir al exterior a curarse.
Tras el regreso a Cuba del líder opositor Héctor Palacios Ruiz y su esposa Gisela Delgado Sablón, quienes recorrieron varios países de Europa y América, en plan de curación por las graves enfermedades de Palacios, se pudo conocer que en los exámenes clínicos apareció en sangre un elemento desconocido.
Se trata de una paraproteína hasta ahora no clasificada en ningún tratado médico. Por su composición bioquímica, evolucionará indefectiblemente hacía una derivación cancerígena. Un bioquímico cubano consultado por este redactor, explicó que debe ser alguna técnica artificial creada a propósito por el ser humano.
Ariel Sigler Amaya, prisionero político y de conciencia, hoy se encuentra ingresado en la Sala de Penados del Hospital Provincial de Cienfuegos “Dr. Gustavo Aldereguía Lima”. Al redactar este artículo, solo se podía mover en una silla de ruedas y se desconoce todavía que tipo de patología le aqueja.
Un examen efectuado a la también importante dirigente disidente Marta Beatriz Roque Cabello, arrojó la presencia exagerada en su torrente sanguíneo de metales pesados, como plomo o mercurio. Pero ella no ha sido autorizada por las autoridades a salir fuera del país para recibir tratamiento médico.
Un síntoma alarmante para la salud de la líder opositora apareció en su ya frágil organismo. La lengua de Roque Cabello refleja una tonalidad color negro, de origen desconocido. Los galenos interrogados creen en un envenenamiento premeditado. Algunos de estos médicos plantean la introducción de tungsteno en su cuerpo.
Héctor Hernández, un coronel retirado de la Dirección de Contra Inteligencia Militar (CIM) del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, quien fungió como director-fundador de la Escuela Superior de la CIM “Comandante Arides Estévez”, decía en sus conferencias, que las ejecuciones son en caliente o en frío.
Las ejecuciones en caliente son aquellas donde no queda duda alguna de la intención letal, como es el caso de un atentado al dirigente de una nación. También realizar con éxito una emboscada sin dejar sobrevivientes.
A los enemigos se les ejecuta en frío, cuando se simula una muerte natural o un accidente mortal. Por ejemplo, envenenar o intoxicar a los adversarios con sustancias naturales o artificiales que dejen poco o ningún rastro. O el simulacro de la ocurrencia de un accidente aéreo a un contendiente político.
Ni los más acérrimos fidelistas ponen en duda, que la simbólica, fraccionada y pequeña oposición pacífica dentro de la isla tiene un creciente nivel de convocatoria respecto a la ciudadanía. Como algunas de sus figuras prominentes son reconocidas a nivel internacional, se hace embarazoso ultimarlas abiertamente.
Varias de las filosofías de la civilización humana, ven a la casualidad como una categoría filosófica. Si el ser humano interviene en el curso de los acontecimientos, entra a jugar la causalidad, otra categoría filosófica. Si los opositores no violentos desestabilizan el poder totalitario castrista, la orden de su muerte llega en frío.
cocofari62@yahoo.es
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