Santa Clara, Villa Clara, febrero 5 de 2009, (CP-SDP) El ciudadano que lee diariamente la única prensa autorizada a circular en Cuba, comprende de inmediato por el enfoque que se realiza en cada noticia, artículo de opinión o comentario, que el objetivo perseguido es tergiversar y deformar la realidad, como forma de embotar la conciencia ciudadana.
Los periódicos en nuestro país no son y tampoco pueden ser imparciales, por el contrario son partidistas y responden a los lineamientos del Partido Comunista de Cuba. Esto tanto en el plano nacional, como internacional. Ellos recogen, captan, publican, lo que es de interés para la dirección política del estado. Lo que sirva a su estrategia hegemónica y de control absoluto.
Orientar o decir la verdad en cada momento para ser objetivos y reflejar sin condicionamientos cada hecho o acontecimiento, aunque estos entren en contradicción con su ideología política, no es la base ni los principios que sustentan los medios informativos hoy en Cuba.
Ese papel a jugar por una prensa libre e independiente, es algo imposible en la etapa actual. La misma está caracterizada por una férrea censura y un control asfixiante sobre lo que se debe publicar o no. En su lugar existe el más absoluto y abyecto servilismo de sus cuerpos de dirección, administración, edición, censura y distribución.
Cada día a lo largo de estos años hemos sido testigos de los grandes cambios ocurridos en el mundo, donde el mapa político se transformó tanto material como virtualmente. Muchas naciones sometidas durante décadas al tutelaje totalitario, cambiaron el rumbo de sus ideologías. Cuestión que trajo la transición a la democracia.
Cayó la Cortina de Hierro como consecuencia del derrumbe de la Unión Soviética, precedida de los países que integraban la Comunidad Socialista Europea. Todos estos sucesos se produjeron en forma casi simultánea y alentaron el deseo de algunas repúblicas ex - socialistas de obtener su ingreso al bloque europeo de naciones democráticas.
¿Cómo llegaban esas noticias a nuestro país? ¿Cómo reflejaba la prensa oficial escrita, la radio y la televisión, esos profundos e importantes acontecimientos que ocurrieron en la cuna de la mal llamada Dictadura del Proletariado? ¿Que explicación se debe al pueblo cubano por la manipulación y tergiversación de los hechos históricos?
Los periódicos y revistas comenzaron a reflejar la versión oficial de los acontecimientos, la única permitida y obligatoria. Según el defenestrado periodista y analista Ismael Tantaw: “La causa de la destabilización política en la URSS no era una crisis del sistema socialista, sino desvíos de los principios marxistas”.
Otra vez, los gobernantes buscaron un responsable y acusaron al imperialismo o a la CIA, de la destrucción del Comunismo. Olvidaron la propaganda que durante años informó de que la Construcción del Socialismo era irreversible, que obedecía a leyes históricas y la inevitabilidad del Comunismo, cual etapa superior a la sociedad humana.
No solo se deforman u ocultan las noticias nacionales e internacionales, sino que resaltan aquellas veladamente dirigidas a exacerbar sentimientos contra el país que se acusa de ser responsables de nuestras miserias. La mentira es embellecer el panorama incierto y desolador que desde muchos años presenta la República de Cuba.
Acostumbrados estamos a leer en los diarios noticias como esta: “Un grupo de estudiantes fue baleado en Estados Unidos” o “Un grupo de manifestantes frente a la Casa Blanca, expresaron su apoyo a los Cinco Héroes Antiterroristas cubanos” y “Continúan las expresiones de rechazo a la guerra en Irak entre el pueblo norteamericano”.
“Nuevos atentados de la resistencia iraki con coches-bombas”, “Acciones suicidas cuestan muertos y heridos”. En ninguna se menciona la palabra “terrorista”. No se informa sobre las víctimas, (mujeres, niños, y ancianos) que inevitablemente acarrean estas acciones. Mas cuando se trata de Israel y de Estados Unidos, entonces si se contabilizan las bajas, en infantes, féminas y longevos.
Robos, asaltos, crímenes, chantajes, hechos de corrupción, están a la orden del día en el mundo capitalista, preferentemente en la tierra yanqui. Pero no publican y esconden la verdad, para presentar a Cuba como un apacible paraíso. Se niega que prosiga la represión contra el movimiento opositor, o se persigua a la prensa libre.
primaveradigital@gmail.com
Los periódicos en nuestro país no son y tampoco pueden ser imparciales, por el contrario son partidistas y responden a los lineamientos del Partido Comunista de Cuba. Esto tanto en el plano nacional, como internacional. Ellos recogen, captan, publican, lo que es de interés para la dirección política del estado. Lo que sirva a su estrategia hegemónica y de control absoluto.
Orientar o decir la verdad en cada momento para ser objetivos y reflejar sin condicionamientos cada hecho o acontecimiento, aunque estos entren en contradicción con su ideología política, no es la base ni los principios que sustentan los medios informativos hoy en Cuba.
Ese papel a jugar por una prensa libre e independiente, es algo imposible en la etapa actual. La misma está caracterizada por una férrea censura y un control asfixiante sobre lo que se debe publicar o no. En su lugar existe el más absoluto y abyecto servilismo de sus cuerpos de dirección, administración, edición, censura y distribución.
Cada día a lo largo de estos años hemos sido testigos de los grandes cambios ocurridos en el mundo, donde el mapa político se transformó tanto material como virtualmente. Muchas naciones sometidas durante décadas al tutelaje totalitario, cambiaron el rumbo de sus ideologías. Cuestión que trajo la transición a la democracia.
Cayó la Cortina de Hierro como consecuencia del derrumbe de la Unión Soviética, precedida de los países que integraban la Comunidad Socialista Europea. Todos estos sucesos se produjeron en forma casi simultánea y alentaron el deseo de algunas repúblicas ex - socialistas de obtener su ingreso al bloque europeo de naciones democráticas.
¿Cómo llegaban esas noticias a nuestro país? ¿Cómo reflejaba la prensa oficial escrita, la radio y la televisión, esos profundos e importantes acontecimientos que ocurrieron en la cuna de la mal llamada Dictadura del Proletariado? ¿Que explicación se debe al pueblo cubano por la manipulación y tergiversación de los hechos históricos?
Los periódicos y revistas comenzaron a reflejar la versión oficial de los acontecimientos, la única permitida y obligatoria. Según el defenestrado periodista y analista Ismael Tantaw: “La causa de la destabilización política en la URSS no era una crisis del sistema socialista, sino desvíos de los principios marxistas”.
Otra vez, los gobernantes buscaron un responsable y acusaron al imperialismo o a la CIA, de la destrucción del Comunismo. Olvidaron la propaganda que durante años informó de que la Construcción del Socialismo era irreversible, que obedecía a leyes históricas y la inevitabilidad del Comunismo, cual etapa superior a la sociedad humana.
No solo se deforman u ocultan las noticias nacionales e internacionales, sino que resaltan aquellas veladamente dirigidas a exacerbar sentimientos contra el país que se acusa de ser responsables de nuestras miserias. La mentira es embellecer el panorama incierto y desolador que desde muchos años presenta la República de Cuba.
Acostumbrados estamos a leer en los diarios noticias como esta: “Un grupo de estudiantes fue baleado en Estados Unidos” o “Un grupo de manifestantes frente a la Casa Blanca, expresaron su apoyo a los Cinco Héroes Antiterroristas cubanos” y “Continúan las expresiones de rechazo a la guerra en Irak entre el pueblo norteamericano”.
“Nuevos atentados de la resistencia iraki con coches-bombas”, “Acciones suicidas cuestan muertos y heridos”. En ninguna se menciona la palabra “terrorista”. No se informa sobre las víctimas, (mujeres, niños, y ancianos) que inevitablemente acarrean estas acciones. Mas cuando se trata de Israel y de Estados Unidos, entonces si se contabilizan las bajas, en infantes, féminas y longevos.
Robos, asaltos, crímenes, chantajes, hechos de corrupción, están a la orden del día en el mundo capitalista, preferentemente en la tierra yanqui. Pero no publican y esconden la verdad, para presentar a Cuba como un apacible paraíso. Se niega que prosiga la represión contra el movimiento opositor, o se persigua a la prensa libre.
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