jueves, 9 de octubre de 2008

ANÁLISIS Y PROPUESTA ECONÓMICA MODERADA PARA CUBA


Presentación
Un análisis del actual contexto económico en Cuba y del cual el PSD, presenta sus propuestas al pueblo cubano incluyendo a la diáspora, al gobierno y la opinión pública internacional con el fin de revertir tal situación. Este Análisis y Propuesta Económica Moderada para Cuba (APEMC), forma parte de los compromisos contraídos por nuestro partido en la III Convención Nacional, efectuada el 8 de mayo del presente año, y se enmarca en la celebración de los 15 años de la fundación de la organización, ocurrida el 10 de diciembre de 1993.
Trascurridos 55 años de las causas que en "La Historia me Absolverá" se detallan como justificativos de la fracasada decisión de tomar el cuartel Moncada, el panorama económico, político y social es sombrío y desesperanzador como nunca antes, sobre todo después del paso de los dos huracanes por la isla.
Las cifras y los por cientos pueden resultar un buen indicador, sin son fiables, para confirmar las insatisfacciones e inconformidades de la realidad que se vive, pero para comprobar el miedo, la mentira y la infelicidad con que el régimen castrista ha atenazado al país, basta con mirar a los ojos al cubano, sobra con observar como vive y de cuánto carece. Carencias estas que comienzan con la falta de libertad, derechos y hasta civismo.
La ausencia de liderazgo en el gobierno, y los dogmas partidistas son hechos irrebatibles desde hace mucho tiempo. La incondicionalidad aniquila a la nación. Las falsas consignas triunfalistas, que nunca revierten las crisis, ofenden a la razón. El sentido común aconseja el diálogo, la reconciliación nacional y la apertura, con orden y sin violencia, como métodos seguros que eviten males mayores.
Análisis
La economía de un país no sólo es importante para la salud de la sociedad y de sus individuos, sino que garantizan la estabilidad de la nación y facilitan su vida social y política.
La necesidad que tienen las sociedades modernas de satisfacer de modo sistemático y sostenible las demandas de alimentación, vivienda, salud, educación y comunicación es imprescindible como sostén de la especie humana y proporciona la realización positiva de otros valores espirituales.
La modernización es fundamental en el eje de la vida económica de cualquier país. Y es una respuesta concreta a las necesidades básicas de amplios sectores que colocan esa misma modernidad visiblemente en el espacio público, sobre la base de un conjunto de derechos naturales o adquiridos.
El por qué y el para qué de la modernidad ya no admiten dudas. Sus demandas básicas de igualdad de oportunidades y participación desacreditan cualquier intervención del estado totalitario para justificar sus privilegios. La economía viene a demostrar que los hombres pueden ser iguales ante los derechos si se ajustan acertadamente trabajo, organización, recursos, capacidad e inteligencia, riqueza y distribución,
El llamado socialismo real imperante en Cuba, quiso ser una respuesta al dilema de la modernidad. Sin embargo el intento de planificar totalmente la economía, de centralizar y controlar todos sus procesos para aniquilar y desvirtuar el mercado y deslegitimar la propiedad privada, han demostrado ser un proyecto que nada tiene que ver con la exigencia de la modernidad y por el contrario, como ha sucedido en Cuba, detiene las metas y demandas que esta exige y es causa directa del desastre económico actual en el país. La persistencia en el modelo confirma, desde hace mucho tiempo, que el socialismo real como sistema económico, político y social fracasó.
El Perfeccionamiento Empresarial es una de las pretendidas reformas en la estructura y la gestión de las empresas cubanas. Introduce algunas medidas positivas que tienden a dinamizar el sector industrial y de servicios buscando eficiencia y competitividad. Presumiblemente ese proyecto tiene un propósito descentralizador implica cierta liberalización del comercio exterior y de la capacidad de decisión, el autofinanciamiento y la posibilidad de asociarse directamente con capital extranjero y la autonomía para elegir la fuerza de trabajo.
Sin embargo, como era de esperar, las consabidas limitaciones han conducido al fracaso de ese proyecto. El estado, como es tradicional, define las políticas globales de las empresas y al mismo tiempo las obliga a remitir las utilidades a los organismos superiores en franco deterioro de una fiscalidad sobre las utilidades. La obstinada y continuada política de desestimulación general al trabajado, la tenaz insistencia en los criterios políticos para determinar la idoneidad del trabajador, además de la ausencia de una estructura de mercado abierto, visible y equilibrado que regule los precios, ha dado al traste con la descentralización y reflejan el intento, por parte del gobierno cubano, de modernizar sin perder el control de ese proceso económico de "avanzada" y de la economía en general.
La política de empleo está plagada de mucha incoherencia. La razón principal radica en que el gobierno cubano brinda cifras de desocupación que ronda el 2%, virtualmente es una de la más bajas del mundo. Sin embargo en estos momentos es normal observar en las calles y en todos los barrios miles de personas desocupadas, lo cual corrobra que ese alto índice de ocupación no es real. El problema se complica porque cuando el desempleado va a buscar un empleo los salarios y oportunidades son bajos y pésimos, por eso lo rechazan y deciden continuar de buscavidas sumergidos en el mercado informal.
Nuestro país reclama una imperiosa reestructuración económica. Las bases para ese proceso existen. Recordemos que las reformas económicas iniciadas en 1994 fueron detenidas o desaceleradas en 1996. Pero desde el punto de vista institucional y teórico esta posibilidad continua abierta. El gobierno cubano debe cumplir íntegramente los decretos leyes sobre el trabajo por cuenta propia e incorporarle las cuarenta actividades suprimidas inconstitucionalmente. De igual manera poner fin a las irracionales prohibiciones y permitir a los cubanos que puedan vender o alquilar todo aquello de su propiedad, como viviendas, autos, tierras, negocios. Los últimos hechos a partir del ascenso al poder de Raúl Castro revelan ciertos movimientos en la agricultura que para algunos alcanzan la categoría de reformas. Sin embargo esos movimientos han sido restringidos presumiblemente por el sector más intransigente de la élite opuesta a la más mínima apertura. No obstante el hecho de que tales propuestas se autoricen limitadas o insuficientes, reflejan la conciencia política de que el estancamiento es perjudicial para los destinos de la Nación,
Propuestas
Este APEMC del PSD nace de la Plataforma Común de la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada (MROM) de la que fuimos fundadores en 1998, junto a otras cuatro organizaciones y uno de los redactores del referido documento. Dicha propuesta parte de la necesidad en el país de una economía fundada en el mercado y el fomento de una estructura económica basada en las Pequeñas y Medianas Empresas Independientes, el reconocimiento a las diversas formas de propiedad y la formulación de un nuevo Pacto Social que asuma y cumpla con las demandas sociales de la modernización.
En cualquier caso la globalización y la modernización son gemelas y no dejan muchas opciones a los que rehuyen el proceso y prefieren aplicar la lógica de la espera en economía.
De todos modos la globalización como la crisis de reestructuración de nuestra economía por parte del gobierno, revela que las autoridades cubanas son incapaces de dar respuesta a los retos actuales. Como toda ciencia la globalización supone cambios radicales en los modelos económicos, lo cual es un imperativo ineludible de esta época, un reto que debemos asumir positivamente por sus enormes ventajas siempre con cautela ante ciertos peligros. Desde luego el reto más importante que deberá asumir la sociedad civil alternativa, será sacar al país de la prehistoria.
Lo que matiza la reestructuración económica en Cuba es la coincidencia de la necesidad de modernización y la realidad de la globalización. Debemos buscar y definir las bases desde las cuales el mercado sea un instrumento, no el elemento determinante de los valores de las opciones sociales. El mercado como política abierta a la agenda social y base del desarrollo económico.
El APEMC del PSD es limitado, ya que pretende proponer un programa económico profundo pero no global. Es decir, que no enfrente de un golpe todos los problemas de nuestra economía. Dentro de una concepción mínima el PSD concibe un proceso inicial basado en las Pequeñas y Medianas Empresas Independientes, Ello es coherente con la necesidad de favorecer la inversión a los nacionales. El reconocimiento jurídico de las mencionadas empresas debe ser una de las medidas principales que cumpla con vanas exigencias porque:
Se corresponde con una experiencia milenaria en todas las latitudes de nuestro planeta y que además han sido prácticas conocidas en Cuba y soñadas por grandes pensadores como nuestro apóstol José Martí cuando expresó: "un país próspero es un país de muchos pequeños propietarios". Esto profundizaría el cuentapropismo, lo complementaría y crearía sólidos cimientos para el desarrollo, al eliminar aquellos factores que limitan el despegue del sector y desde luego podría desarrollarse en áreas tan importantes como la agricultura, los servicios, el turismo, la industria ligera, la construcción de viviendas y otros inmuebles muy importante en estos momentos en que más de 500 mil casas están dañadas o destruidas totalmente el transporte, el arte y la comunicación social.
Ventajas económicas:
-Cambiaría la situación actual los cubanos que en su gran mayoría están limitados aparticipar únicamente como mano de obra barata y los reconocería como ciudadanoseconómicos y políticos. Ello institucionalizaría el concepto de inversionistas nacionales.
- Las formas de propiedad se basarían en la diversidad, sin privilegiar alguna en particular, de manera que permita la libre elección por parte de los inversionistas nacionales interesados que a su vez validarían cada una de ellas en la práctica. Por tanto esas Pequeñas y Medianas Empresas independientes podrían ser privadas, cooperativas, co y autogestionarias, mixtas y otras.
- Desempeñarían un rol importante en cuanto al empleo y subempleos, y absorberían una granparte del desempleo existente, reorientando y canalizando la fuerza laboral. Por otra parte,permitirían dinamizar un mercado laboral que coincide con un dato demográfico y sociológicoimportante: el envejecimiento de la población cubana.
- Jugaría un papel decisivo en la reactivación de la economía; importante factor para lamodernización económica y el bienestar de la población, tendría un papel fundamental en lacreación, consolidación y crecimiento de un mercado interno homogéneo, a la vez quepermitiría reducir al mínimo los gastos por la importación de alimentos.
- Tenderían, por su propia naturaleza y responsabilidad, a la eficiencia y la competitividad yrevitalizarían sectores y ramas fundamentales de la producción y los servicios, permitiendo lamodernización gradual y necesaria de Cuba en la región y la preparación del país en elproceso global del libre mercado. Las Pequeñas y Medianas Empresas independientes
serían una modernización desde la sociedad.
- Permitirían desencadenar factores subjetivos cerno la creatividad, la iniciativa, laresponsabilidad, la capacidad y concentraría los capitales en manos de la población, así comola participación en la gestión y toma de decisiones en la economía, lo que convertiría al paísen una gran escuela económica.
- Atenuarían la contradicción entre el carácter emprendedor del cubano y su alta calificación entodas las especialidades y la posibilidad de realización de los mismos. Ayudarían a disminuir eléxodo de los cubanos, sobre todo de un conjunto de personas calificadas, fundamentalmentejóvenes, que podrían ayudar al relanzamiento de la economía cubana y aprovechar su nivel decalificación técnica. No continuaríamos perdiendo uno de nuestros recursos más poderosos: elcapital humano.
Por todas las ventajas anteriores las Pequeñas y Medianas Empresas Independientes serían un factor de atracción de capitales hacia nuestra economía, con todos los beneficios que esto representa para cualquier proyecto de despegue económico.
Urgiría:
- Reforzar y concretar el derecho de los cubanos que viven en el exterior a invertir en Cuba,derecho reconocido en la Ley de Inversiones Extranjeras.
- Liquidar el tema de la Entidad Empleadora. Su persistencia sería incongruente con la libremovilidad de la fuerza laboral y con la remuneración debida al trabajador por el trabajorealizado.
- Que los actos administrativos y políticos del Estado se ajusten a las regulaciones vigentesque, en materia laboral, reconocen que "todos los trabajadores, tanto manuales comointelectuales, tienen el derecho, sin necesidad de autorización previa, de asociarsevoluntariamente y constituir organizaciones sindicales" (Artículo 13 del Código del Trabajovigente).
- Resolver definitivamente la cuestión de la tierra. Su redistribución debe ser de tal forma queno estimule ni el minifundio ni el latifundio. Es ineludible para resolver la grave crisis en laproducción agropecuaria, la pronta puesta en ejecución de una Nueva Ley Agraria en la quese reconozcan las diversas formas de propiedad, conociendo que en estos momentos sereportan en el país un millón 350 mil hectáreas de tierras cultivables cubiertas de marabú y malatendidas. A esta situación hay que ponerle coto definitivamente por nuestra propia seguridadalimentaria debido a los altos precios de estos productos en los mercados externos e internos.Rechazamos la entrega de tierras en usufructo por ser una medida negativa que no resolverála crisis alimentaria en Cuba que dura ya 50 años. El hecho de que los productores no seanpropietarios de las tierras, entre muchos problemas, haría que estos en un tiempo limitado deexplotación traten de sacarle el máximo a la misma, lo cual provocaría su degradación. Esaexperiencia ha sido fatal en México, con las égidas tierras entregadas a los campesinos,lastimando las tierras cultivables.
- Por último, una nueva visión de las autoridades cubanas sobre lo negativo de la propiedad noestatal y del bienestar asociado al despliegue positivo de los intereses individuales.
Resumen
Diseñar una política económica de largo alcance en Cuba no puede excluir a la propiedad privada; en un país cuyas dimensiones económicas y demográficas invitan exactamente a potenciar las Pequeñas y Medianas Empresas Independientes, para que sean los ejes fundamentales de una estructura nacional y de una posibilidad económica estratégica.
En el PSD somos conscientes de la total falta de voluntad por parte del sector más intransigente de la élite en el poder para hacer las necesarias transformaciones. Pero la realidad con la que se enfrenta hoy el régimen no es la misma de hace diez años, ni siquiera es
parecida a la del 2003 cuando fueron encarcelados injustamente 75 opositores pacíficos y
periodistas independientes. Aferrarse, hoy día, al esquema totalitario de esos años o de décadas anteriores y continuar negándose a avanzar acorde con el mundo que se conforma actualmente, donde son imprescindibles la libertad política, social y económica, además de peligroso, condena a nuestro pueblo a la marginalidad y a las penurias; llevaría a nuestra nación a hundirse más aún en contra de la historia, la modernidad y la democracia.
Un reflejo del estancamiento y retroceso de nuestro país son las enormes dificultades que afronta el gobierno cubano para cubrir las necesidades básicas de la población y que no ha podido resolver en cincuenta años, por el contrario, se han acumulado en todas las regiones del país mucho antes de que Gustav e Ike nos visitaran. Cómo pensar entonces que el desastre incrementado por esos dos huracanes la llamada "revolución" podrá resolverlo en breve tiempo. Por tanto la actual crisis en Cuba es el resultado de un problema estructural que es endémico, los acontecimientos climáticos nada tienen que ver con cinco décadas de destrucción y sufrimientos que nos ha tocado vivir a los cubanos y que han asolado al país más que todos los huracanes que hemos padecido desde enero de 1959.
Otro reflejo de retroceso e inmovilismo son las recién finalizadas XXIX Olimpiadas celebradas en Beijing, República Popular China. El descenso vertiginoso de la llamada potencia deportiva en la tabla de posiciones por países al lugar 28 con sólo dos medallas de oro obtenidas, demuestran lo arcaico del sistema cubano y la necesidad urgente de cambios políticos, estructurales y económicos. Una vez más ha quedado al descubierto que los éxitos de antaño alcanzados en el deporte nunca fueron consecuencia de un amplio desarrollo armonioso, sino un medio eficaz de propaganda política totalitaria.
En la celebración del XV Aniversario de su fundación, el PSD considera que para lograr la aplicación del APEMC, en mejores ambientes políticos, se hace imprescindible que primeramente el gobierno cubano cumpla con las medidas siguientes:
I- Dar continuidad al proceso de liberación incondicional de todos los prisioneros políticos y de conciencia que en algunos casos se han venido produciendo en los últimos años. Dicho proceso, como se ha revelado, resulta beneficioso para toda la sociedad.
II- Eliminación de toda forma de represión y hostigamiento, sea de manera cubierta o encubierta, hacia la comunidad política y civil alternativa que pacíficamente trabaja por promover cambios. Ello implica por supuesto a los disidentes y opositores y a sus familiares.
III- Sobreseimiento de todas las causas pendientes por motivos políticos, siempre que hayan implicado actos pacíficos, o de conciencia.
IV- Reconsideración de todos los casos de disidentes u opositores que hayan sido expulsados de sus centros laborales y estudiantiles, por motivos políticos o de conciencia, para su ulterior reinserción.
V- Ratificación del Pacto sobre Los Derechos Civiles y Políticos y el Pacto sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Estos Pactos fueron firmados por el gobierno cubano durante el primer trimestre del actual año 2008.
Estos pasos y otros sólo observables en el tiempo, fortalecerían los climas de confianza y credibilidad -en tanto podrían ser interpretados como un reconocimiento de facto a la comunidad civil y política alternativa - para implementar otros pasos y medidas que crearían y conducirían a los ambientes propicios de Diálogo y Reconciliación Nacional.
Aprobado por la Dirección Nacional del PSD. La Habana, 26 de septiembre de 2008.
Partido Solidaridad Democrática (PSD), calle Trocadero 414 bajos, entre Galiano y San Nicolás, La Habana, CP. 10200, Telefax: 866 83 06 Pág. Web: www.psdcubano.org

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