CANELA, Pedro Arguelles Morán

Prisión de Canaleta, Ciego de Ávila, octubre 9 de 2008, (SDP) Félix B. Ávila Rodríguez es un homosexual pasivo, pero además es un recluso que cumple una sanción de 40 años de privación libertad desde 1999. Tiene 31 años de edad y residía en el municipio Chambas, en la provincia de Ciego de Ávila, no se puede decir en buenos tiempos, conformémonos con decir en otros tiempos.

En el momento de ser arrestado, Canela no tenía antecedentes penales. Trabajaba en una cooperativa de producción agropecuaria tabacalera y estudiaba por las noches en una Facultad Obrera Campesina. Tuvo sexo, de mutuo acuerdo, con un grupo de adolescentes de entre 13 y 15 años. Por esto, fue encausado por el Tribunal Provincial Popular de Ciego de Ávila en la causa # 38 del año 2000 y condenado a 40 años de reclusión, por un delito de corrupción de menores.

Canela aquí en Canaleta siempre ha tenido una buena conducta. Pasó y aprobó un curso de enfermería impartido por personal de los Servicios Médicos del Ministerio del Interior, en la Prisión de Canaleta. Fue uno de los mejores expedientes del curso. Trabajaba al concluir el mismo, en el puesto médico de este penal.

El pasado 27 de setiembre, se presentó un oficial de la policía de Seguridad del Estado, le preguntó su nombre completo y su apodo. De inmediato, se presentó el oficial de guardia operativo (OGO) de la prisión, que le conminó a recoger todas sus pertenencias y le envió al Depósito de la prisión. Allí estuvo hasta el 30 de setiembre en que fue trasladado a otro destacamento. Nunca le informaron por qué se tomaron estas medidas en su contra.

Según Radio Bemba, el motivo fue que su caso llegó a ‘Internet’. Que habló conmigo o con otro prisionero de conciencia. O que la orden llegó desde afuera y desde arriba. Personalmente, pienso que todo se debe a que denunció las irregularidades que rodearon su caso, un verdadero crimen de odio jurídico. Que se comunicó con prisioneros de conciencia y denunció los abusos y atropellos que presenció y conoce. O quizás como refiere y lo cito textualmente: “Por darle mi culo a un grupo de adolescentes, me condenaron a 40 años de prisión”.

Si esto no es una aberración, el Diablo escupe puré de tomate. Me gustaría conocer la opinión de la Sra. Mariela Castro Espín en relación con todo esto. Según los medios de prensa internacionales, ella es una defensora de los derechos de los homosexuales en Cuba y además dirige una institución oficial consagrada a la educación sexual y la orientación de la familia y la mujer. Sólo falta que sea cierto.
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