jueves, 9 de octubre de 2008

LA NEGRA HISTORIA DE LA NEGRA MIRIAM, Juan González Febles


Lawton, La Habana, octubre 9 de 2008, (SDP) Nadie quiere escuchar a Miriam Brown. ¿Para qué? Es poco lo que se puede hacer por ella. Su caso dejó de ser especial en Cuba. Negros más o negros menos, siempre alguno ha sido abusado alguna vez. ¿Por qué detenerse en esta historia? Ciertamente las hay mejores. ¡Hay tantos en las prisiones! Pero su caso tiene algo que lo hace diferente…

Miriam afirma que es hija legítima del ciudadano estadounidense Francis Brown, un afro americano que falleció en Cuba en 1978. Acusa al gobierno de Fidel Castro de haber intervenido arbitrariamente en su vida. En 1993 manifestó ante la Sección de Intereses de Norteamérica (SINA) y ante el gobierno cubano, su disposición para obtener la ciudadanía norteamericana, a partir de documentos probatorios que dice tener en su poder. Entonces, se destapó todo.

A partir de ese momento, llovieron sobre Miriam multas, arrestos, persecuciones de toda laya, en fin, un avispero furiosamente irracional, o quizás no tan irracional. Miriam manifiesta que el hecho la sorprendió de veras. Hasta el día que fue visitada por un oficial de la policía de Seguridad del Estado. Ese día, comprendió la razón de la aparente sinrazón.

El policía apareció porque Miriam escribió y envió una carta al entonces presidente del Consejo de Estado, Fidel Castro y al presidente de la llamada Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón de Quesada. En su misiva, Miriam se quejó del acoso que era víctima por parte de la policía política. Habló de los juicios políticos que le hicieron a nivel municipal y para resumir: cuestionó la reacción de las autoridades sobre algo que aun, considera un derecho natural para cualquier ser humano: Emigrar y asumir la ciudadanía que elija.

El oficial le dijo algo en aquella ocasión, que Miriam consideró ridículo. Le advirtió que de acuerdo con el criterio de la más alta dirección política del país, ella se había convertido en un ‘peligro viviente para el prestigio de la revolución’. Miriam refiere que quedó estupefacta por tamaña declaración. El oficial continuó y dijo: “Eso pasó hace mucho tiempo y no vale la pena resucitar ahora, lo que pasó entonces. No vamos a permitir que tú estropees la imagen y los planes de la revolución. Ese ‘chisme’ afecta la imagen y las buenas relaciones de la revolución con el pueblo norteamericano. Perjudica nuestra imagen con los afros americanos. Esos negros pueden ponerse susceptibles y no vamos a permitirlo, bajo ningún concepto”.

Refiere Miriam que el oficial le dijo que no le permitirían salir del país o comunicarse con alguien. Le recordó que tenía un hijo varón en edad militar y que los accidentes, ocurren…Agregó que ella (Miriam) era una mujer enferma que podía desaparecer. El oficial de forma prepotente le manifestó que ellos (el gobierno) tenían amigos en las altas esferas del gobierno de los Estados Unidos y que de su caso nadie sabría nunca.

Cuando Miriam le expresó que ella no era política ni disidente. El oficial le dijo que lo sabía, pero que eso tampoco importaba. “Se trata de nuestra imagen ante el pueblo negro de los Estados Unidos, del regreso de nuestros cinco héroes-dijo.

Miriam anda verdaderamente asustada. Dice que la acosan que le han echado animales por el balcón (una rata de laboratorio) y que se le han echado encima vehículos (una moto japonesa marca Suzuki, con dos individuos a bordo) no pudo reconocer nada ni a nadie.

Al preguntar como encontró valor para acudir a la prensa independiente, me dice que un activista negro la convenció para hacerlo. Dice que ya no le queda nada que perder. Miriam vive en Lawton, en la calle San Luís. Tiene mucho miedo. A su padre le hostigaron y era ciudadano americano. No le permitieron regresar a USA. ¿Es qué hay algo que no puedan hacer con ella?
jgonzafeb@yahoo.com

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