jueves, 20 de noviembre de 2008

68 MESES, Pedro Arguelles Morán






Prisión de Canaleta, Ciego de Ávila, noviembre 20 de 2008, (SDP) Este 18 de noviembre, cumpliremos 68 meses de haber sido secuestrados como rehenes, los integrantes del Grupo de los 75 que aun nos podrimos en vida en las ergástulas del régimen castrista.

A nosotros, el régimen totalitario de La Habana nos secuestró del seno familiar y el entorno social, para entre otros objetivos descabezar y frenar la disidencia interna. También, para amedrentar a los futuros discrepantes con las injustas, arbitrarias y draconianas sanciones impuestas. Además, no puede descontarse la posibilidad de chantajear a los Estados Unidos de América, el enemigo imprescindible, para un eventual y vergonzoso cambio de nosotros por los cinco agentes de la Inteligencia castrista encarcelados allá.

Como de un régimen intolerante puede esperarse cualquier tipo de vileza, del castrismo puede esperarse cualquier infamia. En lo personal, a mí me mantendrán otros 172 meses.

Somos, básicamente luchadores civilistas y comunicadores sociales, que hicimos y hacemos críticas al régimen comunista sobre todo lo mal hecho y denunciamos y nos mantenemos en la denuncia, de todas las violaciones sistemáticas e institucionales a los derechos y libertades inherentes a la dignidad de la persona humana que desde hace casi cinco décadas, el castrismo comete contra la población de la mayor de las Antillas.

Añoramos alcanzar por la vía pacífica, la soñada transición democrática al auténtico estado de derecho. Para implantar una nueva Cuba que sea “De todos, con todos y para el bien de todos” y donde prevalezca “El culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”. Todo esto sin odios, sin rencores y sin las malsanas venganzas. Porque las revanchas, son sinónimos del odio y el desamor y nosotros no andamos en ese bando, sino en el de los que aman y construyen, como bien lo sentenciara nuestro apóstol, José Martí.

El castrismo es un régimen dictatorial que niega al género humano su esencia y naturaleza, que no son otras que la verdad, la libertad, la justicia y el amor. La más genuina memoria histórica y cultural cubana, intentaron borrarla, con la pretensión de hacer creer que antes de 1959, en Cuba no existía nada o todo era completamente malo. Para hacernos creer que sólo bajo el castrismo en Cuba floreció la vida material y espiritual.

La triste realidad es que el régimen castrista corrompió toda la sociedad, hasta el extremo de que una gran miseria física y material, permeó todos los órdenes de la vida nacional. El castrismo es por su esencia, anti humano, anti democrático y empobrecedor. Se basa en la mentira y en la simulación. Es, en fin, la degeneración de la condición humana para ponerla en función de sus intereses mezquinos de control absoluto.
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