Prisión Combinado del Sur, Matanzas, noviembre 27 de 2008, (SDP) “En el diamante no es posible podredumbre alguna”, sentenció con mucha razón el afamado escritor francés Víctor Hugo en su clásica obra Los Miserables. A propósito de esa afirmación y teniendo en cuenta el sistema represivo en que sobrevive el pueblo de Cuba, me veo obligado a subrayar que el régimen totalitario de La Habana dista mucho de ser un diamante. Más bien es un hierro oxidado por el frecuente contacto con aguas albañales y materias fecales originadas en sus propias entrañas. ¿Por qué digo esto? Veamos.
La tarde del pasado 19 de noviembre, en la prisión matancera Combinado del Sur, el prisionero común Alfredo Olivera, integrante del Destacamento 1, fue agredido por varios militares por reclamar un permiso para visitar a su anciana madre en la ciudad de Cárdenas, a quien hace tiempo no ve. Uno de los militares, nombrado Adolfo, jefe del turno de guardia, lo agarró por el cuello, al tiempo que otro, de apellido Mejías, con la ayuda de un instructor policial, lo derribó al suelo frente a la oficina del jefe de orden interior del penal.
Excelente respuesta de estos funcionarios a la petición de un recluso con serias afectaciones nerviosas, a quien suministran fármacos diariamente por indicaciones médicas.
Nadie procedió jurídica ni disciplinariamente contra dichos militares. Como la impunidad reina en las prisiones de la isla y favorece a los represores, tampoco se procedió contra un militar conocido como Paire, que en la tarde del pasado 20 de noviembre empujó y agredió a un recluso del Destacamento 3 nombrado Mariano, que presenta severas afectaciones mentales, sólo porque dicho reo solicitó ver a su reeducador.
En agosto del año 2007, este mismo funcionario, junto a otros guardias, propinó una paliza al preso de la raza negra, de entonces 16 años, Randy Calderón La Guardia. El reo solamente había solicitado el servicio telefónico. El muchacho se defendió e hizo retroceder a los guardias al arrebatar a uno de sus agresores el bastón de goma con que lo golpeaba. Tuvo que ser atendido en la posta médica. El adolescente también padece de afectaciones mentales que le producen incontinencia urinaria.
Esa parece ser la suerte de los minusválidos y los enfermos en las ergástulas de Cuba. ¡Qué horror! Si Víctor Hugo viviera en este siglo XXI, de seguro incluiría en su obra magistral a estos pobres miserables ya muchos otros víctimas del abuso policial y la indiferencia gubernamental.
El reconocido escritor galo hubiera calificado al régimen castrista como mismo denominó en su momento a la monarquía francesa: “un sistema de asquerosidades, de bocas cerradas y de cerebros tapiados”.
El prominente intelectual hubiera abogado, al igual que hoy hace la disidencia anticastrista por un estado democrático de derecho, sin excluidos ni privilegiados, donde todos seamos tratados como seres humanos.
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Oscar Sánchez Madam, periodista independiente, Prisión Combinado del Sur, condenado a 3 años de cárcel por ejercer el periodismo libre por el tribunal municipal de Unión de Reyes en la Causa 3 del 2007.
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