Arroyo Naranjo, La Habana, noviembre 20 de 2008 (SDP) Por seis años consecutivos, el Maestro insignia del ajedrez cubano José Raúl Capablanca, mantuvo el cetro mundial en el juego ciencia. No fue hasta 1927, después de tres meses de batallar sobre el tablero, que el maestro criollo fue despojado de su título mundial ante el ruso nacionalizado francés, Alexander Alekhine.
Capablanca se inscribe en la historia del deporte cubano como el niño prodigio del ajedrez en la isla. Con sólo cuatro años, comenzó a mover fichas sobre un tablero de ajedrez. Se convirtió en titular nacional en el año 1900, a la edad de 12 años.
A 81 años de la partida Capablanca-Alekhine, otro Gran Maestro, el joven de Guines, Leinier Domínguez, se tituló campeón mundial de partidas rápidas en Kazajstán. A su vez, Leinier se convirtió en el primer ajedrecista latinoamericano en sobrepasar los 2 700 puntos de Elo, posición que lo sitúa en el puesto 21 del ranking mundial con 2 719 puntos Elo.
Sin dudas, una noticia que llenó de regocijo a la afición ajedrecística cubana. Leinier Domínguez, junto al tunero Lázaro Bruzón (2 622 puntos Elo), lideran la nómina del equipo nacional del juego ciencia.
Por estos días se celebra en la ciudad alemana de Dresde la XXXVIII Olimpiada Mundial de Ajedrez para ambos sexos. En la cita, que engavetará sus tableros el próximo 25 de noviembre, participan equipos de 152 países, entre ellos Cuba.
Cuba participa con dos equipos completos (masculino y femenino), piloteados por los Grandes Maestros Reynaldo Vera y Walter Arencibia. Por los varones, además de Domínguez y Bruzón, sobresalen Holden Hernández (2 580), Yuniesky Quesada (2 580) y Jesús Nogueira (2 574).
Al frente de las féminas aparecen las Grandes Maestras Maritza Arribas (2 303) y la campeona nacional Sulennis Piña. También se encuentran las Maestras Internacionales Lisandra Ordaz (2 306), Oleinny Linares (2 262) y Yaniet Marrero (2 260).
Hasta la quinta jornada del lunes 17, el equipo cubano rama masculina aparecía en el puesto 25, al empatar con Vietnam dos puntos cada uno, mientras que las féminas caían ante Uzbekistán.
En lo que resta de certamen, Cuba puede mejorar su posición al menos en la rama varonil. A mi juicio, difícilmente puedan superar el séptimo puesto que obtuvo en Calviá 2004, España.
El 2008 ha sido un buen año para el ajedrez cubano. El fantasma del Maestro de Maestros, José Raúl Capablanca, pudo estar rondando las fichas de Leinier Domínguez. Enhorabuena.
Desde el 16 de enero al 1 de febrero de 2009, el actual campeón criollo de partidas rápidas participará en el grupo A del torneo ajedrecístico Coros, en la ciudad holandesa de Wijk ann Zee. Esperemos que sea otro buen año para el ajedrez cubano en honor al prodigio.
odelinalfonso@yahoo.com
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