jueves, 20 de noviembre de 2008

EL CORRECAMINOS Y EL CINISMO, Guillermo Fariñas Hernández



Santa Clara, Villa Clara, noviembre 20 de 2008, (SDP) José Ramón Machado Ventura es hasta ahora el “lleva y trae” del post-castrismo. Se ha convertido en la más alta figura gubernamental que sistemáticamente intercambia con el sufrido pueblo de Cuba. En cada ocasión donde se suscita un evento extraordinario, el designado a ir por lo general es él.

Todo se debe a que el actual presidente Raúl Castro es de aquellos dirigentes que adoran sus oficinas climatizadas en medio del calor de la isla. Además, evita dar la cara al agobiado ciudadano de a pie que no encuentra soluciones rápidas y prácticas a sus muchos problemas.

El señor “Machadito”, como se le conoce entre sus íntimos, desde el mes de agosto del 2008 se ha transformado en alguien dadivoso. Acude, a los escenarios tras el paso de los ciclones tropicales Fay, Gustav, Ike o Paloma, siempre en nombre de Raúl y de Fidel, para prometer resarcir los daños y pérdidas.

Este hijo de la localidad de San Antonio de las Vueltas, perteneciente al municipio Camajuaní, en la central provincia de Villa Clara, de momento se transfiguró en un burócrata con la cara tan dura como el acero, que se burla de los damnificados con vanas promesas de reconstrucción de sus arrasadas casas.

Ha llegado a decir textualmente: “Es verdad que hemos tenido muchas pérdidas materiales, tanto en el sector de la vivienda como en equipos electrodomésticos de los damnificados, pero todo depende del esfuerzo y el empeño con que trabajemos todos nosotros, que fuimos los perjudicados”.

Machado Ventura con impudor se olvida del el hecho objetivo de que él reside en uno de los barrios congelados de la nomenclatura Castrista. Por lo tanto, su residencia y la de sus allegados no han soportado daño mayor alguno. De existir algún perjuicio, ya lo subsanó la Brigada de Mantenimiento Constructivo del Consejo de Estado.

En su visita al devastado municipio de Santa Cruz del Sur, en la provincia de Camagüey, que sufrió la pérdida de una cifra superior a los 400 inmuebles, sin que hasta ahora se conozca el número de las afectaciones parciales. Como se dice en buen cubano: “Habló de la soga en casa del ahorcado”.

Recién elegido en febrero de este propio año, como Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, José Ramón mostró fehacientemente poseer un alto grado de desvergüenza, por las comparaciones que hizo ante los lugareños. Fueron trasmitidas varias veces por la Televisión Cubana y vistas por los nacionales. Expresó:

“Hoy hace 76 años que por aquí mismo, pasó otro ciclón y uno de esos gobiernos democráticos que tenía Cuba, no pudo enviar ni un tren para evacuar a los habitantes de este lugar, por eso murieron en aquella ocasión en Santa Cruz del Sur unos 3000 habitantes”.

A pesar de ser todo un doctor de la Universidad de La Habana, titulado en la carrera de medicina, los analistas de la realidad cubana seguidores del Fidelismo opinan que sería mucho mejor que Machadito no pusiera ejemplos tan descabellados y contraproducentes en defensa de la Revolución Socialista. Porque en el año 1932, no estaba en el poder en Cuba precisamente un gobierno democrático. Por el contrario, aplastaba al pueblo cubano otra sanguinaria dictadura. Por esas fechas era presidente Gerardo Machado y Morales, quien cubrió de sangre su poder y fue derrocado en el año 1933.

Para estar cerca del poder en el (des)gobierno de los hermanos Castro, se necesita una alta cuota de descaro. No todos los dirigentes fidelistas están preparados para decir embustes y simular que hasta ellos mismos se los creen. En la etapa del Raulismo ha surgido un “correcaminos”, pero un correcaminos con cinismo.
cocofari62@yahoo.es

No hay comentarios: