jueves, 20 de noviembre de 2008

REGRESA EL HIGIÉNICO, José Antonio Fornaris.



Managua, La Habana. Noviembre 20 de 2008. (SDP). El papel higiénico, luego de algo más de dos semanas ausente del mercado –y de los servicios sanitarios que es lo peor- se está dejando ver de manera discreta.

Se ausentó sin previo aviso, y ahora está intentando un regreso que pase inadvertido. Pero eso es imposible porque su importancia no sólo es social, también es política.

Su productor, su distribuidor y su vendedor es el Estado, y el Estado es una entidad política de abajo arriba y de arriba abajo.

Además, durante su ausencia los periódicos oficiales Granma y Juventud Rebelde tienen una demanda extrema, y los revendedores de esos diarios tienen más ganancia que la debida porque la necesidad de “informarse” es mayor.

También hay que tener en cuenta la posibilidad de que algún periodista acreditado se le pudo ocurrir publicar un artículo con el título “La Habana es una ciudad donde no es posible limpiarse las cuatro letras”.

Hace unos años, un colega español le puso por título a un trabajo “La Habana es una ciudad sin huevos”, y con eso colmó la copa y lo catapultaron de la isla.

A eso hay que agregar lo muy ideológico que resulta ver en estos momentos algunas personas, lo mismo hombres que mujeres, cargando diez, doce o quince rollos del dichoso papel, -la reserva de guerra es necesaria- porque nadie ha dicho si el sanitario va a mantenerse estable o si sólo ha regresado de visita.

Como si todo eso fuera poco, la ausencia, y la ahora nada segura presencia del higiénico en el mercado, hizo que se volatizaran las servilletas de las tiendas en divisas.

Así que como por encanto, las servilletas que tienen el sugestivo nombre de Lirio, y que según su envase son “suaves y absorbentes” y con “calidad de lujo”, han perdido la posibilidad de estar cerca de la mesa familiar.

Y aunque es muy lógico suponer que su lugar actual es el retrete, y que están en función de máxima prioridad, ¿cómo es posible aceptar que en la dictadura del proletariado ciudadanos comunes se estén limpiando el trasero con calidad y lujo?

Hay que tener confianza, seguro ha sido una contracción en el proceso productivo. La fábrica está situada en Cárdenas. Esa es la ciudad del niño Elián González –hoy un adolescente-, y si en un momento dado se hizo lo indecible para retornarlo de Miami, nada más lógico que de Cárdenas, para que esa ciudad siga manteniendo su reciedumbre, retorne a toda Cuba el papel sanitario.
fornarisjo@yahoo.com

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