Arroyo Naranjo, La Habana, noviembre 13 de 2008, (SDP) El 24 de febrero de este año se renovó el órgano supremo de poder en Cuba. En esa fecha era imposible pronosticar o hacer planes para el futuro inmediato. Hoy continúan las mismas condiciones de inseguridad.
Mucho fue lo que se comentó en la prensa internacional sobre las intenciones del gobierno, liderado por Raúl Castro. Se habló de levantar prohibiciones a los ciudadanos. Incluso se concedió cierta credibilidad, cuando periódicos extranjeros como El País, de España, citaron para ello fuentes anónimas, pero ‘cercanas al gobierno’.
Granma nada dijo a los cubanos. Estos, como de costumbre supieron de los posibles cambios a través de bolas callejeras o rumores. Lo cierto es que la única transformación que consta como acto de gobierno es la Resolución No. 84/08 del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.
Esta “autoriza las condiciones de contratación y uso de los Servicios Móviles Celulares, en la modalidad de prepago,…a todas las personas naturales que se encuentren en el territorio nacional”. El gobierno dio además la posibilidad de hospedarse en hoteles destinados al turismo internacional. Estas medidas benefician al 10% de la población y en nada aumentan su poder adquisitivo.
Lo que antes era una sospecha ahora es una realidad, el gobierno vendía una nueva imagen para el mundo y le resultó. Mientras unos no se tragaron el cuento y se negaron a restablecer relaciones, como EE.UU.; otros lo compraron al por mayor. Ejemplo, la Unión Europea, que reanudó la cooperación con Cuba en la segunda mitad del mes de octubre.
¿Qué saben los cubanos de los resultados del dialogo entre el grupo de los 27 y Cuba? Nada. El diario Granma, en su edición del 17 de octubre cita a Felipe Pérez Roque cuando comentó que, “se abría un nuevo camino que solo ha sido posible después que la Unión Europea elimino definitivamente las sanciones contra Cuba”.
Para el gobierno cubano, el restablecimiento de las relaciones fue una simple conquista política. En realidad no tienen otra alternativa para sobrevivir en el nuevo escenario internacional, pero es necesario darle un sabor. Ese mismo júbilo tendrá el día que los Estados Unidos decidan levantar el embargo a Cuba.
La Unión Europea en 2003 impone sanciones diplomáticas contra la Isla, tras la condena en juicios sumarísimos de 75 disidentes y el fusilamiento de tres jóvenes negros. En 2005 las suspende, a propuesta de España y el 19 de junio de 2008 las levanta, para alentar los cambios que supuestamente lleva a cabo el gobierno de Raúl Castro.
Los servicios informativos de El Nuevo Herald, el 17 de octubre, afirman que Louis Michel, impulsor del acercamiento entre Cuba y la Unión Europea, comentó que, “los funcionarios cubanos están dispuestos a hablar sin tabúes de todo”. Expresó además: “Miden perfectamente cuales son nuestras demandas”.
Es una lástima que los cubanos de a pie no sepan cuales son las demandas de los 27. Más, cuando el comisionado europeo Louis Michel viaja a Cuba y se niega a reunirse con la oposición, reconocida y legitimada por la organización interestatal europea, como democrática.
El discurso ha cambiado. Ya no es sólo la lucha solidaria para que llegue la democracia a los cubanos. Es también el ansia de que llegue la economía de mercado. “En un mundo global es difícil mantenerse al margen del modelo dominante”, dijo Louis Michel, según el referido informe de El Nuevo Herald.
Se ignora en este dialogo la situación real de la población cubana. Esta sufre las perdidas provocadas por los huracanes y también la represión de un gobierno que no tiene capacidad para satisfacer sus necesidades económicas y tampoco le deja solventarlas individualmente.
Aun no se sabe cuales son las verdaderas intenciones de la Unión Europea con Cuba. Lo seguro es que sobrepasa el interés político y roza el económico. Mientras unos tienen expectativas con respecto al futuro cercano de Cuba, los cubanos nada esperan.
laritzadiversent@yahoo.es
Mucho fue lo que se comentó en la prensa internacional sobre las intenciones del gobierno, liderado por Raúl Castro. Se habló de levantar prohibiciones a los ciudadanos. Incluso se concedió cierta credibilidad, cuando periódicos extranjeros como El País, de España, citaron para ello fuentes anónimas, pero ‘cercanas al gobierno’.
Granma nada dijo a los cubanos. Estos, como de costumbre supieron de los posibles cambios a través de bolas callejeras o rumores. Lo cierto es que la única transformación que consta como acto de gobierno es la Resolución No. 84/08 del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.
Esta “autoriza las condiciones de contratación y uso de los Servicios Móviles Celulares, en la modalidad de prepago,…a todas las personas naturales que se encuentren en el territorio nacional”. El gobierno dio además la posibilidad de hospedarse en hoteles destinados al turismo internacional. Estas medidas benefician al 10% de la población y en nada aumentan su poder adquisitivo.
Lo que antes era una sospecha ahora es una realidad, el gobierno vendía una nueva imagen para el mundo y le resultó. Mientras unos no se tragaron el cuento y se negaron a restablecer relaciones, como EE.UU.; otros lo compraron al por mayor. Ejemplo, la Unión Europea, que reanudó la cooperación con Cuba en la segunda mitad del mes de octubre.
¿Qué saben los cubanos de los resultados del dialogo entre el grupo de los 27 y Cuba? Nada. El diario Granma, en su edición del 17 de octubre cita a Felipe Pérez Roque cuando comentó que, “se abría un nuevo camino que solo ha sido posible después que la Unión Europea elimino definitivamente las sanciones contra Cuba”.
Para el gobierno cubano, el restablecimiento de las relaciones fue una simple conquista política. En realidad no tienen otra alternativa para sobrevivir en el nuevo escenario internacional, pero es necesario darle un sabor. Ese mismo júbilo tendrá el día que los Estados Unidos decidan levantar el embargo a Cuba.
La Unión Europea en 2003 impone sanciones diplomáticas contra la Isla, tras la condena en juicios sumarísimos de 75 disidentes y el fusilamiento de tres jóvenes negros. En 2005 las suspende, a propuesta de España y el 19 de junio de 2008 las levanta, para alentar los cambios que supuestamente lleva a cabo el gobierno de Raúl Castro.
Los servicios informativos de El Nuevo Herald, el 17 de octubre, afirman que Louis Michel, impulsor del acercamiento entre Cuba y la Unión Europea, comentó que, “los funcionarios cubanos están dispuestos a hablar sin tabúes de todo”. Expresó además: “Miden perfectamente cuales son nuestras demandas”.
Es una lástima que los cubanos de a pie no sepan cuales son las demandas de los 27. Más, cuando el comisionado europeo Louis Michel viaja a Cuba y se niega a reunirse con la oposición, reconocida y legitimada por la organización interestatal europea, como democrática.
El discurso ha cambiado. Ya no es sólo la lucha solidaria para que llegue la democracia a los cubanos. Es también el ansia de que llegue la economía de mercado. “En un mundo global es difícil mantenerse al margen del modelo dominante”, dijo Louis Michel, según el referido informe de El Nuevo Herald.
Se ignora en este dialogo la situación real de la población cubana. Esta sufre las perdidas provocadas por los huracanes y también la represión de un gobierno que no tiene capacidad para satisfacer sus necesidades económicas y tampoco le deja solventarlas individualmente.
Aun no se sabe cuales son las verdaderas intenciones de la Unión Europea con Cuba. Lo seguro es que sobrepasa el interés político y roza el económico. Mientras unos tienen expectativas con respecto al futuro cercano de Cuba, los cubanos nada esperan.
laritzadiversent@yahoo.es
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