Una imagen del rió Quibú, en la Habana, donde resalta la presencia en sus aguas de los nenúfares, malanguillas y otras plantas acuáticas. Claro, la presencia de esta variedad de vida vegetal quizá impida apreciar en toda su extensión la otra cara del asunto, la contaminación y suciedad que arrastra a su paso por la ciudad, motivo por el cual dicho río a llegado a inspirar incluso, en forma muy crítica, a algún que otro músico cubano.
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