Marianao, La Habana, 21 de mayo de 2009, (SDP) Mientras sus viriles compatriotas se ejercitaban para convertir los futuros desastres en victorias de propaganda, los gay, otrora acosados bajo el estigma de lacra social, invadieron este sábado 16 de mayo, a todo trapo y toda pluma la Rampa habanera. Al filo de las 10 de la mañana se desató una arrolladora conga desde el cine Yara hasta 23 y N que tiene que haber estremecido los residuos fantasmagóricos de Ana Lasalle y de Jorge Papito Serguera, si aún deambulan armados de tijeras y cuños por los viejos pasillos del ICRT.
Ya eran esperados en el Pabellón Cuba por una entusiasta multitud de muchachas y muchachos diferentes, para escuchar las palabras de bienvenida, a cargo de la directora del CENESEX Mariela Castro Espín. Estas, dieron paso a un variado programa de actividades que se extendieron hasta la caída de la tarde, sin apreciarse merma en la presencia del público.
Durante la jornada matutina se presentaron libros y revistas. Se lanzó, como una nueva campaña, Por el Respeto a la Libre Orientación Sexual, promovida por el CENESEX. Hubo despliegue de vistosos affiches y plegables, que se distribuían gratuitamente en mesitas bajo coloridas sombrillas, junto a cantidades industriales de condones.
Alguna gente se los llevaban a montones. Tiene que ser para especular vendiéndolos – comentó un miembro de la Comisión de Orden, quienes vestían unos pullóveres negros con la inscripción “LA DIVERSIDAD ES NATURAL” de la campaña para la libre orientación sexual
Pero ese sábado, al menos dentro del Pabellón, la PNR no estaba autorizada a perseguir merolicos. Al contrario, los pocos policías (uniformados) presentes mantenían una ordenada actitud circunspecta, rodeados de las mismas locas de carroza, travestís,
jineteras y pingueros a los que tanto gusta perseguir. Este elemento, otrora gentuza, se movió libremente luciendo sus galas por todo el área del Pabellón, hasta culminar en la presentación estelar de la conocida vedette Roxy Rojo, en representación de la Ciudad de Marta Abreu y Armando López.
Aunque entre los libros y revistas presentados, dudo que se encontrase algún título de Reinaldo Arenas, si participaron en las lecturas de poesía y prosa, celebradas después de almuerzo en la sede de la UNEAC Lina De Feria, Nelson Simón, Ana Lidia Vega Serosa y mi vieja amiga Ana Luz García Calzada, entre otros.
La misma UNEAC acogió la presentación de la revista Sexología y Sociedad, a cargo del poeta y escritor Víctor Fowler y de la omnipresente Mariela. Ella se movía sonriente y ligera entre la concurrencia. Lucía una combinación de holgado blusón níveo sobre ceñido pantalón negro, que hubiese hecho las delicias de su tío. Accedía a retratarse y a firmarle autógrafos a la gente con soltura pública, hasta hoy poco conocida en su familia. Si contaba con guardaespaldas alrededor suyo, estos fueron más discretos que de costumbre.
Allí se puso a disposición de sus muchos admiradores el CD titulado Fátima donde el simpatiquísimo presidente de la institución (Miguel Barnet) se incorpora, con un atraso de varias décadas a la literatura gay cubana.
En la acera de enfrente, en el edificio que sirve de sede a la Agencia Prensa Latina y al Ministerio de Salud Pública estuvieron realizándose pruebas rápidas para detectar el VIH- SIDA desde por la mañana hasta por la tarde, con una cola de interesados que no mermó. Se rumoró extraoficialmente que sólo se detectó un resultado positivo.
Me retiré del Pabellón Cuba con el lamento de que no estuviesen allí Virgilio Piñera, Jaime Bellechasses, José Mario Rodríguez y Reinaldo Arenas, entre los difuntos, José Soroa y Armando López entre los vivos.
Sólo me consoló la idea de que, tal vez un día, la Princesa Mariela pueda lanzar una campaña Por la Libre Orientación Política. Seguramente no bastaría toda la calle 23 para acogernos.
primaveradigital@gmail.com
Ya eran esperados en el Pabellón Cuba por una entusiasta multitud de muchachas y muchachos diferentes, para escuchar las palabras de bienvenida, a cargo de la directora del CENESEX Mariela Castro Espín. Estas, dieron paso a un variado programa de actividades que se extendieron hasta la caída de la tarde, sin apreciarse merma en la presencia del público.
Durante la jornada matutina se presentaron libros y revistas. Se lanzó, como una nueva campaña, Por el Respeto a la Libre Orientación Sexual, promovida por el CENESEX. Hubo despliegue de vistosos affiches y plegables, que se distribuían gratuitamente en mesitas bajo coloridas sombrillas, junto a cantidades industriales de condones.
Alguna gente se los llevaban a montones. Tiene que ser para especular vendiéndolos – comentó un miembro de la Comisión de Orden, quienes vestían unos pullóveres negros con la inscripción “LA DIVERSIDAD ES NATURAL” de la campaña para la libre orientación sexual
Pero ese sábado, al menos dentro del Pabellón, la PNR no estaba autorizada a perseguir merolicos. Al contrario, los pocos policías (uniformados) presentes mantenían una ordenada actitud circunspecta, rodeados de las mismas locas de carroza, travestís,
jineteras y pingueros a los que tanto gusta perseguir. Este elemento, otrora gentuza, se movió libremente luciendo sus galas por todo el área del Pabellón, hasta culminar en la presentación estelar de la conocida vedette Roxy Rojo, en representación de la Ciudad de Marta Abreu y Armando López.
Aunque entre los libros y revistas presentados, dudo que se encontrase algún título de Reinaldo Arenas, si participaron en las lecturas de poesía y prosa, celebradas después de almuerzo en la sede de la UNEAC Lina De Feria, Nelson Simón, Ana Lidia Vega Serosa y mi vieja amiga Ana Luz García Calzada, entre otros.
La misma UNEAC acogió la presentación de la revista Sexología y Sociedad, a cargo del poeta y escritor Víctor Fowler y de la omnipresente Mariela. Ella se movía sonriente y ligera entre la concurrencia. Lucía una combinación de holgado blusón níveo sobre ceñido pantalón negro, que hubiese hecho las delicias de su tío. Accedía a retratarse y a firmarle autógrafos a la gente con soltura pública, hasta hoy poco conocida en su familia. Si contaba con guardaespaldas alrededor suyo, estos fueron más discretos que de costumbre.
Allí se puso a disposición de sus muchos admiradores el CD titulado Fátima donde el simpatiquísimo presidente de la institución (Miguel Barnet) se incorpora, con un atraso de varias décadas a la literatura gay cubana.
En la acera de enfrente, en el edificio que sirve de sede a la Agencia Prensa Latina y al Ministerio de Salud Pública estuvieron realizándose pruebas rápidas para detectar el VIH- SIDA desde por la mañana hasta por la tarde, con una cola de interesados que no mermó. Se rumoró extraoficialmente que sólo se detectó un resultado positivo.
Me retiré del Pabellón Cuba con el lamento de que no estuviesen allí Virgilio Piñera, Jaime Bellechasses, José Mario Rodríguez y Reinaldo Arenas, entre los difuntos, José Soroa y Armando López entre los vivos.
Sólo me consoló la idea de que, tal vez un día, la Princesa Mariela pueda lanzar una campaña Por la Libre Orientación Política. Seguramente no bastaría toda la calle 23 para acogernos.
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