Santos Suárez, La Habana, mayo 21 de 2009 (SDP) Virosis inespecífica fue el diagnóstico que el cuerpo médico del Hospital “Saturnino Lora”, de Santiago de Cuba, brindó a decenas de pacientes que fueron internados en la primavera y el verano del 2006 por dengue. De ellos, el hemorrágico ocasionó varias víctimas.
La definición genérica es práctica común que ejercita la red de cuerpos médicos en toda la Isla.
El dengue no crea anticuerpos, sino la probabilidad que la morbilidad aumente a medida que sea infestado con una nueva cepa.
En vísperas de las elecciones legislativas y presidenciales en Bolivia, en el 2006 y 2007, en apoyo a Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS), Cuba invitó a estudiar al menos 10 mil bolivianos de diferentes localidades, de zonas selváticas y andinas. Sin embargo, en esos días, las fronteras de Brasil y Colombia con Bolivia se cerraron, como medida sanitaria al desatarse focos de fiebre aftosa y aviar.
En los decenios de 1970 y 1980, Cuba envió grandes contingentes de tropas a Angola, Etiopia, Siria y Nicaragua. Ya en los 60, estuvo presente en Argelia y Vietnam. Guerrilleros de África y América Latina ocultamente se entrenaban en Cuba y, regresaban clandestinamente en las flotas de pesca, violando los controles sanitarios, dada la condición secreta de sus misiones. Esas misiones secretas de guerrillas y ejércitos internacionalistas, han contraído y expandido las enfermedades: paludismo, dengue, SIDA y otras.
Cuba, a principio de los años 70, fue invadida por la fiebre porcina. Fue sacrificada toda la ganadería porcina.
En 1981 el dengue afectó a más de 300 000 personas. Cobró 158 vidas, entre ellas, 101 niños. Cuba culpó a EE.UU. de iniciar una guerra bacteriológica.
Cuba ofrece cuidado oftalmológico a través de la “Misión Milagro” a países de Latinoamérica y el Caribe. La mayoría recalan por La Habana. En la escuela “Salvador Allende” se hospedan por dos semanas o más. Se han reportado enfermedades de virosis inespecíficas y, casos de Venezuela han llegado a morir.
Estudiantes de medicina de las regiones andinas bolivianas presentan padecimientos respiratorios, que periódicamente les afloran. Especialistas de la salud altamente calificados, valoran la existencia de cepas de enfermedades exóticas, propias de esas regiones selváticas. Allá son endémicas y los lugareños son resistentes a ellas, no así los cubanos.
Si se hace un estudio, La Habana es vulnerable a enfermedades: Recibe el 47% del turismo foráneo. El 62 % de las edificaciones demandan reparación capital. El 75 % de la red de agua potable está deteriorada. Cuenta con el 29 % de los habitantes del país. Más de 30 mil provincianos, cada semana viajan a la capital. Pululan las fosas reventadas, las aguas albañales invaden la red potable. La ciudad no cuenta con medios para mantener la recogida de basura, escombros y desperdicios. El déficit de gas y el alto costo de la electricidad, provocan que la mayoría no hierva el agua. No se dispone de divisa para la compra de productos de higiene del hogar. Para colmo, La Habana está cercada de villas miserias.
México es el tercer emisor de turismo a Cuba. La mexicana fue la tercera delegación a las recientes “Olimpiadas” deportivas del ALBA. Varios mexicanos, casos potenciales del virus H1N1, fueron remitidos del hospital “Allende” al Instituto de Medicina Tropical (IPK).
El gobierno cubano sólo reconoce dos casos de influenza porcina, pero mantiene la alerta epidemiológica.
El Dr. Terry, vice ministro del MINSAP, diagnosticó a mediados de los años 1990, que la causa de la epidemia de neuropatía gravitaba en el déficit de carne roja. Fue expulsado por revelar un “asunto secreto”. Tan secreto como es hoy el estado clínico de Fidel Castro. El Gobierno trataba de convencer a la opinión pública que las causas de la neuropatía eran el tabaquismo y el alcoholismo.
Al diagnosticar en la hoja clínica del paciente “virosis inespecífica” en casos de dengue u otra enfermedad conocida, profesionalmente el galeno muta en verdugo.
cubano2000cisd@yahoo.es
La definición genérica es práctica común que ejercita la red de cuerpos médicos en toda la Isla.
El dengue no crea anticuerpos, sino la probabilidad que la morbilidad aumente a medida que sea infestado con una nueva cepa.
En vísperas de las elecciones legislativas y presidenciales en Bolivia, en el 2006 y 2007, en apoyo a Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS), Cuba invitó a estudiar al menos 10 mil bolivianos de diferentes localidades, de zonas selváticas y andinas. Sin embargo, en esos días, las fronteras de Brasil y Colombia con Bolivia se cerraron, como medida sanitaria al desatarse focos de fiebre aftosa y aviar.
En los decenios de 1970 y 1980, Cuba envió grandes contingentes de tropas a Angola, Etiopia, Siria y Nicaragua. Ya en los 60, estuvo presente en Argelia y Vietnam. Guerrilleros de África y América Latina ocultamente se entrenaban en Cuba y, regresaban clandestinamente en las flotas de pesca, violando los controles sanitarios, dada la condición secreta de sus misiones. Esas misiones secretas de guerrillas y ejércitos internacionalistas, han contraído y expandido las enfermedades: paludismo, dengue, SIDA y otras.
Cuba, a principio de los años 70, fue invadida por la fiebre porcina. Fue sacrificada toda la ganadería porcina.
En 1981 el dengue afectó a más de 300 000 personas. Cobró 158 vidas, entre ellas, 101 niños. Cuba culpó a EE.UU. de iniciar una guerra bacteriológica.
Cuba ofrece cuidado oftalmológico a través de la “Misión Milagro” a países de Latinoamérica y el Caribe. La mayoría recalan por La Habana. En la escuela “Salvador Allende” se hospedan por dos semanas o más. Se han reportado enfermedades de virosis inespecíficas y, casos de Venezuela han llegado a morir.
Estudiantes de medicina de las regiones andinas bolivianas presentan padecimientos respiratorios, que periódicamente les afloran. Especialistas de la salud altamente calificados, valoran la existencia de cepas de enfermedades exóticas, propias de esas regiones selváticas. Allá son endémicas y los lugareños son resistentes a ellas, no así los cubanos.
Si se hace un estudio, La Habana es vulnerable a enfermedades: Recibe el 47% del turismo foráneo. El 62 % de las edificaciones demandan reparación capital. El 75 % de la red de agua potable está deteriorada. Cuenta con el 29 % de los habitantes del país. Más de 30 mil provincianos, cada semana viajan a la capital. Pululan las fosas reventadas, las aguas albañales invaden la red potable. La ciudad no cuenta con medios para mantener la recogida de basura, escombros y desperdicios. El déficit de gas y el alto costo de la electricidad, provocan que la mayoría no hierva el agua. No se dispone de divisa para la compra de productos de higiene del hogar. Para colmo, La Habana está cercada de villas miserias.
México es el tercer emisor de turismo a Cuba. La mexicana fue la tercera delegación a las recientes “Olimpiadas” deportivas del ALBA. Varios mexicanos, casos potenciales del virus H1N1, fueron remitidos del hospital “Allende” al Instituto de Medicina Tropical (IPK).
El gobierno cubano sólo reconoce dos casos de influenza porcina, pero mantiene la alerta epidemiológica.
El Dr. Terry, vice ministro del MINSAP, diagnosticó a mediados de los años 1990, que la causa de la epidemia de neuropatía gravitaba en el déficit de carne roja. Fue expulsado por revelar un “asunto secreto”. Tan secreto como es hoy el estado clínico de Fidel Castro. El Gobierno trataba de convencer a la opinión pública que las causas de la neuropatía eran el tabaquismo y el alcoholismo.
Al diagnosticar en la hoja clínica del paciente “virosis inespecífica” en casos de dengue u otra enfermedad conocida, profesionalmente el galeno muta en verdugo.
cubano2000cisd@yahoo.es
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