Mantilla, La Habana, (SDP) Muchas son las instituciones que apoyan el rescate de un sistema democrático en Cuba. Durante años se han organizado los cubanos exiliados para crear mecanismos de apoyo a la oposición interna. Han ampliado su creatividad afiliándose con ONGs de otras partes del mundo con el objetivo de sensibilizar a la opinión internacional.
Aunque poco se ha logrado, pues llevamos 50 años de dictadura y no parece terminar ahí, el mundo y los cubanos, conocen hoy la otra cara del gobierno de los hermanos Castro: sus atropellos, sus crímenes, su enriquecimiento a costa de otros y su forma de gobernar a lo nazi.
Los cubanos han despertado dispuestos a enfrentarse a quienes los han mantenido aislados de la civilización durante años. La contribución a ese despertar la ha dado la propia manera de gobernar de Fidel y Raúl Castro. Sus mentiras y sus manipulaciones han provocado un fuerte descontento en el pueblo, que ve su futuro igual o peor que su pasado.
La oposición ha dado su aporte, sea por convicción, patriotismo o por una visa, el caso es que lo ha dado. Ahí están las Damas de Blanco, que no descansan en su lucha ni descansarán hasta ver a sus familiares libres, los grupos de Derechos Humanos, los periodistas independientes, la sociedad civil y los sufridos presos políticos. Personas que sea el objetivo que sea, aportan día a día por traer de vuelta la democracia a Cuba.
Hoy existe una crisis económica que amenaza a todo el mundo. En Cuba esa crisis data del año 1959. No podemos medir exactamente sus consecuencias pues no conocemos otro modelo económico que el implantado en nuestra patria por medio siglo. La miseria es algo que conocemos bien de cerca, pero además, si algo hay de cierto, es que conocemos la mentira.
El apoyo internacional a la oposición ha sido objeto de críticas durante años por no ser efectivo en la isla.
En Washinton se aprueban fondos millonarios destinados a promover la democracia en Cuba, fondos para mejorar el trabajo de los grupos opositores y los periodistas independientes. A la Habana llegan las noticias, los disidentes se alegran y comentan: “ahora sí, recibiremos ayuda”. Lástima, pues todo se queda en los diarios. Por más que los leo, no logro entender cuando y como llegará algo de esos millones para que los presos mejoren su alimentación, los opositores consoliden su trabajo sin tener que pensar en que llevarán de comer a su hogar y los periodistas independientes sean de verdad independientes del estado. Lo digo así, pues estos últimos escriben mientras piensan que comer y con que vestirse.
Sabrá Dios por qué motivo, la ayuda para Cuba no llega a Cuba. Eso lo debe saber Washington. El presidente Barack Obama debe adoptar métodos eficientes si realmente tiene intenciones de ayudar a los cubanos en la búsqueda de la libertad. En Cuba existen buenos proyectos con fundamento, personas capacitadas y una prensa imparcial e independiente, sólo falta apoyo profesional, económico y material. No es muy difícil. Sólo falta el deseo y la disposición.
yerofelipe@gmail.com
Aunque poco se ha logrado, pues llevamos 50 años de dictadura y no parece terminar ahí, el mundo y los cubanos, conocen hoy la otra cara del gobierno de los hermanos Castro: sus atropellos, sus crímenes, su enriquecimiento a costa de otros y su forma de gobernar a lo nazi.
Los cubanos han despertado dispuestos a enfrentarse a quienes los han mantenido aislados de la civilización durante años. La contribución a ese despertar la ha dado la propia manera de gobernar de Fidel y Raúl Castro. Sus mentiras y sus manipulaciones han provocado un fuerte descontento en el pueblo, que ve su futuro igual o peor que su pasado.
La oposición ha dado su aporte, sea por convicción, patriotismo o por una visa, el caso es que lo ha dado. Ahí están las Damas de Blanco, que no descansan en su lucha ni descansarán hasta ver a sus familiares libres, los grupos de Derechos Humanos, los periodistas independientes, la sociedad civil y los sufridos presos políticos. Personas que sea el objetivo que sea, aportan día a día por traer de vuelta la democracia a Cuba.
Hoy existe una crisis económica que amenaza a todo el mundo. En Cuba esa crisis data del año 1959. No podemos medir exactamente sus consecuencias pues no conocemos otro modelo económico que el implantado en nuestra patria por medio siglo. La miseria es algo que conocemos bien de cerca, pero además, si algo hay de cierto, es que conocemos la mentira.
El apoyo internacional a la oposición ha sido objeto de críticas durante años por no ser efectivo en la isla.
En Washinton se aprueban fondos millonarios destinados a promover la democracia en Cuba, fondos para mejorar el trabajo de los grupos opositores y los periodistas independientes. A la Habana llegan las noticias, los disidentes se alegran y comentan: “ahora sí, recibiremos ayuda”. Lástima, pues todo se queda en los diarios. Por más que los leo, no logro entender cuando y como llegará algo de esos millones para que los presos mejoren su alimentación, los opositores consoliden su trabajo sin tener que pensar en que llevarán de comer a su hogar y los periodistas independientes sean de verdad independientes del estado. Lo digo así, pues estos últimos escriben mientras piensan que comer y con que vestirse.
Sabrá Dios por qué motivo, la ayuda para Cuba no llega a Cuba. Eso lo debe saber Washington. El presidente Barack Obama debe adoptar métodos eficientes si realmente tiene intenciones de ayudar a los cubanos en la búsqueda de la libertad. En Cuba existen buenos proyectos con fundamento, personas capacitadas y una prensa imparcial e independiente, sólo falta apoyo profesional, económico y material. No es muy difícil. Sólo falta el deseo y la disposición.
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