jueves, 21 de mayo de 2009

SUEÑO PROVOCADO POR LA LECTURA DEL LIBRO DE NORBERTO FUENTES, Ramón Díaz-Marzo (Fragmento del Libro de los sueños)


Llego a las esquinas de las calles de Obispo y Habana donde se alza una iglesia que tiene un campanario desproporcionadamente alto. En el sueño no recuerdo que en ese lugar lo que está es el Bar-Cafetería "La lluvia de oro". Cuando entro a la iglesia ya estoy directamente dentro de un ascensor. Inesperadamente entra al ascensor F., y me sorprende que no tenga escolta. Hay una mujer y un hombre cuyas caras no defino bien. Siento la velocidad con que el ascensor sube y estoy pensando que es un largo camino porque la torre de la iglesia se parece a una torre de rascacielos. Pero hay un momento en que el ascensor comienza a correr hacia los lados. Primero hacia la izquierda y luego hacia la derecha; y es como si viajáramos en un automóvil a toda velocidad.

Cuando llegamos arriba veo un hombre que es una suerte de jerarca religioso del lugar. Yo salgo del ascensor primero, y en vez de encontrarme con un templo, estoy en una casa con un comedor y una sala inmensamente grande. Las puertas de la sala están cerradas y yo sé que dan hacia la calle del Obispo. Detrás de mí ha salido del ascensor F. que le está diciendo al oído al otro hombre algo que no puedo escuchar. Ese hombre entonces se me acerca y me dice al oído lo que F. le acaba de decir: "Yo sé quién es Ramón. Él ha publicado un libro "Cartas a Leandro", y se hace el viejo. Pero no le crean. En el fondo esta lleno de juventud y sólo está fingiendo." Y el hombre, que tiene la cara de un viejo de físico fuerte, me dice que me comporte a la altura de los acontecimientos. Es decir, que no cometa ningún error.

Yo me siento en un banco de madera largo. Hay varios bancos de madera largos. Pero el escogido por mí da hacia la pared dándole la espalda al resto de la casa. Y es allí donde quiero sentarme para no tener que verme forzado a dirigirle la palabra a F.

Instantes después aparece saliendo del ascensor R., que viene con varias personas que no puedo definir bien.

Me despierto y recuerdo que en el lugar donde se levantaba la iglesia de mi sueño, está el Bar-Cafetería "La lluvia de oro". Y recuerdo que en ese lugar actualmente trabaja un cantinero que conoció a NF. Cuando sigo en mi asociación de ideas recuerdo que ese cantinero, que en la vida real muchas veces me ha hablado de NF, la ultima vez que me lo encontré y le hablé del libro que NF ha publicado revelando aspectos ocultos de los personajes fatídicos del año 1989, me dijo que NF es un pendejo. Que cuando abrió el maletín y se encontró con tantos dólares que T de la G le había entregado, se apendejó y llamo al DSE o al DGI. Y que no tuvo valor de quedarse callado con relación al dinero, etcétera. Esa noche yo le dije al cantinero que NF hizo lo correcto, pues tarde o temprano, si te vigilan los Cajoteros (equipo de persecución control y chequeo) el gobierno descubriría la bola oculta de NF.

Y asociando al cantinero con NF, recuerdo la última cantina donde el cantinero trabajó en Obispo y Villegas en los mediados de los años 80. Y recuerdo que ese bar se llenaba de personajes como David Buzzi y algunos escritores más. Y que ese Bar tenía cierto nivel en el sentido de las personas que allí se pegaban a la barra a consumir tragos de ron. Y que una noche yo estuve por allí y entablé amistad - de borrachera bajo control- con un nicaragüense que estaba pasando un curso aquí en la Habana, y era excombatiente de la guerra contra el gobierno de Somoza. De todas maneras, cuando despierto, me percato claramente que este sueño es una clara y directa repercusión en mi mente del libro que estoy leyendo por estos días de NF.
ramon597@correodecuba.cu

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