jueves, 13 de noviembre de 2008

EL BÁRBARO DEL TANQUE, Ramón Díaz-Marzo



Habana Vieja, La Habana, noviembre 13 de 2008, (SDP) La categoría de personaje se le otorga a los que han protagonizado un suceso relevante o han subordinado su existencia a un hecho que, por su exclusividad, se interpreta como sacrificio o locura.

Por las calles de La Habana, durante 28 años, el mulato Jesús Perdomo Triguero ha hecho girar un Tanque de 55 galones.

"El Bárbaro del Tanque", con 43 años de edad en el presente, ha perfeccionado su pasión hasta convertir al Tanque en una bailarina.

Hay que ver a "El Bárbaro del Tanque" cómo de repente le imprime determinada inclinación a la bailarina de metal; cómo le dirige miradas de reproche, que la humanizan; cómo, inclinada y girando sobre sí misma, ella se libera surcando el asfalto y alejándose de su director; cómo se abre en circulo ancho cual adiós definitivo como si más allá le esperara la muerte. Entonces "El Bárbaro" le da la espalda como el torero-espada en el acto tercero de la tragedia española. "El Bárbaro, de perfil, con la dignidad de un especialista, extiende su brazo, y el obediente Tanque retorna a sus manos.

Hacer girar un Tanque podrá ser un arte o religión personal; pero fundamentalmente es la danza de los Círculos del Tiempo. Y aunque el error de esta crónica es la pretensión de explicar el "acto" de Jesús Perdomo, imagino que el Tanque es el Mundo, y Jesús, un ayudante de Dios.

Tal vez nunca nadie sabrá por que "El Bárbaro" hace girar un Tanque oxidado y con huecos en el fondo; pero lo hace girar. Mientras las fuerzas físicas se lo permitan "El Bárbaro" continuará haciendo girar su Tanque. No será el Santo que alcanza la beatitud de los Cielos, ni el General que ocupa un lugar en la Historia por sus guerras sangrientas. Su importancia radica en que ha sabido convertir su infancia en una recurrencia circular que lo libera de la calamidad de la conciencia.

Si las gentes lo toleran, como fueron tolerados "El Caballero de París", "La China", "El Patinador de la Muerte", y "El General" (que ahora tiene quien lo escriba), y otros muy ilustres ciudadanos de La Habana, es porque manejan códigos demasiado sencillos para que los demonios de siempre descubran la Fuerza que se esconde en sus trances.

Estemos atentos ante estos "personajes" cuyas acciones inofensivas carecen de explicación. Podrían ser los guardianes que siempre nos han protegido de la verdadera LOCURA.
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