Santa Clara, Villa Clara, noviembre 13 de 2008, (SDP) La historia de Penélope, que esperó 20 años el regreso de su esposo Odiseo, parece recrearse de nuevo en la cubana Teresa Haydée. Así lo hace constar el periódico oficialista Juventud Rebelde en su muy leída sección “Acuse de Recibo” del 16 de Octubre, la cual cito textualmente:
“A finales de la década del 70, su padre Loreto Álvarez en su casa de Macagua, en ese municipio en Sancti Spíritus, recibió la visita de representantes del Ministerio de la Agricultura, de la ANAP y Recursos Hidráulicos, pues los terrenos de Loreto se encontraban en el área donde se construiría la actual presa Tuinicú”.
“El campesino accedió a vendérselos al estado, con la condición de que se le asignara una vivienda en otro sitio. A los tres días de la compra, Loreto falleció y su hija Teresa Haydée quedo al cuidado de dos hermanos impedidos físicos y mentales. Al año y medio recibió el dinero de los terrenos y una pensión vitalicia por 80 pesos mensuales… pero aun esta aguardando por la dichosa vivienda”.
Durante 20 años, Teresa Haydée ha reclamado en todas partes y a todos los niveles sin violar los canales pertinentes. Le comunican que no tienen que ver con el asunto, que la provincia no cuenta con un fondo habitacional. Son las respuestas en 20 años, dijo ella.
Haydée afirma compungida y a la vez encolerizada: “Desde el momento de realizarse la compra de los terrenos, no se ha hecho otra cosa que engañarnos, porque la vivienda de mi padre no aparece por ninguna parte. Y todavía no se ha encontrado al responsable.”
Aunque parezca increíble, casos como este se dan en Cuba, a pesar de que según la propaganda gubernamental, somos un país con leyes y tenemos una Constitución de la República, un cuasi perfecto sistema de impartir justicia y un gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo.
Entonces, ¿por qué nadie hasta ahora le ha podido resolver el problema, de poseer su propia casa a la frustrada Haydée? Ella no se buscó el problema, sino que fueron los organismos estatales los que negociaron con su difunto padre. Es decir, los que crearon el problema son quienes aún detentan el poder.
¿Por qué no se cumple la llamada “Legalidad Socialista”, cuando dejan a una persona y su familia abandonada sin cumplir el compromiso hecho con su progenitor por el estado totalitario? ¿Por que tiene la desesperada víctima que acudir a un periódico para tratar de resolver su problema y que sea cumplida la ley?
Esto prueba que en Cuba, todo ese supuesto sistema legal solo sirve como escenario de un gran teatro donde tras bambalinas no existe nada de lo prometido y sí mucho maquillaje.
Si las leyes en Cuba funcionaran, ¿estuviera todavía Haydée en la reclamación de su casa?
Este caso es solo una punta del iceberg, pues miles son los problemas que tienen los cubanos. Estos angustiados escriben a las secciones de correspondencia de los medios de prensa como la última tabla salvadora a la cual aferrarse para resolver algo tan simple como tener su propio techo y que en cualquier país seria de fácil solución.
Nada, que si los cubanos tenemos que acudir a los periódicos para poder resolver problemas como este u otros de fácil solución, es muy posible que para “Las Calendas Griegas”, todos nuestros problemas sencillos estén resueltos y solo entonces empecemos a resolver los más graves.
primaveradigital@gmqail.com
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