Regla, La Habana, noviembre 13 de 2008, (Alas-SDP) El pasado 7 de noviembre el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, publicó un artículo con el titulo. La SINA y la fiesta del “guatáo”.
La periodista Deisy Francis Mexidor quien rubrica dicho escrito, expone una tesis delirante, que es más risible que creíble. Entre otras tantas bufonadas vuelve al retórico adjetivo de mercenario, grupúsculo, etc.
Cito: Fue lo de siempre: ni más ni menos, miembros de los grupúsculos contrarrevolucionarios internos citados por el llamado de sus amos fueron a “votar” por un presidente que asumen como suyo.
Entre otros, fui testigo de todo lo que aconteció. No acudimos por amo alguno, ya que los revolucionarios luchadores por la democracia y un cambio en Cuba somos de la opinión que los problemas de la patria lo resolvemos los cubanos y que no permitimos mandatos externos.
En cambio agradecemos la invitación de la sede diplomática, pues da la opción de determinar si asistes ó no. Cosa que no sucede en Cuba, que trasmitió por todos los canales de televisión las elecciones que se efectuaron en Venezuela y Bolivia sin preguntar a nadie la disposición del pueblo para ver un proceso electoral que tampoco asumimos como nuestro.
En otra parte de su texto la periodista cuenta, que mientras transcurrían las elecciones una parte significativa del pueblo estadounidense, jóvenes, representantes de minorías, miembros de las capas medias y de la clase trabajadora inclinaron la balanza a favor de Obama, la mayoría de los mercenarios que acudieron al festejo de la SINA estaban puestos, eso si, para la comida y la cerveza.
Le comento a Francis que este es un aspecto que muestra la esencia de la democracia, el hecho de que jóvenes, representantes de minorías, trabajadores, etc. ejerzan su derecho al voto es una lección que no debe dejar pasar por alto ningún cubano, ya que no ha tenido todavía la suerte de elegir a su presidente.
Una de las armas del socialismo es desacreditar y crear una imagen negativa de sus oponentes, y usted aparenta seguirlo al pie de la letra, pero se vuelve a equivocar. La actividad se dispuso de forma tal que existiera información completa de todo lo que aconteciera en ese proceso de elecciones, por esta razón la comida y la cerveza, fue solo eso: comida y cerveza, sin la matasón y las colas que se forman en las carnicerías de nuestro país cuando venden el pollo y el picadillo, que por demás es de soya.
Otro párrafo del artículo hace volar la imaginación y dice: Y al ejercer el sufragio simbólico como era de esperar un 64% de los votantes congregados, según reporte de un corresponsal, definió su elección por el republicano John McCain…
No sabría que responderle señora Mexidor porque ni yo que fui testigo de lo que aconteció tenía el resultado de ese sufragio simbólico, lo que si puedo asegurarle es que gran parte de los asistentes no ejerció ese voto pues no lo entendió como suyo.
Mas adelante la periodista dice: Sin embargo, la cosa cambió de color y terminó como la fiesta del “guatáo”. Cuando las horas empezaron a trascurrir y comenzó a despejarse quien seria el nuevo inquilino de la Casa Blanca, los ánimos bajaron y la “provisiones” también…Dicen, incluso, que apenas se conoció el resultado fue tal el desaliento, que se paro el tiro de cerveza y alguien de los presentes expreso: “¡Arriba caballeros, que esto se acabo!”.
Le explico que esta actividad estaba programada para que empezara a las 7:00 de la tarde y culminara a las 11:00 de la noche. A las 10:45 se dio como ganador de los comicios a Barack Obama y los presentes dieron un ovacionado aplauso por la victoria alcanzada por el pueblo de los Estados Unidos, momento en que los invitados comenzaron a retirarse, sin exceso de tragos, ni llenos de comida.
Una recomendación si quiero darle (y va gratis), escoja mejor sus fuentes, no se vaya con la de trapo.
primaveradigital@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario