viernes, 1 de mayo de 2009

TENEMOS UN CAN, José Antonio Fornaris


Managua, La Habana, abril 30 de 2009. (SDP). En algunos lugares se valora a la prensa como el perro guardián de los intereses públicos. Hasta en eso el viejo amigo del hombre recibe honores.

Hace unos días, M. H. Lagarde, un individuo que debe tener algún espejo mágico en la casa, porque se cree con la potestad de decir quienes son cultos y quienes no, cosa esa muy difícil porque Cuba es uno de “los pueblos más cultos del mundo” (lo dijo Castro), calificó en un artículo de opinión publicado en una página electrónica, de “perro” al colega Luís Cino.

Lagarde es uno de los casi tres mil setecientos periodistas oficialistas que reciben salario por defender al grupo gobernante que hace medio siglo impuso en nuestro país una ideología foránea.
Que Cino signifique perro en griego nos alegra porque quizás así podamos llegar a tener a alguien que pueda comunicarse directamente con los miles de canes hambreados, sarnosos, sucios y con disímiles tipos de enfermedades que recorren las calles de las ciudades cubanas y preguntarles que opinión tienen de su existencia bajo el comunismo.

A lo mejor nos enteramos que sufren de segregación política –ya pueden andar cerca de los hoteles-, al igual que la inmensa mayoría de sus coterráneos humanos-cubanos que no tienen posibilidades de cargos públicos porque no forman parte del ocho por ciento de la población nacional que integra al Partido único y a la Unión de Jóvenes Comunistas.

Lagarde dice, además, que no se sabe a ciencia cierta si lo que se imparte en las teleconferencias que ofrece la Universidad de la Florida a través de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana “es periodismo o terrorismo”.

Ante la duda, hay que averiguar si el programa de estudios lo preparó alguno de los ex jefes de los Grupos de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio. O algún seguidor del poeta comunista Rubén Martínez Villena, quien adelantándose en más de siete decenios a Al Qaeda, quiso tomar clases de piloto en Estados Unidos con la idea de bombardear luego el Palacio Presidencial de Cuba.

Unos meses después del derribo de las Torres Gemelas, escuché decir que tres sobrinos de Osama Bin Laden estaban de visita en La Habana. Ahora, ante el escenario planteado por Lagarde, hay que preguntarse, de ser cierta la información, quienes fueron los anfitriones de esas personas. ¿Habrán sido los periodistas independientes?

Lagarde parece ser un interesado en el tema del terrorismo. No estaría de más que averiguara, y escribiera al respecto, quienes han sido o son terroristas en Cuba, quienes en la isla se relacionan con esas gentes o le han dado abrigo.

Si realiza un buen trabajo investigativo sobre el asunto y lo argumenta bien –los que les cedieron las viejas fotos para su artículo muy probablemente puedan ayudarlo-, hasta quizás pueda convencer a alguien de que existe terrorismo bueno y terrorismo malo.
mailto:fornarisjo@yaohoo.com

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