jueves, 7 de mayo de 2009

VICISITUDES DE UNA CUBANA, Ainí Martin Valero

Regla, La Habana, 7 de mayo de 2009, (SDP) Thaira Rojas Fernández nunca pensó que llegara el día, que tuviera que decidir su futuro y el de su familia. Opositora desde los años 90, cuando pocas mujeres osaban hablar y decir lo que pensaban del régimen cubano, Thaira militaba en las filas de la disidencia.

Desde pequeña se opuso al dictamen del Comandante. Se casó muy joven y sufrió los actos de repudio en los 80. La familia de su esposo vino por Mariel a buscarlos en una lancha. Los simpatizantes de la Revolución estuvieron 3 días con 3 noches disparando huevos y piedras contra su puerta. No pudieron salir a tiempo, las turbas se lo impidieron.

Sufrió vejaciones en sus años de maestra, al no asistir a ninguna actividad promovida por la Revolución. Era mal vista en su escuela. Tanto dieron los militantes del Partido que en los mismos 80, fue expulsada de educación. ¿Por qué? Ella sólo pensaba diferente, hablaba diferente, soñaba con la libertad y lo trasmitía a sus alumnos. Esos fueron sus grandes pecados.

Después de mas de 15 años en las filas de la oposición y de militar en partidos como Movimiento Hijos de la Virgen de Regla, Partido Republicano de Cuba, Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales, Unión Sindical de Trabajadores Independientes de Cuba, Asociación Pro Justicia Social entre otras, decide presentar una solicitud en el programa de Refugiados de la Sección de Intereses de Washington en La Habana.

La persecución, los acosos, los atropellos, las intimidaciones, las amenazas con ir a prisión la llevaron a tomar esta decisión.

La necesidad de libertad, protección y democracia para ella y su familia se convirtió en algo apremiante para su vida. Se presentó en el programa de refugiados, sostuvo la primera entrevista. Luego, aplicó para una segunda con el departamento de Inmigración de esas mismas oficinas.

En 2008 fue atendida por este departamento. Un funcionario americano de forma cordial la atendió. Al término de la entrevista y después de haberle rechazado a uno de sus hijos, Thaira Rojas tuvo que esperar respuesta de su solicitud mediante carta o telegrama en su casa.

Sus actividades como opositora no cesaron en ningún momento, pensar que ella se iría pronto de su país y de su lucha, la agobiaban.

Dos meses después recibió la misiva del departamento de refugiados –usted no aplica pues no demostró miedo fundado- Era increíble lo que leía. Thaira Rojas Fernández dio media vida en su lucha a favor de la libertad de su patria. Continuará dándola pese al temor de caer presa. Todavía no entiende el por qué de la negación de su refugio.

“La vida de mi familia está en peligro, mis hijos de 27 y 18 años de edad no pueden trabajar y mi esposo tampoco. Vivimos gracias a la caridad de algunos familiares en el extranjero. Somos mal vistos en nuestra comunidad, imagínate somos contrarrevolucionarios” cuenta Thaira con lágrimas en los ojos.
Las personas establecen diferencia entre las experiencias, algunas vividas y otras remotamente contadas, pero no conocidas. Este es el caso de esta madre y esposa cubana. Los funcionarios estadounidenses no pueden conocer las vicisitudes vividas por ella. No entienden ni entenderán nunca lo que es el miedo y la persecución. No lo han vivido, no lo han experimentado.
ainimv@yahoo.com

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