jueves, 14 de mayo de 2009

LIBERALISMO EN CUBA, Frank Correa.



“Liberales son las personas que tienen la causa de la libertad en el corazón”. Tras ese principio está perfeccionar las fuerzas de nuestra oposición en su lucha común contra el sistema totalitario que gobierna la isla.

El liberalismo ve su alumbramiento en Inglaterra, a finales del siglo XVII, donde comenzaron a labrarse los rudimentos de este orden deseable que hoy llamamos con propiedad corriente liberal. En Europa, David Hume, Adam Smith, Edmund Burke, T. B. Macaulay, Lord Acton y más tarde en Estados Unidos, James Madison, John Marshall y Daniel Webster, profundizaron y moldearon las bases del Liberalismo que hoy conocemos y continuamos. Como una especie de “parto inducido”, esta corriente filosófica engendra por naturaleza un sub género, y es sumamente importante diferenciarlos.

Actualmente en Cuba, cumpliéndose tal vez la rigurosa ley evolutiva que diverge dos tendencias de un mismo núcleo, existen dos corrientes que aglutinan a los liberales. Pero Liberalismo y Democracia, aunque compatibles, no son lo mismo. El primero propugna la limitación del poder del gobierno, mientras que la segunda se preocupa en quién debe radicar ese poder.

Podemos captar mejor la diferencia entre ambos si nos fijamos en sus respectivos contrarios: lo opuesto del liberalismo es el totalitarismo, mientras que lo opuesto a la democracia es el gobierno autoritario.

Aunque se venía fraguando desde hacia tiempo, el liberalismo no se puso de moda hasta la crisis de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo después del fracaso universal y sin paliativos de las economías planificadas del socialismo real.


En nuestro país, la ley de “parto inducido” desmembró un sub género desde el vientre de la Unidad Liberal de la República de Cuba (ULRC): la Convergencia Liberal, llamada esencialmente Arco Progresista, estructura que se describe como liberal y que sólo en muy pocos puntos coinciden con la ULRC. Sus principios se basan en fundamentos filosóficos distintos, con la concepción lógica de tratar todos los fenómenos como productos de un diseño deliberado y con la idea de plasmar de nuevo todas las instituciones existentes según el plan ya preconcebido.

Según la conceptualización que hiciera uno de sus miembros en una ponencia política el 20 de Julio del 2008, durante la Primera Convención del Arco Progresista, “…es el resultado de los esfuerzos de la Coordinadora Socialdemócrata de Cuba (CSDC), del Partido del Pueblo (PP) y de la Corriente Socialista Democrática Cubana (CSDC). Se intenta crear un partido político socialdemócrata único, amplio, representativo, vigoroso y con ambición de futuro, abierto a aquellas tradiciones del socialismo liberal y del socialismo cristiano, fundidos en un partido de centro izquierda, capaz de ofrecer una mejor alternativa de cambio y estabilidad democráticos para el futuro de la nación cubana…”

La Convergencia Liberal, una coalición que resurgió a la sombra del Arco Progresista, se nutre de los restos del Partido Liberal de Cuba, del Partido Solidaridad Democrática, y el Partido Ortodoxo Liberal, de poca membresía, y también dos grupos más, uno de ellos de atención a los presos políticos.


La Unidad Liberal de la República de Cuba, agrupa una notable mayoría de opositores de renombre. Desde su emblemático líder Héctor Palacios Ruiz y el vice presidente Francisco Chaviano González (el activista que más años de prisión ha tenido que purgar por esta lucha pacífica), están hombres de la talla de Jorge Luís García Pérez (Antúnez) y Guillermo Fariñas Hernández. Fue fundada el 5 de septiembre de 2007 por Héctor Palacio Ruiz, el primer disidente que se definió como liberal al fundar un grupo de este corte, junto con Iván Hernández Carrillo, Félix Navarro Rodríguez, Víctor Rolando Arroyo Carmona. Comenzaron 10 grupos, que han ido creciendo y ahora son 25, más grandes y más activos en el enfrentamiento cívico de la oposición. Antúnez, El Coco Fariñas, Emilio Leyva, Presidente del partido 30 de Noviembre, José Díaz, Presidente del partido Opositores por una Nueva República, Edgar López Moreno, entre otros, convierten a la Unidad Liberal en la agrupación más grande y sólida de la oposición.

De este círculo salió el Proyecto de Transición y surgió la idea de crear una Agenda para la Transición Cubana, cuyo principal fin es unir a toda la oposición en una Junta a modo de Parlamento, representada con todas las líneas y tendencias. Sin lugar a dudas, los liberales de la Convergencia debieran sumarse. El protagonismo y las rencillas son cosas del pasado. La Patria es el único verdadero deber que nos conmina.
beilycorrea@yahoo.es

No hay comentarios: