Marianao, La Habana, abril 30 de 2009 (SDP) Ha terminado el primer round de mutuo estudio, como es habitual. Kid Obama tomó la iniciativa suprimiendo las limitaciones impuestas por GWB; Raúl hizo explícita su oferta de canje de prisioneros; Obama especuló con restablecer la conexión cubana al cable internacional que bordea el Estrecho de La Florida. El General presentó una oferta de diálogo total…con Washington, que los optimistas de allá han interpretado, erróneamente, como un síntoma de desesperación. Oferta similar se le han hecho antes a la Unión Europea, sin mayores consecuencias. Se trata de subir la parada, para no verse precisado a referirse concretamente a ningún detalle real.
No obstante, el contexto internacional se presenta muy favorable al restablecimiento de los vínculos entre ambos países. Como los boxeadores de largo aliento, Obama tendrá sus mejores oportunidades a medida que avance el combate. En los primeros intercambios, la experiencia y sobre todo la capacidad de maniobra no limitada dentro de su campo, favorecerá a los veteranos de Birán, cuya voluntad de mando inconsulto los faculta para jugadas más espectaculares y audaces. Da la impresión de que el intento de aislar a Obama en la reciente Cumbre no les dio el resultado esperado.
Obama y su agraciada Secretaria de Estado parecen haberse percatado de uno de los mayores errores cometidos por los Estados Unidos respecto a Cuba: al romperse de golpe todos los lazos económicos y políticos, se quedaron sin capacidad de acción dentro de la Isla, donde con mayor sagacidad, les diseñaron el traje de malos de la película, mientras los Generales de Birán se reservaron el rol de héroes. Aunque los EE.UU. mantenían relaciones comerciales generosas con los países del llamado Bloque socialista, estas consideraciones de alta estrategia se pasaron por ato respecto a Cuba. Excepto durante el mandato de Carter, los restantes persistieron en castigar a los atrevidos rebeldes, sin percatarse de que mientras ganaban los votos en el Condado de Dade, estaban enajenándose las simpatías de los cubanos dentro de la Isla.
Para empezar, Obama es el primer Presidente norteamericano que los medios de comunicaciones isleños ni siquiera han intentado ridiculizar mediante las venenosas caricaturas políticas de Nuez. No creo que este respeto obedezca a un sentimiento espontáneo. Los laboriosos agentes de investigación de la opinión del pueblo tienen que haber comprobado el nivel de simpatía con que cuenta el mulato de Illinois entre los cubanos, por lo tanto, lanzarse contra él sería ir contra la corriente popular y esa es una tozudez en la que no veremos caer a los gallegos inteligentes de Birán, por octogenarios que sean. A medida que Obama se muestre generoso, esta corriente favorable a su política crecerá, colocando a los héroes por inteligentes que sean, en situación cada vez más incómoda para justificar las privaciones que le cuesta al pueblo la heroica resistencia numantina.
Una vez restablecidas las relaciones económicas y políticas entre ambos países, cuando los niveles de consumo en la Isla recuperen su capacidad para estimular el esfuerzo productivo, y el abejeo laborioso entre Miami y La Habana sea una realidad, ¿Quién detendría ese empuje incesante hacia la prosperidad, sin necesidad de emulación socialista?
Entonces, se cumplirá la profecía martiana: Todo lo que sea incompatible con la dignidad humana, caerá. El pueblo todo, sin distinciones clientelistas, expresará democrática y periódicamente su autodeterminación, cuando escoja entre diversos programas y ciudadanos a los que considere más capaces para que sirvan a sus mejores intereses. Puesto que sabemos lo que nos reporta beneficios sociales, preservaremos los efectivamente ganados mediante el proceso revolucionario y haremos desaparecer el pesado inmovilismo burocrático que lo agotó.
Compruebo que me he precipitado: cuando enciendo mi televisor no encuentro ninguna cara con ideas nuevas que someter a discusión. El ex Comandante Daniel Ortega recibe una insólita promoción televisiva, en un esfuerzo más del ML para reducir la imagen de Obama al cliché habitual de los Presidentes que lo han precedido. Las modestas acciones que osó sugerirles, liberación de presos políticos y supresión de la tasa impuesta al dólar, no atentan contra el poder totalitario, pero aún así le parecen inadmisibles. Para revocar la favorable impresión que causó la declaración de estar abiertos a discutirlo todo con los EE.UU. hecha por el aún bisoño heredero, el ML refuerza su campaña contra Obama mediante el discurso de Daniel Ortega: son los norteamericanos quienes deben cambiar, ese verbo no existe en el español de Birán, sépanlo de una vez señores (mulatos) imperialistas.
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