El Vedado, La Habana, julio 16 de 2009 (SDP) La prensa radial, escrita y televisiva cubana gasta tiempo y talento en analizar y criticar la situación social, política y económica de los Estados Unidos. Utilizan para ello datos e investigaciones provenientes de la prensa e instituciones norteamericanas. Si esos esfuerzos se dirigieran hacia nuestras propias situaciones problemáticas que son muchas y serias, la sociedad cubana marcharía mejor.
No nos aprovecha la crítica a otros países con el único fin de que conozcamos sus males y que además nos gocemos de ellos como si fuera nuestro propio éxito. ¿Eso a quién beneficia? La prensa cubana tiene una importante responsabilidad: ver y denunciar los hechos con noticias y artículos sobre la realidad objetiva de nuestro desastre económico sin culpar a ajenos de las causas de tantos males que son responsabilidad del gobierno y el partido dirigente.
La mayor parte de la información de carácter internacional que recibimos sería de fácil obtención si no estuviéramos bloqueados desde adentro. Mientras tanto, aquí todo es triunfalismo que lleva a la conformidad y la apatía.
La sociedad se encuentra en un estado tal de sometimiento entre miedos, odios y desinformación, que no es capaz de reaccionar en la forma que el país necesita. Estos no son momentos de arengas patrioteras.
hildebrando.chaviano@yahoo.com
No nos aprovecha la crítica a otros países con el único fin de que conozcamos sus males y que además nos gocemos de ellos como si fuera nuestro propio éxito. ¿Eso a quién beneficia? La prensa cubana tiene una importante responsabilidad: ver y denunciar los hechos con noticias y artículos sobre la realidad objetiva de nuestro desastre económico sin culpar a ajenos de las causas de tantos males que son responsabilidad del gobierno y el partido dirigente.
La mayor parte de la información de carácter internacional que recibimos sería de fácil obtención si no estuviéramos bloqueados desde adentro. Mientras tanto, aquí todo es triunfalismo que lleva a la conformidad y la apatía.
La sociedad se encuentra en un estado tal de sometimiento entre miedos, odios y desinformación, que no es capaz de reaccionar en la forma que el país necesita. Estos no son momentos de arengas patrioteras.
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