El Vedado, La Habana, 30 de julio de 2009, (SDP) Hombres y mujeres sudan a mares. Tiendas, restaurantes y cafeterías no pueden encender los “aire acondicionados” en el cálido verano del 2009. Algunas fábricas cierran temporalmente por sobre consumo eléctrico. Los autobuses de la capital disminuyen su explotación. La consigna es ¡Ahorro o Muerte!
Mientras exhortan a los cubanos apretarse el cinturón, el General Presidente Raúl Castro y su séquito nepótico aborda en la primera quincena de julio el flamante IL-96 para viajar por África. Aprovechó la reunión del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en Sharm el Sheik, Egipto, para darse el paseíto. Cinco meses antes cesó a los más importantes funcionarios de su gobierno, tachándolos de corruptos.
En su vagabundeo, el nuevo Comandante en Jefe recorrió más 30 mil kilómetros. Según estimados no oficiales, con los costos del jet y otros agregados, se pagarían el consumo de combustible del transporte urbano de la capital del país por un par de meses.
La comitiva real visitó cinco países: Argelia, Egipto, Namibia, Angola y Brasil. En el continente negro, Argelia y Angola lo recibieron por segunda vez en menos de seis meses. En Brasil, aterrizó en Salvador de Bahía. Caminó la ciudad vieja vestido con un traje de dril cien, a la usanza de la década del cincuenta del siglo XX.
La mejor muestra de lo intranscendente de las visitas fueron las declaraciones de Exalgina Gamboa. La vicecanciller de Angola subrayó que en esta oportunidad no se firmarían acuerdos de cooperación bilateral ya que hay documentos previos para ser aprobados por los Consejo de Ministros de ambos países. También señaló la existencia de memorandos entre instituciones de los dos países que constituyen un cuadro jurídico “suficiente” para las relaciones que mantienen ambos estados. A la pregunta si existía razón especial para esta segunda visita, respondió que pasó para recalcar el nivel de cooperación entre los dos países. O sea, nada de nada. Sólo turismo.
En Argelia, el primer punto del periplo, R. Castro reafirmó los “inquebrantables lazos históricos” entre los estados y no se informó de los temas tratados entre las autoridades. De Argel viajó al exclusivo balneario de Sharm el Sheik para entregar la presidencia del MNOAL al Coronel Hosni Mubarak.
El turismo adquirió rancio abolengo cuando el monarca caribeño decidió visitar a sus homólogos, los faraones y acompañado de su cronista de viajes, Lázaro Barredo, paseó por las pirámides de Giza.
De las orillas del Nilo, la comitiva recorrió otros seis mil kilómetros hacia al suroeste para llegar al desierto de Namibia. Un premio indudable a todas las campañas que realiza el Parlamento de Windhoek y su Presidente al seguimiento de las campañas diplomáticas cubanas, con atención especial a la excarcelación de los cinco espías y el levantamiento del embargo. Además, el pasado año ese gobierno entregó su orden más importante, La Welwitschia, al ex presidente cubano.
De Windhoek pasó a Luanda, antigua capital de las tropas cubanas. R. Castro llegó por segunda vez en lo que va de año. La visita parece tener relación con los negocios familiares de los Castro a través de la empresa Antex, que pertenece al Holding GAESA, bajo la dirección directa del Ministro de las Fuerzas Armadas, General de Cuerpo de Ejército Julio Casas.
Sobre la visita a Luanda se pueden incorporar dos elementos. El embajador Pedro Ross Leal, es miembro del Buro Político del partido comunista y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Esto le hace el jefe de legación de mayor rango en el gobierno. Además, extraordinariamente, el General de Cuerpo de Ejercito Leopoldo (Polo) Cintra Frías, Vice Ministro de las Fuerzas Armadas, visitó Luanda al menos en cinco oportunidades en los últimos dieciocho meses.
Según fuentes dentro de la isla, las visitas a Argelia, Namibia y Angola se relacionan con un holding petrolero. El representante cubano en ese proyecto deberá ser el ingeniero y ex Ministro de Industria Básica, Marcos Portal, yerno de R. Castro En esa empresa y según las fuentes, estarán presentes Rusia y China, esta última con una línea de súper tanqueros.
El paseo de R. Castro, durante más de diez días por diferentes países, con un alto nivel de gastos para un Estado en bancarrota e improductivo, obviando las serias restricciones que sufre la ciudadanía, recalca el desapego de la elite comunista y la familia Castro en particular, por los destinos de la nación. Hacen de ese viaje un turismo peligroso.
aleagapesant@yahoo.es
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