La Habana, 17 de febrero del 2009.
RESPETAR LA JURISDICCIÓN DE CADA QUIEN, ES UN PRINCIPIO ELEMENTAL.
La unidad de los liberales cubanos ve con preocupación el hecho de que algunos pocos compatriotas del exilio, lejos de la realidad práctica de los cambios que se originarán dentro de Cuba; se toman en sus manos la dirección de algunos de los grupos radicados en el país. Otros, que se suponen representar a grupos ya históricos, irrespetando la determinación de la membresía del mismo; cambian a sus directivos haciendo nombramientos para los cuales no los consideramos facultados.
Sabemos que algunos están inspirados en el noble sentimiento de reanimar al grupo que dejaron al partir, pero hacer tal cosa sin el consenso de los que están aquí; es irrespetuoso y por tanto inaceptable. No faltan quienes crean grupos, − puede que con la intención de ayudar − le dan denominación, programas de trabajo, eligen al ejecutivo subordinado y lo financian para ejecutar sus órdenes
En el exilio se encuentran muchos patriotas de gran valía e historia, no lo olvidamos. Tenemos bien presente todo lo que han contribuido y su derecho a participar en el cambio, y a formar parte de un futuro gobierno democrático. Pero para lograr el cambio que necesitamos, es menester que cada quien esté en su sitio en estos momentos, haciendo lo que le corresponde. Que no se interfiera en la labor de otro opositor o grupo, ni el trabajo mancomunado con sectarismos anárquicos.
No reconoceremos legítimo ningún nombramiento para los grupos de la isla que tenga lugar fuera del país, sin la anuencia de los que en Cuba son refrendados por la membresía de la organización que representan. La labor del exilio no debe ser la de gobernar a los que aquí nos jugamos la cárcel cada día, sino lo propio de todo lo que tiene que ver con el exterior.
Ustedes son nuestros hermanos y el hecho de que tengamos algunas diferencias de criterio, no implica que no nos podamos juntar en pro de la lucha común. Es necesario que se entienda que el apoyo sectorial disgrega. Estamos en un nuevo momento histórico donde se precisa que lo diverso concurra para juntarse, única forma de presentar una oposición para respetar. El apoyo, en cualquiera de sus formas, debe centralizarse para contribuir a congregar; la ayuda individual disgrega.
La Unidad Liberal de la República de Cuba, está lista para participar en la lucha común y abierta al entendimiento con todas las partes, tanto dentro como fuera del país.
Héctor Palacio Ruiz. .
Presidente de la Junta de Coordinadores.
FranciscoChaviano González
Primer Vicepresidente de la J.de C.
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