jueves, 5 de marzo de 2009

EL BUEN EJEMPLO Y EL MALO, EDITORIAL Nro. 58


Desde los años 90 del pasado siglo, en que aparecieron los primeros despachos de la prensa nacional independiente, esta nunca ha cejado en el cumplimiento de su servicio. Veinticuatro de sus más representativos integrantes languidecen en las prisiones del régimen, pero a pesar de todo lo adverso, cada día de cada semana, uno de los nuestros escribe su crónica, su reportaje o su noticia sobre el acontecer de Cuba.

Cada una de las iniciativas que cualquier activista anónimo o político reconocido trata de divulgar o divulga, con éxito o sin él, ha pasado por el tamiz de la prensa nacional independiente. Tanto en las temporadas de cierta y relativa bonanza represiva o en estresantes momentos de brutal razzia, la prensa nacional independiente ha hecho su trabajo.

En estos momentos de tanteos en que se avizoran cambios, no porque la voluntad política del régimen los promueva, sino porque no puede evitarlo, quizás, lo más positivo que se hace desde la Isla, lo hacen los periodistas independientes, con modestia y sin aspavientos.

Pero la tarea no es fácil. Cincuenta años de formación totalitaria y anti democrática marcan a más de una personalidad. Los políticos opositores en su gran mayoría proceden de las filas del oficialismo. Pasaron de fieles cuadros y funcionarios a disidentes, de ahí a la cárcel y de la cárcel a opositores abiertos, promotores del cambio democrático.

Gran parte, sino la mayoría de nuestro liderato opositor interno, no tiene claro el papel que cumple la prensa en una democracia. Algunos hacen gala de tales prejuicios heredados de su formación, a partir de ignorar o minimizar este trabajo. Los hay que hasta fecha reciente, declinaban invitar periodistas independientes a las actividades que promovieron, con incuestionable éxito mediático y de las que hoy, nadie se acuerda. También los hay de los que cursan las invitaciones, pero con un malinchismo inexcusable, privilegian en el trato a la prensa extranjera acreditada en detrimento de la prensa nacional independiente.

Cuando a la última reunión anual de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se nombró al Sr. Director del diario miamense El Nuevo Herald, para que fuera en representación de la prensa nacional independiente, los periodistas independientes en la Isla se sintieron justamente ignorados. La Asociación Pro Libertad de Prensa se pronunció contra esto, también lo hicieron otros colegas de forma pública. Nos quedamos a la espera de la solidaridad de nuestros líderes. La palabra clave para aquel momento fue: decepcionante.

En la actualidad, el voto de confianza dado por países democráticos miembros de la Unión Europea (América Latina, no cuenta desafortunadamente) ha cerrado importantes espacios de acceso a Internet a nuestros colegas. Los pocos espacios restantes, han sido distribuidos con patrón de exclusión marcado contra la prensa nacional independiente. Sobre el particular, algunos diplomáticos de ex países comunistas, acreditados en La Habana, han afirmado que se procedió de acuerdo con los líderes nacionales. “Son vuestra gente”-dijeron.

Todo parece indicar que poderosos intereses políticos atentan contra la prensa independiente. Mientras, y como dijo un colega, “la Seguridad del Estado se echa el prisma”. Tres entre los más importantes líderes nacionales, siempre se han caracterizado por su apoyo a la prensa nacional independiente: Héctor Palacios, Vladimiro Roca y Elizardo Sánchez-Santacruz. Ojala no cambien y el resto siga el buen ejemplo.
SDP

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fornaris estás claro en el papel de la prensa en democracia y tus puntos de vista son acertados pero decir que Héctor Palacios, la persona que introdujo a la agente operativa Odilia Collazo en Concilio Cubano, Palacios quien falsificó boletas y trató de dar un golpe de estado a esa alianza desde la sala de su casa mediante elecciones espúreas (por suerte se pudo detener su procedimiento), Palacios quien mintió y hasta falsificó firmas para certificar el "compás de espera hasta que las circunstancias sean favorables" con el cual postergó Concilio Cubano junto al resto del auto llamado G7 (Vladimiro Roca y Elizardo Sánchez incluidos en ese grupo); por lo tanto considerar a Palacios entre los promotores de la prensa independiente es una aseveración desproporcionada para no decir sin fundamento. Otro problema de la prensa que no tocas, Fornaris, y que precisamente se evidencia en este escrito tuyo, es que en muchos casos los periodistas no citan a los sujetos de los hechos. Por ejemplo cuando tú hablas de aquellos disidentes que prefieren darles las "noticias" a los de la prensa extranjera acreditada no dices quienes son esos disidentes, ni siquiera citas uno de ellos, por mi parte se que se trata de Payá y otros pero si ustedes quieren informar debidamente a lectores en ocasiones ajenos al contexto cubano (por cierto un contexto super complicado), creo que deben no solo citar a esas personas sino también hacerles la pregunta difícil, no la consabida pregunta de apoyo para darle el pie forzado al disidente entrevistado y que este recite el discurso para conseguir sus propósitos los cuales generalmente terminan en publicidad y nada más. Te digo esto porque por ejemplo, quién de la prensa independiente le pregunta a los ex miembros del G7 como Palacios por qué ahora, contrariamente a lo que ellos aseguraron en 1996 cuando declararon el compás de espera para Concilio Cubano, por qué las circunstancias son menos favorables? ¿Se equivocaron y ya? ¿Hay que creer en líderes que se equivocan y ni siquiera admiten sus errores?
Hay muchas interrogantes que la prensa independiente no contesta. Estos son algunos ejemplos: ¿Por qué marchan solas las damas de blanco si Oswaldo Paya y el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) aseguran que la generalidad de los presos de la primavera negra son parte de su proyecto Varela? ¿No es anti ético aparentar solidaridad con los presos cuando se trata de resaltar en los medios de prensa extranjeros al proyecto Varela en tanto que ni el MCL ni Payá se atreven a marchar junto a los familiares de esos presos? Es más, ¿puede el MCL reunir al menos a 25 personas para acompañar a las damas de blanco?
No creas que estoy contra tí, Fornaris, ni contra la prensa independiente sino que por el contrario me gustaría ver que se progresa al mismo ritmo que en los primeros años. Ahora bien, hablas de la importancia del debate de ideas por medio de la prensa pero cuando Ivette Leyva de El Nuevo Herald hizo críticas a la disidencia por su ineficacia e inmovilidad qué pasó, pues que varios periodistas salen a la palestra no para debatir ni para contestar esas preguntas necesarias de que hablo, sino para decirle a la colega que si vive bien, que si come bistec, que si tiene oficina con aire acondicionado, que si no coge guaguas, que si desayunó café con leche y tostadas con mantequilla y en Cuba solo se desayuna cerelac. Vaya, Fornaris, la pregunta cae por su peso: ¿eso es un debate democrático o la lucha de clases?
Hay una tendencia en algunos periodistas independientes, no generalizo, a usar la escases como argumento cuando quieren defender algún punto de vista y no encuentran argumentos para ello. Esto no es válido Fornaris porque la escases es causada por el Partido Comunista (PCC) el mismo órgano criminal con el que casi todos los disidentes quieren sentarse a tratar por medio de proyectos como el Varela, el diálogo nacional (que no es más que el añejo Foro Cubano de 1992 retocado con colorete) y otros. ¿Por qué? Esa es una de tantas preguntas que la prensa independiente debe contestar. Hay muchas pendientes y los lectores esperan por ellas a sabiendas de que el trabajo de ustedes no es fácil pero si es necesario. Para concluir no creo que la labor de la prensa independiente sea lo eficiente que tú aseguras en este editorial pero respeto tu criterio porque para eso son los editoriales ... para resaltar las ideas de quienes los redactan. Ahhh pero, por favor, no presentes a Palacios como el buen ejemplo que no es. No obstante creo que la prensa independiente es uno de los principales desobedientes cívicos en la Cuba de hoy y, a pesar de lo antedicho, tiene más virtudes que defectos. Saludos fraternos para tí y tus colegas.