jueves, 26 de marzo de 2009

TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA, Pablo Pacheco Ávila



Prisión Provincial Canaleta, Ciego de Ávila, 26 de marzo de 2009, (SDP) El título de este comentario nada tiene que ver con la hermosa tonada del famoso cantante español Julio Iglesias. Pero si viene como anillo al dedo al equipo cubano de pelota que se despidió del campeonato sin poder avanzar hasta las semi finales del II Clásico de Beisbol, al ser derrotados por un team nipón que parece haberle tomado la medida a nuestra selección nacional. Esta vez, cinco por cero.

El juego de los japoneses fue copia al carbón del que realizaron pocos días antes. Aprovecharon todo lo que le dieron sus contrarios. No permitieron brechas en un juego que impresiona por su disciplina y alto grado de concentración en cada jugada, además de un hermético pitcheo. Todos los fanáticos de las bolas y los strikes creímos que la novena del patio tenía para llegar más lejos, por su calidad e historia.

No recuerdo en mis años de vida ver al equipo cubano fuera del podio de premiación en cualquier evento. Para ser honesto, este es otro beisbol. Los atletas tienen oficio y calidad. La dirección del equipo Cuba ahora es cuestionada. Eso siempre ocurre, para las derrotas no faltan los culpables.

Si alguien me pregunta cómo hizo las cosas Higinio Vélez, diría sin pensarlo, bien. Cometió sus pifias, pero es un mortal y todos nos equivocamos. Un equipo que no batea, es difícil que gane. Por las reglas, no podían hacerlo como él lo hubiera deseado. Llegó la hora de reflexionar, pero de hacerlo con inteligencia. Sobre todo reconocer que el juego de los japoneses supera al de América. Cuando se ven aventajados buscan fórmulas y nunca se entregan.

Vendrán otros clásicos, la selección deberá prepararse y aprovechar la amarga experiencia.
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