jueves, 19 de marzo de 2009

LA DIÁSPORA DEFINITIVA, Luís Cino




Arroyo Naranjo, La Habana, marzo 19 de 2009 (SDP) No me gusta el término diáspora para designar a los más de dos millones de cubanos y sus descendientes diseminados por 148 países. Es un término con cierto tufillo ideológico. Cuando ciertos académicos hablan de “nuevas realidades transnacionales” y “mutaciones en las categorías tradicionales de inmigrantes” suena a coartada con intención de confundir.

La versión oficial insiste en que la mayoría de los cubanos que se van del país, lo hacen por motivos económicos. Sólo que no es fácil entender que millares de cubanos arriesguen en el mar sus vidas y las de sus niños sólo porque ambicionan los bienes materiales de la publicitada sociedad de consumo.

Quizás Fidel Castro dio la respuesta al escritor y periodista Ignacio Ramonet: “Se le podría preguntar a los chinos también por qué emigran. Me refiero a la China que avanza a un ritmo de crecimiento de un 10 % por año. Y sin embargo, a cada rato aparece un barco con 800 o mil chinos que emigran clandestinamente”. Elemental, Ramonet: los chinos huyen de una dictadura comunista que a pesar de las reformas del socialismo de mercado, es tan asfixiante como la cubana.

Si aceptamos la versión oficial acerca de las motivaciones económicas de la mayoría de los cubanos que escapan de la isla, más inexplicable y perversa resulta la forma en que son castigados por el gobierno.

El que sale de Cuba por más de once meses, además de perder su casa y todas sus pertenencias, lleva en el pasaporte la frase “salida definitiva” acuñada por un régimen egoísta que se arroga el monopolio de la patria. Para venir de visita a su país, tiene que solicitar un humillante permiso en una embajada administrada por segurosos. En el caso de “las salidas ilegales”, tienen que esperar varios años para solicitar el permiso.

El régimen no se preocupa por averiguar por qué motivos se fueron. A todos aplica por igual el aberrante concepto de la salida definitiva.

Emigrar o fijar residencia temporal en otro país es un derecho consagrado por el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En Cuba se viola ese derecho, como casi todos los demás derechos de la Declaración, que es considerada casi subversiva.

Por absurdas y orwellianas, las leyes migratorias cubanas sólo se comparan a la ley de peligrosidad social pre-delictiva. Constituyen engendros fascistas que costaría defender a los más convencidos partidarios de la revolución de Fidel Castro. Pero siguen ahí, en franco y testarudo desafío a todo lo que es justo, humano y racional.

Hace un año se dijo que el gobierno cubano estudiaba flexibilizar su legislación migratoria para eliminar los permisos de entrada y salida del país. Luego del frenazo, nada se habla del asunto.

Privar de su patria a un cubano es un pecado grave. En la época colonial, el destierro era, después del garrote o el fusilamiento, el peor castigo que podían imponer las autoridades españolas a un independentista. Hoy, el destierro es la condición que pone el régimen cubano para liberar a algunos presos políticos y de conciencia cuando necesita hacer algún cambalache diplomático.

Adrián Leyva, un periodista independiente se fue a Miami en el año 2005. Aceptó irse para no obstaculizar la salida de su esposa pero advirtió que retornaría antes de dos años. Volvió a Cuba el pasado año. En octubre del 2008 las autoridades lo expulsaron del país. Entonces empezó su lucha por el derecho de todos los cubanos a poder regresar a su país.

En sus cartas a jefes de estados latinoamericanos, al Vaticano, la Unión Europea y al propio gobierno cubano, Leyva, que considera primordial el concepto de nación y familia, pregunta: “Si no defendemos el derecho a la nación que nos pertenece, ¿de qué vale defender lo demás?

Adrián Leyva, que se define como un hombre de izquierda y moderado, advierte que si no hay otro modo, entrará por cualquier punto de la costa cubana: “No por desafiar al gobierno sino por el derecho natural que me asiste. Y que pase lo que pase”.
luicino2004@yahoo.com

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