Arroyo Naranjo, La Habana, julio 2 de 2009, (SDP). Aún recuerdo aquella malla de pescar que Ricardo, un amigo de la infancia, robó del patio de Alcides, un viejo pescador que pasaba la madrugada en busca de tencas y tilapias a la orilla de la represa Ejército Rebelde. El anciano nunca entendió por qué robaron sólo la red de pescar, a plena luz del día, cuando en el patio había dos bicicletas y un juego de herramientas.
Claro que con tal fechoría mi amigo Ricardo no pretendía tirar la red en otras aguas y con ello levantarle el negocio de la venta de pescado al viejo Alcides. Días después, un grupo de muchachos vimos parte de la malla convertida en una net de voleibol.
Sucedía que la elite del voleibol cubano a finales de los 90, liderada por Alaín Roca, Raúl Diago, Pavel Pimienta o el gigante Yosvany Hernández, formaban parte de una serie de ídolos que exacerbaban la fiebre del voli en los barrios. A falta de espacios para esta práctica deportiva, la juventud improvisaba sobre las calles pequeños coliseos. Bastaba con un poco de pintura de cal para el trazo del terreno, una net, y comenzaba la fiesta.
Aquel equipo masculino de voleibol, que junto a Holanda, Rusia, Italia y Brasil, integraba la elite mundial, un buen día se desmoronó. Por varios años, aquellos gladiadores del World League y los Grang Prix de voleibol, fueron el orgullo de Fidel Castro.
Quizás muchos recuerden el episodio en que seis integrantes de aquel seleccionado, en una de sus giras internacionales, firmaron contratos con un club profesional de la Liga Italiana de Voleibol. Como era de esperar, los comisarios del deporte en la isla se negaron. Tal situación obligó a que cada uno de estos atletas, avalados por una visa permanente, escapara del país al menor descuido de las autoridades.
Otra página deportiva es protagonizada hoy por el nuevo equipo nacional masculino de voleibol. Este team, con una edad promedio que no supera los 25 años, suma victorias frente a Bulgaria (2), Japón (2) y Rusia (1), en lo que va de la fase eliminatoria correspondiente a la Liga Mundial de Voleibol 2009. A juicio de los expertos en esta disciplina, estos resultados prematuros pueden ser la clave del éxito si la inmadurez técnica no quiebra su empeño en lo que resta de liga. Entre los bisoños se destacan Yoandy Leal, Robertlandy Simón, Yoandri Díaz y el jovencito Wilfredo León.
Otra vez se declara la fiebre sobre la net. Volibolistas contagiados por la World League que reúnen sus alineaciones de barrio. Ya observo, regularmente en las tardes, el cierre de cuadras y la línea de saque pintada sobre la calle maltrecha. También escucho el silbatazo del vecino (designado juez de línea), el zumbido del rematazo directo o en diagonal y la bronca por una decisión incorrecta.
Los próximos 17 y 18 julio la selección de Cuba termina la eliminatoria, otra vez enfrentándose a Japón. No le perderé ni pies ni pisada. Sobre los coliseos de barrio, me pregunto, ¿de donde saldrá la malla?
odelinalfonso@yahoo.com
Claro que con tal fechoría mi amigo Ricardo no pretendía tirar la red en otras aguas y con ello levantarle el negocio de la venta de pescado al viejo Alcides. Días después, un grupo de muchachos vimos parte de la malla convertida en una net de voleibol.
Sucedía que la elite del voleibol cubano a finales de los 90, liderada por Alaín Roca, Raúl Diago, Pavel Pimienta o el gigante Yosvany Hernández, formaban parte de una serie de ídolos que exacerbaban la fiebre del voli en los barrios. A falta de espacios para esta práctica deportiva, la juventud improvisaba sobre las calles pequeños coliseos. Bastaba con un poco de pintura de cal para el trazo del terreno, una net, y comenzaba la fiesta.
Aquel equipo masculino de voleibol, que junto a Holanda, Rusia, Italia y Brasil, integraba la elite mundial, un buen día se desmoronó. Por varios años, aquellos gladiadores del World League y los Grang Prix de voleibol, fueron el orgullo de Fidel Castro.
Quizás muchos recuerden el episodio en que seis integrantes de aquel seleccionado, en una de sus giras internacionales, firmaron contratos con un club profesional de la Liga Italiana de Voleibol. Como era de esperar, los comisarios del deporte en la isla se negaron. Tal situación obligó a que cada uno de estos atletas, avalados por una visa permanente, escapara del país al menor descuido de las autoridades.
Otra página deportiva es protagonizada hoy por el nuevo equipo nacional masculino de voleibol. Este team, con una edad promedio que no supera los 25 años, suma victorias frente a Bulgaria (2), Japón (2) y Rusia (1), en lo que va de la fase eliminatoria correspondiente a la Liga Mundial de Voleibol 2009. A juicio de los expertos en esta disciplina, estos resultados prematuros pueden ser la clave del éxito si la inmadurez técnica no quiebra su empeño en lo que resta de liga. Entre los bisoños se destacan Yoandy Leal, Robertlandy Simón, Yoandri Díaz y el jovencito Wilfredo León.
Otra vez se declara la fiebre sobre la net. Volibolistas contagiados por la World League que reúnen sus alineaciones de barrio. Ya observo, regularmente en las tardes, el cierre de cuadras y la línea de saque pintada sobre la calle maltrecha. También escucho el silbatazo del vecino (designado juez de línea), el zumbido del rematazo directo o en diagonal y la bronca por una decisión incorrecta.
Los próximos 17 y 18 julio la selección de Cuba termina la eliminatoria, otra vez enfrentándose a Japón. No le perderé ni pies ni pisada. Sobre los coliseos de barrio, me pregunto, ¿de donde saldrá la malla?
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