La Hababa, julio 3 de 2009. (SDP). Fue en diciembre del 2008 cuando familiares de Bona Mesa Colina buscaron ayuda para escribir una carta al Consejo de Estado de la República de Cuba con la esperanza de ser escuchados.
En la misiva, dirigida al departamento de Atención a la Ciudadanía de esa entidad, contaban parte de la tragedia que enfrentaba Mesa Colina, al tener un hijo postrado desde su nacimiento.
Idioel Ramírez Mesa de 31 años, nació con una encefalopatía crónica y estaba discapacitado física y mentalmente. Debido a su patología, padecía de crisis que fueron en aumento con el transcurso de los años.
Por este motivo su madre no podía trabajar, pues afirma debía dedicar todo el tiempo al cuidado de su único hijo y no contaba con entrada económica alguna. “Nos sustentamos, -comenta- de la ayuda que nos pueda dar la familia y de ciertos artículos personales que vendo, como las almohadillas sanitarias que me tocan por la libreta de racionamiento”.
En esa carta, se especifica que esta madre tiene su casa en un barrio insalubre conocido como Moliné, en las afueras de la Ciudad de La Habana. También se lee “…los dos ciclones del pasado año me llevaron gran parte de la casa, no tengo servicio sanitario y el piso es de tierra. Además mi hijo carece de asistencia médica especializada, nunca lo puedo llevar a un hospital para hacerle un chequeo médico, pues la ambulancia nunca puede venir a buscarlo y en caso que lo haga no me garantizan el regreso. Tampoco tengo sábanas ni tela antiséptica con que cubrir el cuerpo de mi hijo, quien permanece desnudo pues no acepta ponerse ropa.
Desde muy pequeño esta sentado en una silla, no tiene un sillón de ruedas a pesar de las múltiples gestiones que se han realizado con distintos organismos creados por el gobierno para, en teoría, ocuparse de estos casos.”
Y finaliza la carta “… toda esta situación ya le está afectando su salud. Hay más, pero no quiero cansarlos. No pido que me crean, les suplico que investiguen, y me ayuden en lo que puedan, cualquier ayuda será importante para mi”.
Esta mujer de 50 años alega que si bien es cierto que puede adquirir las medicinas de su hijo de forma gratuita, debido a gestiones realizadas con bienestar social, algo que agradece, tampoco tiene una nevera para guardar los medicamentos que lo requieran y los alimentos de su hijo.
“Por los mismos días en que se redactó la carta” - comenta- , “había recibido la visita de los trabajadores sociales. Me dijeron que no tenían modelos para resolver la tela antiséptica, y me pidieron 40 chavitos (CUC) para llenarme otro modelo que me daba el derecho de adquirir un frío. Me sonreí y les dije que yo nunca había visto esa cantidad de dinero junta.”
Hace dos semanas que Idioel Ramírez Mesa falleció en el hospital Julio Trigo, de la capital habanera. Cuentan sus familiares que estaba cianótico, con falta de aire y con su cuerpo manchado de pintas rojas. De su pobre vivienda fue sacado a toda carrera, en el sidecar de una motoneta.
Aunque se presume que tenia un cáncer de pulmón, aún los familiares esperan por el diagnóstico de Medicina Legal. Y también esperan, aunque quizás ya no haga falta, por la respuesta del Consejo de Estado.
amarilisrey@yahoo.com
En la misiva, dirigida al departamento de Atención a la Ciudadanía de esa entidad, contaban parte de la tragedia que enfrentaba Mesa Colina, al tener un hijo postrado desde su nacimiento.
Idioel Ramírez Mesa de 31 años, nació con una encefalopatía crónica y estaba discapacitado física y mentalmente. Debido a su patología, padecía de crisis que fueron en aumento con el transcurso de los años.
Por este motivo su madre no podía trabajar, pues afirma debía dedicar todo el tiempo al cuidado de su único hijo y no contaba con entrada económica alguna. “Nos sustentamos, -comenta- de la ayuda que nos pueda dar la familia y de ciertos artículos personales que vendo, como las almohadillas sanitarias que me tocan por la libreta de racionamiento”.
En esa carta, se especifica que esta madre tiene su casa en un barrio insalubre conocido como Moliné, en las afueras de la Ciudad de La Habana. También se lee “…los dos ciclones del pasado año me llevaron gran parte de la casa, no tengo servicio sanitario y el piso es de tierra. Además mi hijo carece de asistencia médica especializada, nunca lo puedo llevar a un hospital para hacerle un chequeo médico, pues la ambulancia nunca puede venir a buscarlo y en caso que lo haga no me garantizan el regreso. Tampoco tengo sábanas ni tela antiséptica con que cubrir el cuerpo de mi hijo, quien permanece desnudo pues no acepta ponerse ropa.
Desde muy pequeño esta sentado en una silla, no tiene un sillón de ruedas a pesar de las múltiples gestiones que se han realizado con distintos organismos creados por el gobierno para, en teoría, ocuparse de estos casos.”
Y finaliza la carta “… toda esta situación ya le está afectando su salud. Hay más, pero no quiero cansarlos. No pido que me crean, les suplico que investiguen, y me ayuden en lo que puedan, cualquier ayuda será importante para mi”.
Esta mujer de 50 años alega que si bien es cierto que puede adquirir las medicinas de su hijo de forma gratuita, debido a gestiones realizadas con bienestar social, algo que agradece, tampoco tiene una nevera para guardar los medicamentos que lo requieran y los alimentos de su hijo.
“Por los mismos días en que se redactó la carta” - comenta- , “había recibido la visita de los trabajadores sociales. Me dijeron que no tenían modelos para resolver la tela antiséptica, y me pidieron 40 chavitos (CUC) para llenarme otro modelo que me daba el derecho de adquirir un frío. Me sonreí y les dije que yo nunca había visto esa cantidad de dinero junta.”
Hace dos semanas que Idioel Ramírez Mesa falleció en el hospital Julio Trigo, de la capital habanera. Cuentan sus familiares que estaba cianótico, con falta de aire y con su cuerpo manchado de pintas rojas. De su pobre vivienda fue sacado a toda carrera, en el sidecar de una motoneta.
Aunque se presume que tenia un cáncer de pulmón, aún los familiares esperan por el diagnóstico de Medicina Legal. Y también esperan, aunque quizás ya no haga falta, por la respuesta del Consejo de Estado.
amarilisrey@yahoo.com
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