Boyeros, La Habana, 2 de julio de 2009, (SDP) El debate y la responsabilidad constituyen en mi opinión las claves del enfrentamiento a los problemas. El debate nos hace crecer y evolucionar. Para determinadas cosas trascendentales de la vida, los silencios y las omisiones se tornan letales y contraproducentes.
En cuanto a la cuestión racial, la sociedad cubana está enferma de silencios, enfermedad que corroe y hace metástasis en el cuerpo psicológico y en el cuerpo espiritual de la nación.
En los programas de estudio no se menciona una palabra sobre el asunto. Los medios de prensa sólo se refieren al tema para culpar a otros de un problema que es muy nuestro. De la televisión que decir, antes era en blanco y negro y ahora es en blanco nada más. Precisamente estamos “disfrutando” el primer spot televisivo sobre el racismo en muchos años y en él, curiosamente, los racistas son los negros.
Al parecer no caben dudas de que los patrones y esquemas de marginación, exclusión y subalternización que a lo largo de tres siglos afianzaron el hegemonismo criollo para normalizar las desventajas de los afrodescendientes cubanos, subsisten hoy cincuenta años después de cambiar el discurso.
Sin embargo, la verdadera noticia mala es que Cuba es el único país del mundo occidental que no cuenta con los mecanismos e instrumentos estructurales, cívicos y mediáticos destinados a enfrentar esos retrasos y carencias, porque la injusticia es una realidad consustancial a la naturaleza humana, pero la modernidad significa que la humanidad con mucho esfuerzo ha podido dotarse de las herramientas para si no eliminarla, al menos combatirla.
Nosotros no hemos sido capaces siquiera de hacerle a la historia las preguntas que la historia debe respondernos para alcanzar una visión no metamorfoseada de lo que hemos sido y una perspectiva clara de lo que debemos ser.
Por otra parte, una vez aceptada la gravedad del asunto, intentar liberar al alto liderazgo político que por medio siglo ha hegemonizado la vida, milagros, hacienda y destinos de esta nación de la responsabilidad que le asiste por esos retrasos y carencias, significa no caminar hacia atrás, si no salirnos de la senda correcta en el enfrentamiento consecuente con estos problemas. Porque suprimir totalmente el debate, dar por resuelto un problema que no ha podido ser solucionado en ningún rincón del planeta y eliminar de un plumazo los espacios cívicos que habían logrado los negros cubanos después de siglo y medio de luchas, dolor y sangre ha traído grandes traumas para nuestra convivencia, pero también implica una alta responsabilidad para los que han tomado, desde el poder, tan graves determinaciones.
Tomar conciencia y sensibilidad sobre la profundidad y trascendencia de este problema implica un compromiso y una responsabilidad porque una nación dividida puede llegar a ser una nación fracturada. Una nación fracturada puede convertirse en una nación incompleta. Una nación por mucho tiempo incompleta puede llegar a ser una nación imposible.
Si con la valentía y honestidad que el asunto requiere, no nos decidimos a sacar este debate de los espacios fiscalizados, de los cenáculos elitistas, para llevarlo a su espacio natural de ventilación, a saber el barrio, el aula, las pantallas y los escenarios. Nuestros descendientes no sólo lo van a sufrir si no que también nos lo van a reclamar.
elical2004@yahoo.es
NOTA DE AUTOR:Los líderes y miembros del Comité Ciudadano por la Integración Racial (CIR) fueron impedidos por un operativo de los órganos de la Seguridad del Estado de participar en el espacio de debate “Ultimo Jueves” patrocinado por la revista Temas que tuvo lugar el día 25 de junio de 2009 bajo el título “la Cuestión Racial en Cuba, discriminación, prejuicios y estereotipos”. Lo anterior es la intervención que pretendía hacer en el evento el Licenciado Leonardo Calvo Cárdenas, Vicepresidente del Partido Arco Progresista (Parp) y miembro del Secretariado Ejecutivo del CIR
1 comentario:
Me parece genial que existan espacios como el tuyo para que se tomen en cuenta temas como el racismo que practicamente lo teniamos descartado en Cuba.
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